08 Octubre 2016
DIAGNÓSTICO. Werner resaltó la sensibilidad política que ve en el país. fmi
BUENOS AIRES.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que el ajuste que enfrentó la Argentina en los últimos meses resultó “inevitable”, a la vez que sostuvo que la economía “tocó fondo”, por lo que experimentará “cambios en la tasa de crecimiento” que le permitirá sortear la recesión del 2016. Así lo indicaron ayer los técnicos del FMI, durante la conferencia de las economías del Hemisferio Occidental, que tienen lugar en la Asamblea Anual de FMI y del Banco Mundial.
El director del Hemisferio Occidental para la región, Alejandro Werner, quien regresó a Washington desde Buenos Aires el jueves pasado, consideró que este Gobierno tiene “sensibilidad política importante y una voluntad” para avanzar en consensos que permitan un “proyecto nacional a largo plazo”. “Estuve acompañado al equipo que concluyó la misión semana pasada (en Buenos Aires) y en todas las interacciones que tuve a nivel informal, sentí un nivel de entendimiento acerca de la necesidad de llevar adelante cambios importantes, y graduales y consensuados, para llevar el crecimiento sostenible y con equidad social”, expresó Werner, quien comenzó la conferencia con condolencias para el pueblo de Haitì, tras el paso del huracán Matthew que arrasó con el país caribeñó y azota por estos momentos la península de Florida.
Estas palabra acompañan asimismo lo expresado ayer por la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, quien destacó que “la cooperación ahora es inmensamente diferente, y ofrecerá recompensas mutuas”.
El funcionario del FMI se explayó en su alocución con que “el presidente Macri se enfoca en el aspecto de moverse hacia una economía predecible”, destacó, y contrapuso con “la herencia que este Gobierno tuvo que enfrentar, con distorsiones económicas excesivas”.
En este sentido, dijo, la Argentina muestra un nivel de sensibilidad social y política importante, y voluntad lograr consenso fuerzas políticas para avanzar en un proyecto nacional a lo largo del tiempo. Según Werner, las economías brasileña y argentina “tocaron fondo”, y destacó el fuerte impulso que “comenzará en el último trimestre de este año, detrás de cambios de política que se vinieron implementando”; “en la medida que continúe veremos cambios tan positivos en la actividad económica de estos países”, acotó.
Las proyecciones
El Fondo pronosticó en su nuevo reporte un crecimiento 2,7% para 2017, luego de un año 2016 en donde la economía de la Argentina y Brasil tocaron fondo y comenzarán con un “cambio en el crecimiento de más de 3%”. Sin embargo, será inevitable que este período la economía argentina culmine con una recesión de 1,8%.
En cuanto a la situación fiscal, el Fondo espera que la economía modere levemente los números de déficit primario, que quedarán en 5,6% para este año y 5,1%, para el próximo, donde la deuda pública bruta total se mantendrá en cerca de 50% del Producto Bruto Interno (PBI). El gasto primario, aun permanecerá alto, en alrededor de 38% para este año, y en 37,4% para el próximo.
Respecto de la inflación, expresó que el nivel de diciembre de 2017 culminará con un aumento de 20% respecto de fines de este año, con una inflación promedio de 23%, “que resulta más alta que la interanual, dado que los precios se están desacelerando”, aclaró.
Respecto de la inversión, Nigel Chalk, experto en los números del país, estima un crecimiento de 2,7%.
La conferencia tuvo lugar mientras la delegación argentina que encabeza el ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat-Gay, estuvo participando de la Asamblea Plenaria del Fondo Monetario Internacional, y el secretario de Finanzas, Luis Caputo, se encuentra en reuniones con inversores internacionales a puertas cerradas.
