05 Octubre 2016
ESPECIALISTA. El mexicano Carlos Martínez tiene 25 años en la industria. FOX Networks
Carlos Martínez está al frente de un conglomerado de propuestas que reúne a 127 millones de fanáticos en América Latina a través de las redes sociales. El mexicano preside FOX Networks Group Latin América (empresa que reúne las señales FOX, FX, National Geographic, FOX+ y FOX Play, entre otras), que apuesta con producciones originales de la región a ocupar el centro de los programas pagos, y es contundente en su estrategia: “no hacemos ni vamos a hacer contenido gratis; todo será pago, porque lo que hacemos es bueno y tiene calidad”.
El empresario cumplió 25 años en los medios y en diálogo con LA GACETA borró las fronteras tecnológicas entre las distintas formas de acceder a sus contenidos. “Ya no existe lo lineal o lo no lineal, hay que quitarse esa división en la cabeza”, dijo.
- ¿De qué modo FOX diferencia las distintas plataformas?
- No nos enfocamos en la manera en que se ve un producto, sino en su contenido para poder desdoblarlo. Hay que ofrecerlo como la gente lo va a ver (TV, tablet o celular) y en el momento en que quiera hacerlo. Lo relevante es la manera en que la gente consume contenidos; nuestro fuerte es generar lo que se ve y el público va a tener que pagarlo.
- ¿Dónde queda lo gratuito?
- El contenido bueno se tiene que vender. Lo gratis no es bueno ni va a quedar en el tiempo. ¿Dónde lo paga y dónde lo ve? Donde él quiera: si quiere lineal, lo verá a la hora en que nosotros lo pongamos al aire; si quiere no lineal, será cuando él se conecte. Para lo otro está YouTube y los youtubers, que hacen cosas chistosas en su casa.
- ¿De qué modo impactan los cambios de consumo cultural?
- Nuestra industria se perdió en la discusión de quién se va a quedar con la televisión, cuando es un medio. Hace 15 años, se consumían cuatro horas de TV diaria en América Latina y una hora y media de radio. Hoy consume cuatro de radio, porque está más tiempo trasladándose en el auto, y ocho horas de contenidos, porque lo ven en cualquier lado. Antes tenían que llegar a su casa para verlo y compartir con los demás miembros de su familia; hoy se consume de manera personal y no grupal.
- ¿Qué diferencia a FOX de otras señales?
- Hay un espíritu emprendedor que no es fácil ni común tener. Lo más importante que tenemos en el área de producción es que somos muy tolerantes al fracaso. Cuando los creativos nos acercan ideas, como la de un dragón que cuesta millones de dólares, que vive en una villa junto a jóvenes que quieren ser famosos con la música, los apoyamos y salió “Cumbia ninja”; nadie sabe de qué género es, pero genera interés. Así surgieron también “Lynch”, “Tiempo final”, “Kdabra” y, en las próximas semanas, “Llámame Bruna”, “2091” y “Mars”. Debo confiar en mis creativos; si les corto las alas, van a hacer lo mismo que otros hacen. Debemos hacer algo distinto, que cuando la gente cuando piense en nuestra señal, piense en innovación. Si vas a hacer sólo lo seguro, es como tener el dinero en el banco a plazo fijo. Nos arriesgamos; sale bien, normal o mal, no hay opción.
- ¿Y cómo miden el resultado?
- Con una combinación de cuestiones: tiene que darte mucha presencia de marca a FOX y aportarle a su prestigio en el target al que te orientes, que es lo más importante. Hoy el rating no se mide sólo con quienes te ven en aire, sino los que te consumen por todas las vías que podemos medir: sabemos cuánta gente entra por Internet; cuánto tiempo se queda; si consume todo el episodio o no. La retroalimentación electrónica te va dando padrones y te permite saber si la serie está buena o no de un modo muy ágil.
- ¿Por qué no producen en la Argentina?
- Nuestra base de producción está en Colombia. Quisimos adquirir una productora en la Argentina, pero no ninguna se vendía. Sí compramos formatos argentinos y lo realizamos allá. El talento creativo es argentino en su mayoría, con producción colombiana; pero todo es cuestión de tiempo y espacio por el gran consumo argentino de televisión. Este país es el mayor de América Latina en cantidad de productores independientes que les venden sus programas a los canales de aire, a diferencia de Colombia o de México, donde los mismos canales producían sus series y no aceptaban nada de afuera, como Televisa o Caracol.
- ¿Les preocupan los cambios en las leyes de medios de comunicación en América Latina?
- No nos preocupa las reformas legales siempre y cuando las reglas sean parejas para todos y fomenten la inversión. Nuestro medio va creciendo de una manera importante y es lógico que los Gobiernos intenten y quieran regularizarlo. Nosotros tenemos reglas de autorregulación muy estrictas y las aplicamos, porque apuntamos a un estándar internacional; sabemos que un país puede estar más adelantado o más atrasado que otros, pero los principios fundamentales son los mismos en todo el mundo. Lo que pedimos es que toda ley sea justa y que nos permitan participar como industria, que nos tengan en cuenta y que no estén trabajando para un medio solamente. Es mejor tener un mundo regulado y con reglas claras que la ley de la selva.
