03 Octubre 2016
IRREDENTOS. El Frente Primero de las FARC dijo que no se desmovilizará.
Un trago amargo, una "mala sorpresa" que buena parte de los colombianos no termina de digerir. Así define la prensa colombiana el resultado negativo del plebiscito por el acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La periodista Oriana Garcés Morales (@OrianaGarces) lo refleja cuando dice que las palabras del presidente Juan Manuel Santos y las de Rodrigo Londoño Echeverri ("Timochenko"), el líder de las FARC, acerca de que se mantendrá el alto el fuego, llevaron algo de tranquilidad después de que se conocieron los números.
"Había mucho temor porque el protocolo indicaba que (si ganaba el 'No' al acuerdo) las partes debían dejar sus campamentos y (los combatientes) volverían a la clandestinidad. El discurso del presidente y el de Timochenko sobre el cese al fuego apunta a que no habrá enfrentamientos ni extorsiones", le dijo Garcés Morales a LA GACETA.
El acuerdo de paz fue atacado con fiereza desde el espacio político Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, y fue en las zonas donde el "uribismo" es fuerte donde ganó el "No".
Los argumentos para rechazar el acuerdo de paz, explicó la periodista colombiana, hicieron pie en la desinformación y en el prejuicio.
"El acuerdo incluía una perspectiva de género, porque las mujeres han sido las más victimizadas en este conflicto. Desde la oposición impulsaron la versión de que se iba a imponer 'la ideología de género' y 'la homosexualidad'", con lo que apelaron a lo más conservador de la población comentó.
Otro argumento para votar en contra fue que se asoció al acuerdo con la reforma tributaria, por lo que muchos se convencieron de que les subirían los impuestos.
La poca popularidad del gobierno fue un factor no menor a la hora de depositar el voto en el plebiscito, consideró Garcés Morales. "La votación se asoció a la figura de Santos y votar por el 'Sí' era como dar un apoyo al presidente", explicó la periodista colombiana.
Finalmente, pesó el tema de la impunidad. El acuerdo ofrecía amnistía a los guerrilleros que se sometieran al tribunal para la paz. Si accedían a contar toda la verdad, tendrían que cumplir penas de ocho años haciendo trabajos rurales y en granjas. De lo contrario, hubieran tenido que cumplir 20 años en cárceles comunes. Además, a partir de que entregaran todas las armas, podrían empezar el proceso para convertirse en fuerza política e integrarse al sistema institucional.
Contradictoriamente, en las regiones más golpeadas por el conflicto armado, como Bojayá ganó el "Sí" por un 95%. "Se demostró que, en los lugares donde hay más víctimas, se dijo sí a la paz -dijo la periodista-. En otros, como Santander, influenciado por el ELN (otro grupo guerrillero), ganó el 'No'".
La situación obliga a hacer pactos políticos, lo más rápido posible, consideró, porque la cúpula de las FARC puede impulsar la paz, pero las células locales tienen su propia lógica.
"Los casi 6.000 combatientes armados tienen que sostenerse durante estos meses, antes lo hacían con extorsiones y con el narcotráfico", indicó, y si se dilata la definición del acuerdo, puede volver a desatarse el conflicto.
El Frente Primero, por ejemplo, ya manifestó su disidencia con la dirección de las FARC. El domingo, pusieron un explsivo en una mesa de votación, en Barranquillita, departamento de el Guaviare.
La periodista Oriana Garcés Morales (@OrianaGarces) lo refleja cuando dice que las palabras del presidente Juan Manuel Santos y las de Rodrigo Londoño Echeverri ("Timochenko"), el líder de las FARC, acerca de que se mantendrá el alto el fuego, llevaron algo de tranquilidad después de que se conocieron los números.
"Había mucho temor porque el protocolo indicaba que (si ganaba el 'No' al acuerdo) las partes debían dejar sus campamentos y (los combatientes) volverían a la clandestinidad. El discurso del presidente y el de Timochenko sobre el cese al fuego apunta a que no habrá enfrentamientos ni extorsiones", le dijo Garcés Morales a LA GACETA.
El acuerdo de paz fue atacado con fiereza desde el espacio político Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, y fue en las zonas donde el "uribismo" es fuerte donde ganó el "No".
Los argumentos para rechazar el acuerdo de paz, explicó la periodista colombiana, hicieron pie en la desinformación y en el prejuicio.
"El acuerdo incluía una perspectiva de género, porque las mujeres han sido las más victimizadas en este conflicto. Desde la oposición impulsaron la versión de que se iba a imponer 'la ideología de género' y 'la homosexualidad'", con lo que apelaron a lo más conservador de la población comentó.
Otro argumento para votar en contra fue que se asoció al acuerdo con la reforma tributaria, por lo que muchos se convencieron de que les subirían los impuestos.
La poca popularidad del gobierno fue un factor no menor a la hora de depositar el voto en el plebiscito, consideró Garcés Morales. "La votación se asoció a la figura de Santos y votar por el 'Sí' era como dar un apoyo al presidente", explicó la periodista colombiana.
Finalmente, pesó el tema de la impunidad. El acuerdo ofrecía amnistía a los guerrilleros que se sometieran al tribunal para la paz. Si accedían a contar toda la verdad, tendrían que cumplir penas de ocho años haciendo trabajos rurales y en granjas. De lo contrario, hubieran tenido que cumplir 20 años en cárceles comunes. Además, a partir de que entregaran todas las armas, podrían empezar el proceso para convertirse en fuerza política e integrarse al sistema institucional.
Contradictoriamente, en las regiones más golpeadas por el conflicto armado, como Bojayá ganó el "Sí" por un 95%. "Se demostró que, en los lugares donde hay más víctimas, se dijo sí a la paz -dijo la periodista-. En otros, como Santander, influenciado por el ELN (otro grupo guerrillero), ganó el 'No'".
La situación obliga a hacer pactos políticos, lo más rápido posible, consideró, porque la cúpula de las FARC puede impulsar la paz, pero las células locales tienen su propia lógica.
"Los casi 6.000 combatientes armados tienen que sostenerse durante estos meses, antes lo hacían con extorsiones y con el narcotráfico", indicó, y si se dilata la definición del acuerdo, puede volver a desatarse el conflicto.
El Frente Primero, por ejemplo, ya manifestó su disidencia con la dirección de las FARC. El domingo, pusieron un explsivo en una mesa de votación, en Barranquillita, departamento de el Guaviare.
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