“Ahora, más que nunca, tengo que dar todo para que mi sueño se cumpla”

Eduardo Krasovitzky es tucumano, cantante y tiene 21 años. Su padre le regaló entradas para ver a uno de sus ídolos musicales y, sin siquiera imaginarlo, vivió la mejor noche de su vida.

Acompañado por su mamá y su primo, en la mañana del miércoles el tucumano llegó a Salta para disfrutar del recital que Cristian Castro brindaba en el estadio Delmi. Llegada la mitad del show, luego de intentar distintas maniobras para tener una mejor visión, Krasovitzky decidió acercarse a las vallas -que lo separaban del sector VIP- para tratar de conseguir un mejor lugar. “Mi mamá hablaba con los productores y chicos del estadio a ver si me podían hacer pasar”, dijo entre risas.

Entre idas y vueltas, una chica perteneciente al staff del cantante decidió ayudarlo a resaltar entre la multitud: “me pidió que escriba algo corto en su celular para mostrárselo a Cristian”. Y continuó: “estuvo como media hora moviendo la mano hasta que él la vio”.

Como se puede notar en el video, en medio de la canción “Volver a amar”, Castro agarra un celular y antes de soltarlo pide por “Edu”. “No podía creer que me estaba llamando”, comentó. El tucumano sube al escenario justo para el estribillo del tema y su ídolo le otorga el micrófono para que lo cante él mismo.

“No sé cómo me salió la voz. Tenía la garganta seca, como nunca”, aseguró.

Confiesa que durante su niñez se crió escuchando a los cantantes latinos del momento: Luis Miguel, Ricky Martin, David Bisbal, Chayanne y, por supuesto, Cristian Castro. “Él no se debe ni dar cuenta de lo que es para uno la emoción y la adrenalina de tenerlo cerca”, expresó.

“Es la primera vez que lo veo en vivo y nunca imaginé que terminaría así”, comentó. Krasovitzky es reconocido en la provincia por cantar clásicos latinos de los ’90, la música con la que afirma identificarse.

Tras el show, las repercusiones positivas para el cantante tucumano fueron muchas. Ni bien salió del recital, los presentes le pidieron autógrafos, fotos y hasta cerró un par de presentaciones en algunos de los famosos bares del centro salteño.

“Mi sueño ahora es brindarle a la gente lo que me brindó toda mi vida Cristian. Quiero que reconozcan Tucumán, a través de mi sueño. Ahora, más que nunca, tengo que darlo todo por cumplirlo”, concluyó.