28 Septiembre 2016
LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO
Las "mulas" que fueron detenidas ayer en el megaoperativo que derivó en la detención de Rogelio "El Gordo" Villalba siguen sin evacuar la droga que tendrían en el interior de su cuerpo.
A los sospechosos, según trascendió, se les realizarían radiografías abdominales para determinar si tienen drogas en su cuerpo. Sin embargo, los pesquisas no son optimistas: estas personas suelen tomar los recaudos necesarios para evitar que las cápsulas sean detectadas mediante este estudio.
La pareja detenida ayer en La Terminal por personal de La División Drogas Peligrosas de la Policía Federal especula para que no le encuentren la droga. Según los especialistas, pueden resistir hasta cuatro días antes de que revienten las cápsulas y se mueran de sobredosis.
Los acusados no saben que existen escuchas telefónicas donde ellos habrían arreglado con el "Gordo Rogelio" el traslado de al menos 1,5 kilo de pasta base. Tampoco advirtieron que un policía infiltrado los acompañó desde que se subieron al micro en Orán y hasta que descendieron en esta ciudad. Por eso, el juez Federal Daniel Bebas ordenó su detención.
En el expediente judicial aparece que los arrestados forman parte de una familia dedicada al narcotráfico. Ellos compran la droga en Bolivia y luego la trasladan hasta el lugar donde se encuentran los clientes.
La pareja, según los investigadores, tiene mucha experiencia en este tipo de trabajo. Ella tiene pedido de captura internacional y él fue expulsado de Argentina (es boliviano) por sus antecedentes. Ambos e encuentran detenidos en un hospital público y, si no expulsan las drogas que tendrían en su interior, serán enviados a celdas comunes. Su hijo de dos años está alojado en una institución de bien público hasta tanto se defina su destino.
La pareja detenida ayer en La Terminal por personal de La División Drogas Peligrosas de la Policía Federal especula para que no le encuentren la droga. Según los especialistas, pueden resistir hasta cuatro días antes de que revienten las cápsulas y se mueran de sobredosis.
Los acusados no saben que existen escuchas telefónicas donde ellos habrían arreglado con el "Gordo Rogelio" el traslado de al menos 1,5 kilo de pasta base. Tampoco advirtieron que un policía infiltrado los acompañó desde que se subieron al micro en Orán y hasta que descendieron en esta ciudad. Por eso, el juez Federal Daniel Bebas ordenó su detención.
En el expediente judicial aparece que los arrestados forman parte de una familia dedicada al narcotráfico. Ellos compran la droga en Bolivia y luego la trasladan hasta el lugar donde se encuentran los clientes.
La pareja, según los investigadores, tiene mucha experiencia en este tipo de trabajo. Ella tiene pedido de captura internacional y él fue expulsado de Argentina (es boliviano) por sus antecedentes. Ambos e encuentran detenidos en un hospital público y, si no expulsan las drogas que tendrían en su interior, serán enviados a celdas comunes. Su hijo de dos años está alojado en una institución de bien público hasta tanto se defina su destino.
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