El contexto en que se desarrollan las reuniones de los popes de la finanzas mundiales es de una preocupación por el impacto a mediano plazo del Brexit, el proteccionismo mundial, y los resultados del debate de la campaña electoral de Estados Unidos al respecto, temor que se agudiza en un escenario en el que prevalezca Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
Estos puntos quedaron reflejados -el último de manera implícita pero se escucha con fuera en los pasillos- en los textos oficiales de las reuniones del G-24, de países en desarrollo, y del G-20, de países más desarrollados, en las que participó Prat-Gay. (Télam)
El director del Hemisferio Occidental para la región, Alejandro Werner, quien regresó a Washington desde Buenos Aires el jueves pasado, consideró que este Gobierno tiene “sensibilidad política importante y una voluntad” para avanzar en consensos que permitan un “proyecto nacional a largo plazo”. “Estuve acompañado al equipo que concluyó la misión semana pasada (en Buenos Aires) y en todas las interacciones que tuve a nivel informal, sentí un nivel de entendimiento acerca de la necesidad de llevar adelante cambios importantes, y graduales y consensuados, para llevar el crecimiento sostenible y con equidad social”, expresó Werner, quien comenzó la conferencia con condolencias para el pueblo de Haitì, tras el paso del huracán Matthew que arrasó con el país caribeñó y azota por estos momentos la península de Florida.
Estas palabra acompañan asimismo lo expresado ayer por la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, quien destacó que “la cooperación ahora es inmensamente diferente, y ofrecerá recompensas mutuas”.
El funcionario del FMI se explayó en su alocución con que “el presidente Macri se enfoca en el aspecto de moverse hacia una economía predecible”, destacó, y contrapuso con “la herencia que este Gobierno tuvo que enfrentar, con distorsiones económicas excesivas”.
En este sentido, dijo, la Argentina muestra un nivel de sensibilidad social y política importante, y voluntad lograr consenso fuerzas políticas para avanzar en un proyecto nacional a lo largo del tiempo. Según Werner, las economías brasileña y argentina “tocaron fondo”, y destacó el fuerte impulso que “comenzará en el último trimestre de este año, detrás de cambios de política que se vinieron implementando”; “en la medida que continúe veremos cambios tan positivos en la actividad económica de estos países”, acotó.
Las proyecciones
El Fondo pronosticó en su nuevo reporte un crecimiento 2,7% para 2017, luego de un año 2016 en donde la economía de la Argentina y Brasil tocaron fondo y comenzarán con un “cambio en el crecimiento de más de 3%”. Sin embargo, será inevitable que este período la economía argentina culmine con una recesión de 1,8%.
En cuanto a la situación fiscal, el Fondo espera que la economía modere levemente los números de déficit primario, que quedarán en 5,6% para este año y 5,1%, para el próximo, donde la deuda pública bruta total se mantendrá en cerca de 50% del Producto Bruto Interno (PBI). El gasto primario, aun permanecerá alto, en alrededor de 38% para este año, y en 37,4% para el próximo.
Respecto de la inflación, expresó que el nivel de diciembre de 2017 culminará con un aumento de 20% respecto de fines de este año, con una inflación promedio de 23%, “que resulta más alta que la interanual, dado que los precios se están desacelerando”, aclaró.
Respecto de la inversión, Nigel Chalk, experto en los números del país, estima un crecimiento de 2,7%.
La conferencia tuvo lugar mientras la delegación argentina que encabeza el ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat-Gay, estuvo participando de la Asamblea Plenaria del Fondo Monetario Internacional, y el secretario de Finanzas, Luis Caputo, se encuentra en reuniones con inversores internacionales a puertas cerradas.
El contexto en que se desarrollan las reuniones de los popes de la finanzas mundiales es de una preocupación por el impacto a mediano plazo del Brexit, el proteccionismo mundial, y los resultados del debate de la campaña electoral de Estados Unidos al respecto, temor que se agudiza en un escenario en el que prevalezca Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
Estos puntos quedaron reflejados -el último de manera implícita pero se escucha con fuera en los pasillos- en los textos oficiales de las reuniones del G-24, de países en desarrollo, y del G-20, de países más desarrollados, en las que participó Prat-Gay. (Télam)