06 Octubre 2016
DIDÁCTICO. David Gross brindó una charla en clave de divulgación sobre el nutrido legado de Albert Einstein. la gaceta / foto de inés quinteros orio
Recorrer 100 años de ecuaciones, teorías, experimentos y alcances de los postulados de Albert Einstein, en menos de dos horas, es una buena tarea para un premio Nobel de la Física. Y eso es lo que hizo ayer en el teatro Mercedes Sosa David Gross: más que una conferencia, el físico galardonado en 2004 brindó una clase magistral de física, titulada “El legado perdurable de Albert Einstein. A 100 años de la Teoría General de la Relatividad”.
Si es que en la física pueden caber las casualidades, quien ofició de traductor durante la charla fue el profesor Constantino Grosse, docente de la Universidad Nacional de Tucumán. El chiste obligado sobre la similitud de sus apellidos estuvo a cargo del propio conferencista y ahí arrancó las primeras carcajadas de un auditorio tan lleno como heterogéneo: en esta clase para físicos había desde estudiantes de carreras científicas hasta futuras maestras jardineras, enfermeros y docentes especiales. Ellos fueron los primeros en abandonar la sala cuando Gross, a media hora de comenzada su charla, ya avanzaba sobre el principio de equivalencia descripto por Einstein en 1907, uno de los caminos que lo llevó a su Teoría General de la Relatividad.
Hubo quienes esperaron que el Nobel de Física llevara al escenario sus experiencias, y que encendiera la mecha de la pasión por las ciencias puras a partir de su propia carrera hacia el premio más esperado por un investigador. De hecho, ese fue el anhelo y la invitación de Juan Pablo Lichtmajer, ministro de Educación de la Provincia, cuando abrió el telón de esta conferencia enmarcada en la 101ª Reunión de la Asociación Física Argentina, que tuvo como anfitriona a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. “Una charla de este tipo nos inspira, nos cambia la visión del mundo. Esperamos que eso suceda hoy”, dijo el funcionario. Pero, cuando tomó el micrófono, Gross anticipó: “no voy a hablar de mi trabajo, voy a hablar sobre uno de mis héroes”.
El legado
Después de pedir a los asistentes que levantaran la mano los que entendieran inglés (apenas un 10% respondió de manera positiva), Gross comenzó a desgranar el camino recorrido por su héroe hasta llegar a la Teoría General de la Relatividad, los problemas que se encontró en el camino y hasta el enorme golpe de suerte que tuvo en 1914 cuando la Primera Guerra Mundial impidió que saliera la expedición que comprobaría su teoría durante la observación astronómica de un eclipse de sol. “Si esa expedición salía, Einstein no hubiera sido quien fue, porque había un error en sus cálculos. Las expediciones saliron recién en 1919 y hasta esa fecha Einstein había corregido las cifras. Ahí sí, se comprobó sus predicciones”, describió el Nobel 2014.
Precisamente, la importancia de las predicciones desde la física pura es uno de los principales legados que destaca Gross dentro del repertorio de aportes del físico alemán. “Hay tres cosas que modificaron para siempre las ciencias, y que fueron revoluciones de Einstein: primero, que la relación espacio-tiempo es dinámica; segundo, la cosmología de la física, la física dejó de ser algo meramente descriptivo para volverse algo también predictivo; y, tercero, el esfuerzo que puso hasta el final de sus días en construir una teoría unificada de la física, que contemplara todas las leyes en una sola. No lo logró, pero nosotros estamos tratando de lograrlo”, fueron las palabras del físico que, a fines del año pasado, en una entrevista con www.bbvaopenmind.com sostuvo: “Todas las teorías por las que recibimos premios Nobel serán reemplazadas”.
Einstein y los GPS
Trayendo más al presente el legado inagotable de Einstein, Gross describió el proyecto LIGO (Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser), que el 14 de septiembre del año pasado logró comprobar la existencia de las ondas gravitacionales verificando una vez más los postulados de Einstein en la Teoría General de la Relatividad, proyecto en el que trabajó de manera sustancial la argentina Gabriela González. (Ver “La computadora saltó y no podíamos creerlo)
El científico mencionó además el fenómeno conocido como “Corrimiento al rojo” (Red shift, en inglés), también anunciado por Einstein y verificado recién en 1959.
Este corrimiento al rojo gravitacional (conocido como efecto Einstein), resulta de la dilatación del tiempo que ocurre cerca de objetos con masa, de acuerdo con la Relatividad General.