El empresario cumplió 25 años en los medios y en diálogo con LA GACETA borró las fronteras tecnológicas entre las distintas formas de acceder a sus contenidos. “Ya no existe lo lineal o lo no lineal, hay que quitarse esa división en la cabeza”, dijo.
- ¿De qué modo FOX diferencia las distintas plataformas?
- No nos enfocamos en la manera en que se ve un producto, sino en su contenido para poder desdoblarlo. Hay que ofrecerlo como la gente lo va a ver (TV, tablet o celular) y en el momento en que quiera hacerlo. Lo relevante es la manera en que la gente consume contenidos; nuestro fuerte es generar lo que se ve y el público va a tener que pagarlo.
- ¿Dónde queda lo gratuito?
- El contenido bueno se tiene que vender. Lo gratis no es bueno ni va a quedar en el tiempo. ¿Dónde lo paga y dónde lo ve? Donde él quiera: si quiere lineal, lo verá a la hora en que nosotros lo pongamos al aire; si quiere no lineal, será cuando él se conecte. Para lo otro está YouTube y los youtubers, que hacen cosas chistosas en su casa.
- ¿De qué modo impactan los cambios de consumo cultural?
- Nuestra industria se perdió en la discusión de quién se va a quedar con la televisión, cuando es un medio. Hace 15 años, se consumían cuatro horas de TV diaria en América Latina y una hora y media de radio. Hoy consume cuatro de radio, porque está más tiempo trasladándose en el auto, y ocho horas de contenidos, porque lo ven en cualquier lado. Antes tenían que llegar a su casa para verlo y compartir con los demás miembros de su familia; hoy se consume de manera personal y no grupal.
- ¿Qué diferencia a FOX de otras señales?
- Hay un espíritu emprendedor que no es fácil ni común tener. Lo más importante que tenemos en el área de producción es que somos muy tolerantes al fracaso. Cuando los creativos nos acercan ideas, como la de un dragón que cuesta millones de dólares, que vive en una villa junto a jóvenes que quieren ser famosos con la música, los apoyamos y salió “Cumbia ninja”; nadie sabe de qué género es, pero genera interés. Así surgieron también “Lynch”, “Tiempo final”, “Kdabra” y, en las próximas semanas, “Llámame Bruna”, “2091” y “Mars”. Debo confiar en mis creativos; si les corto las alas, van a hacer lo mismo que otros hacen. Debemos hacer algo distinto, que cuando la gente cuando piense en nuestra señal, piense en innovación. Si vas a hacer sólo lo seguro, es como tener el dinero en el banco a plazo fijo. Nos arriesgamos; sale bien, normal o mal, no hay opción.
- ¿Y cómo miden el resultado?
- Con una combinación de cuestiones: tiene que darte mucha presencia de marca a FOX y aportarle a su prestigio en el target al que te orientes, que es lo más importante. Hoy el rating no se mide sólo con quienes te ven en aire, sino los que te consumen por todas las vías que podemos medir: sabemos cuánta gente entra por Internet; cuánto tiempo se queda; si consume todo el episodio o no. La retroalimentación electrónica te va dando padrones y te permite saber si la serie está buena o no de un modo muy ágil.
- ¿Por qué no producen en la Argentina?
- Nuestra base de producción está en Colombia. Quisimos adquirir una productora en la Argentina, pero no ninguna se vendía. Sí compramos formatos argentinos y lo realizamos allá. El talento creativo es argentino en su mayoría, con producción colombiana; pero todo es cuestión de tiempo y espacio por el gran consumo argentino de televisión. Este país es el mayor de América Latina en cantidad de productores independientes que les venden sus programas a los canales de aire, a diferencia de Colombia o de México, donde los mismos canales producían sus series y no aceptaban nada de afuera, como Televisa o Caracol.
- ¿Les preocupan los cambios en las leyes de medios de comunicación en América Latina?
- No nos preocupa las reformas legales siempre y cuando las reglas sean parejas para todos y fomenten la inversión. Nuestro medio va creciendo de una manera importante y es lógico que los Gobiernos intenten y quieran regularizarlo. Nosotros tenemos reglas de autorregulación muy estrictas y las aplicamos, porque apuntamos a un estándar internacional; sabemos que un país puede estar más adelantado o más atrasado que otros, pero los principios fundamentales son los mismos en todo el mundo. Lo que pedimos es que toda ley sea justa y que nos permitan participar como industria, que nos tengan en cuenta y que no estén trabajando para un medio solamente. Es mejor tener un mundo regulado y con reglas claras que la ley de la selva.
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