30 Septiembre 2016
Ibarra: “queremos que el Estado sea de toda la sociedad”
El ministro pidió concursos para la selección de cargos jerárquicos Politólogos, funcionarios y estudiantes intercambiaron ideas sobre los desafíos que el tiempo del Bicentenario plantea a la esfera estatal. El catedrático Przeworski analizó las elecciones mientras que el ministro Ibarra abogó por los concursos públicos.
BOLETA ÚNICA Y CONCURSOS PÚBLICOS. Néstor Ibarra, ministro de Modernización, conversa con LA GACETA. la gaceta / fotos de antonio ferroni
Es la primera vez que Andrés Ibarra viene a Tucumán para hacer planes de modernización. “Firmamos con el gobernador (Juan Manzur) el acuerdo marco de colaboración y el acuerdo específico para el desarrollo de gestión del expediente electrónico”, informó. Como quien sueña despierto, el ministro de Modernización de la Nación dijo que, si volviese en cinco o seis meses, le gustaría ver hechos. “Algunos cambios serán rápidos, como el programa ‘País Digital’, que ofrece wi fi público, páginas web y plataformas de atención ciudadana a municipios que no tienen nada de esto. Podemos empezar a ver avances inmediatos en ese campo”, explicó ayer antes de disertar en el Coloquio “Estado, gestión y políticas públicas”.
Ibarra juzgó imprescindible la sanción de dos leyes de las que la provincia carece: acceso a la información y ética pública (el miércoles, Manzur se comprometió a promover una iniciativa). “Son eslabones esenciales del gobierno abierto”, afirmó.
-¿En qué situación está Tucumán respecto del uso de la tecnología para la función estatal?
-La realidad de las provincias y de los municipios es muy dispar. Por ejemplo, hoy (por ayer) me contaban que finalmente introdujeron el recibo de sueldo electrónico en la administración pública. Pero falta mucho en materia de trámites sin papel y por la web, y de firma digital.
-¿Cómo será el desembarco de la boleta única electrónica en provincias habituadas al método tradicional de votación?
-Nosotros queremos dar viabilidad al voto por medio de la boleta electrónica para que no haya posibilidad de que el sufragio sea usado o modificado. Esta modalidad será aplicada en las elecciones nacionales, siempre que sea aprobada la ley (que el Poder Ejecutivo de la Nación envió al Congreso). Desembarcaremos con el equipamiento necesario para, si es posible, usar la boleta electrónica en el turno electoral de 2017. Esperamos que, con la tecnología bien aplicada, desaparezcan algunos vicios de la vieja política.
-¿Considera que esa modalidad terminará siendo implementada también para las elecciones provinciales?
-Totalmente. No hay razones de diseño objetivas que lo impidan: en todo caso, es decisión política. En Brasil, la tecnología permitió incorporar al llamémosle “mercado del voto” a gente que antes no votaba. Si hacemos bien las cosas, simplificaremos la votación. Desaparecerán las cosas raras: sería un gran logro para la Argentina, un síntoma de que estamos creciendo.
-La tecnología aplicada a los comicios tiene detractores. Algunos países incluso dieron marcha atrás...
-Se habla muchísimo. En el mundo hay de todo: algunos retrocedieron y otros avanzaron. La boleta única electrónica, para nuestra cultura que aún valora el papel, es una buena solución en la medida en la que hagamos bien los deberes y preservemos la seguridad. Hoy, aún con el voto de papel, hay transmisión de datos y tecnología, que también es vulnerable. Ni qué hablar lo vulnerable que es el uso del papel. Con la boleta electrónica incorporamos la pantalla táctil y un procesador que emite una boleta, que luego debe ser depositada en una urna. La boleta tiene un chip seguro, que elimina los errores del escrutinio parcial manual y el “truchaje”.
-¿Cómo hará para promover los concursos públicos en un Estado acostumbrado a distribuir los cargos “a dedo” o con criterios políticos?
-Al gobernador y a los representantes de las demás provincias les transmití el objetivo de concursar los puestos de alta dirección de la administración pública. Queremos que las provincias nos sigan e implementen concursos públicos abiertos y transparentes. Vamos a tratar de que haya un compromiso nacional. Es muy importante que el Estado sea jerarquizado por ese tipo de decisión: queremos que el Estado sea de toda la sociedad. Este año en la Nación habrá alrededor de 4.000 funcionarios escogidos por concursos que ya estaban iniciados. El año próximo seguiremos y la idea es que en nuestro período más del 50% de la alta dirección de la administración pública sea concursada.
-¿Qué incentivos hay para que jurisdicciones como Tucumán se sumen a esa meta?