“Ese ha sido un aporte findamental a la tecnología del GPS, que deben hacer una permanente corrección debito a este fenómeno, porque de otro modo los relojes atómicos de los satélites se desincronizarían, y los aparatos darían errores de hasta 100 metros de distancia. Sepan que cada vez que ustedes usan Google Maps están verificando la Teoría General de la Relatividad de Einstein”, ejemplificó.
Si es que en la física pueden caber las casualidades, quien ofició de traductor durante la charla fue el profesor Constantino Grosse, docente de la Universidad Nacional de Tucumán. El chiste obligado sobre la similitud de sus apellidos estuvo a cargo del propio conferencista y ahí arrancó las primeras carcajadas de un auditorio tan lleno como heterogéneo: en esta clase para físicos había desde estudiantes de carreras científicas hasta futuras maestras jardineras, enfermeros y docentes especiales. Ellos fueron los primeros en abandonar la sala cuando Gross, a media hora de comenzada su charla, ya avanzaba sobre el principio de equivalencia descripto por Einstein en 1907, uno de los caminos que lo llevó a su Teoría General de la Relatividad.
Hubo quienes esperaron que el Nobel de Física llevara al escenario sus experiencias, y que encendiera la mecha de la pasión por las ciencias puras a partir de su propia carrera hacia el premio más esperado por un investigador. De hecho, ese fue el anhelo y la invitación de Juan Pablo Lichtmajer, ministro de Educación de la Provincia, cuando abrió el telón de esta conferencia enmarcada en la 101ª Reunión de la Asociación Física Argentina, que tuvo como anfitriona a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT. “Una charla de este tipo nos inspira, nos cambia la visión del mundo. Esperamos que eso suceda hoy”, dijo el funcionario. Pero, cuando tomó el micrófono, Gross anticipó: “no voy a hablar de mi trabajo, voy a hablar sobre uno de mis héroes”.
El legado
Después de pedir a los asistentes que levantaran la mano los que entendieran inglés (apenas un 10% respondió de manera positiva), Gross comenzó a desgranar el camino recorrido por su héroe hasta llegar a la Teoría General de la Relatividad, los problemas que se encontró en el camino y hasta el enorme golpe de suerte que tuvo en 1914 cuando la Primera Guerra Mundial impidió que saliera la expedición que comprobaría su teoría durante la observación astronómica de un eclipse de sol. “Si esa expedición salía, Einstein no hubiera sido quien fue, porque había un error en sus cálculos. Las expediciones saliron recién en 1919 y hasta esa fecha Einstein había corregido las cifras. Ahí sí, se comprobó sus predicciones”, describió el Nobel 2014.
Precisamente, la importancia de las predicciones desde la física pura es uno de los principales legados que destaca Gross dentro del repertorio de aportes del físico alemán. “Hay tres cosas que modificaron para siempre las ciencias, y que fueron revoluciones de Einstein: primero, que la relación espacio-tiempo es dinámica; segundo, la cosmología de la física, la física dejó de ser algo meramente descriptivo para volverse algo también predictivo; y, tercero, el esfuerzo que puso hasta el final de sus días en construir una teoría unificada de la física, que contemplara todas las leyes en una sola. No lo logró, pero nosotros estamos tratando de lograrlo”, fueron las palabras del físico que, a fines del año pasado, en una entrevista con www.bbvaopenmind.com sostuvo: “Todas las teorías por las que recibimos premios Nobel serán reemplazadas”.
Einstein y los GPS
Trayendo más al presente el legado inagotable de Einstein, Gross describió el proyecto LIGO (Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser), que el 14 de septiembre del año pasado logró comprobar la existencia de las ondas gravitacionales verificando una vez más los postulados de Einstein en la Teoría General de la Relatividad, proyecto en el que trabajó de manera sustancial la argentina Gabriela González. (Ver “La computadora saltó y no podíamos creerlo)
El científico mencionó además el fenómeno conocido como “Corrimiento al rojo” (Red shift, en inglés), también anunciado por Einstein y verificado recién en 1959.
Este corrimiento al rojo gravitacional (conocido como efecto Einstein), resulta de la dilatación del tiempo que ocurre cerca de objetos con masa, de acuerdo con la Relatividad General.
“Ese ha sido un aporte findamental a la tecnología del GPS, que deben hacer una permanente corrección debito a este fenómeno, porque de otro modo los relojes atómicos de los satélites se desincronizarían, y los aparatos darían errores de hasta 100 metros de distancia. Sepan que cada vez que ustedes usan Google Maps están verificando la Teoría General de la Relatividad de Einstein”, ejemplificó.
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Juan Pablo Lichtmajer