La escena parece digna de una película de acción, pero el escenario es real. En un impresionante operativo, más de 250 uniformados de fuerzas nacionales están allanando más de 30 casas en el barrio La Costanera para desbaratar una de las redes más grandes de narcomenudeos.
En el lugar llama la atención el movimiento del personal policial y cómo llegaron preparados para realizar el operativo. Todos los efectivos (Policía Federal, Gendarmería Nacional y Policía de Tucumán) están armados hasta los dientes con armas cortas y fusiles de asalto.
Sucede que los uniformados tenían información de que las personas a las que se iba a allanar tenían un buen poder de fuego; incluso lograron establecer, gracias a escuchas telefónicas, que los sospechosos tenían en su poder un AK-47.
Hasta el momento se secuestró un kilo de pasta base lista para procesar, estirar. Eso, de acuerdo con la calidad de droga que manejaba esta banda, podrían hacer como siete kilos de cocaína de baja pureza. De todas maneras, están buscando los lugares donde estiraban la droga y los kiosocos donde la vendían.