-Si buscamos realmente reimplantar los valores de la democracia, de la institucionalidad y de la república, la recreación del Estado debe ser un objetivo fundamental. Necesitamos un sector público transparente, inclusivo y eficaz, que sirva a la población con prestaciones de calidad. No podemos hacer que el Estado sea un instrumento al servicio de la mala política. Cuando un partido gana las elecciones, por supuesto que adquiere el derecho de fijar una estrategia, pero, ¿por qué el Estado no va a tener sus planes y objetivos perfectamente medibles? Nosotros queremos un Estado con vida propia, más allá de que la política lo enmarque en una estrategia de gobierno. La mayor parte de la administración de ese Estado debe estar en manos de integrantes de la sociedad civil seleccionados por medio de concursos. Y vamos a hacerlo.
Ibarra juzgó imprescindible la sanción de dos leyes de las que la provincia carece: acceso a la información y ética pública (el miércoles, Manzur se comprometió a promover una iniciativa). “Son eslabones esenciales del gobierno abierto”, afirmó.
-¿En qué situación está Tucumán respecto del uso de la tecnología para la función estatal?
-La realidad de las provincias y de los municipios es muy dispar. Por ejemplo, hoy (por ayer) me contaban que finalmente introdujeron el recibo de sueldo electrónico en la administración pública. Pero falta mucho en materia de trámites sin papel y por la web, y de firma digital.
-¿Cómo será el desembarco de la boleta única electrónica en provincias habituadas al método tradicional de votación?
-Nosotros queremos dar viabilidad al voto por medio de la boleta electrónica para que no haya posibilidad de que el sufragio sea usado o modificado. Esta modalidad será aplicada en las elecciones nacionales, siempre que sea aprobada la ley (que el Poder Ejecutivo de la Nación envió al Congreso). Desembarcaremos con el equipamiento necesario para, si es posible, usar la boleta electrónica en el turno electoral de 2017. Esperamos que, con la tecnología bien aplicada, desaparezcan algunos vicios de la vieja política.
-¿Considera que esa modalidad terminará siendo implementada también para las elecciones provinciales?
-Totalmente. No hay razones de diseño objetivas que lo impidan: en todo caso, es decisión política. En Brasil, la tecnología permitió incorporar al llamémosle “mercado del voto” a gente que antes no votaba. Si hacemos bien las cosas, simplificaremos la votación. Desaparecerán las cosas raras: sería un gran logro para la Argentina, un síntoma de que estamos creciendo.
-La tecnología aplicada a los comicios tiene detractores. Algunos países incluso dieron marcha atrás...
-Se habla muchísimo. En el mundo hay de todo: algunos retrocedieron y otros avanzaron. La boleta única electrónica, para nuestra cultura que aún valora el papel, es una buena solución en la medida en la que hagamos bien los deberes y preservemos la seguridad. Hoy, aún con el voto de papel, hay transmisión de datos y tecnología, que también es vulnerable. Ni qué hablar lo vulnerable que es el uso del papel. Con la boleta electrónica incorporamos la pantalla táctil y un procesador que emite una boleta, que luego debe ser depositada en una urna. La boleta tiene un chip seguro, que elimina los errores del escrutinio parcial manual y el “truchaje”.
-¿Cómo hará para promover los concursos públicos en un Estado acostumbrado a distribuir los cargos “a dedo” o con criterios políticos?
-Al gobernador y a los representantes de las demás provincias les transmití el objetivo de concursar los puestos de alta dirección de la administración pública. Queremos que las provincias nos sigan e implementen concursos públicos abiertos y transparentes. Vamos a tratar de que haya un compromiso nacional. Es muy importante que el Estado sea jerarquizado por ese tipo de decisión: queremos que el Estado sea de toda la sociedad. Este año en la Nación habrá alrededor de 4.000 funcionarios escogidos por concursos que ya estaban iniciados. El año próximo seguiremos y la idea es que en nuestro período más del 50% de la alta dirección de la administración pública sea concursada.
-¿Qué incentivos hay para que jurisdicciones como Tucumán se sumen a esa meta?
-Si buscamos realmente reimplantar los valores de la democracia, de la institucionalidad y de la república, la recreación del Estado debe ser un objetivo fundamental. Necesitamos un sector público transparente, inclusivo y eficaz, que sirva a la población con prestaciones de calidad. No podemos hacer que el Estado sea un instrumento al servicio de la mala política. Cuando un partido gana las elecciones, por supuesto que adquiere el derecho de fijar una estrategia, pero, ¿por qué el Estado no va a tener sus planes y objetivos perfectamente medibles? Nosotros queremos un Estado con vida propia, más allá de que la política lo enmarque en una estrategia de gobierno. La mayor parte de la administración de ese Estado debe estar en manos de integrantes de la sociedad civil seleccionados por medio de concursos. Y vamos a hacerlo.