25 Septiembre 2016
DIEGO CAGNA / ANALÍA JARAMILLO
El arranque que tuvo San Martín en esta temporada de la Primera B Nacional no lo imaginaba ni el más pesimista en Bolívar y Pellegrini.
Sin victorias luego de cuatro fechas jugadas y con dos derrotas en fila en las últimas dos presentaciones, el equipo dirigido por Diego Cagna parece haber ingresado en la nebulosa luego de lograr el ascenso desde el Federal y derrotar categóricamente a Atlético en los clásicos de invierno por la “Copa Bicentenario”.
El “Santo” aún no encontró el rumbo en la nueva categoría. Nunca logró el equilibrio que todo equipo necesita para ser protagonista de un torneo y lo pagó carísimo. Tuvo altas y bajas en su rendimiento durante los 360 minutos que lleva disputados; y la situación se tornó algo dramática, porque la presión que ejerce entre sus hinchas el último lugar de las posiciones y la tabla de promedios así lo genera.
Sin embargo, de acuerdo a lo que se dice puertas adentro en La Ciudadela, el crédito sigue abierto. Así lo dejó en claro el entrenador en un mano a mano con LG Deportiva luego de la práctica de ayer.
Aprovechando el inesperado receso en el fútbol en la categoría debido al paro de los clubes, Cagna y sus pupilos podrán corregir detalles para tratar de enderezar la nave, de una vez por todas, y transformarse en un equipo protagonista del torneo.
- ¿En qué momento llegó este parate? ¿Es positivo o negativo para el equipo?
- Tiene pros y contras, pero no podemos hacer nada. Hablamos un montón de veces del caos que es el fútbol argentino y siguen sucediendo este tipo de cosas. Hay que aceptarlas; no queda otra.
- Con la mente más fría luego de la última derrota, ¿pudo encontrar el por qué de un arranque que, me imagino, es inesperado?
- Lo que pasa es que no logramos una regularidad y lo pagamos. Hubo momentos en los que jugamos bien, creamos situaciones pero concretamos muy poco. Para colmo tuvimos otros momentos en los que no jugamos bien; por ejemplo los primeros tiempos con Argentinos y Chacarita, y el complemento en Misiones, donde tuvimos siete minutos fatales con dos goles en contra (uno en off-side) y una expulsión. Ese tipo de cosas hicieron que el equipo se descontrolara. Es cierto que es algo que no tiene que sucedernos, pero lamentablemente lo sufrimos.
- ¿La idea es volver al nivel mostrado en los clásicos de pretemporada?
- Es que en algunos pasajes logramos ese nivel. Con Argentinos pudimos levantar un partido que estaba muy cuesta arriba. En el segundo tiempo del partido con Chacarita los superamos claramente, pero fallamos en el último toque y después terminamos perdiendo 2 a 0 en una contra. A Instituto lo superamos todo el encuentro y no pudimos ganarle. Además, creo que el primer tiempo contra Crucero fue muy bueno, tuvimos cuatro o cinco jugadas clarísimas para convertir pero fallamos. Eso demuestra que no es que jugamos mal todos los partidos. Tuvimos un buen partido contra Instituto y después tiempos buenos y malos con el resto de los equipos. Debemos encontrar una regularidad. Hubo momentos en los que jugamos bien, así que no es que somos un desastre. Hay que mantener el buen nivel por más tiempo y cuando se presentan las chances para convertir, debemos concretarlas. Porque si no, se hace muy difícil.
- ¿Cómo se corrige este mal arranque?
- Con una victoria. Es esencial ganar, importantísimo, mucho más en este momento. Creo que hasta diría que hay que ganar sin importar cómo se juegue. Igualmente creo que si lo hacemos como en el partido contra Instituto o como en esos pasajes buenos que hicimos, vamos a tener muchas más chances de conseguir una victoria. Pero ahora sólo tenemos que pensar en sumar de a tres. No queda otra alternativa.
- ¿La confianza es lo último que pierde? ¿Sigue el crédito y la confianza abierta con sus jugadores?
- Totalmente. Aparte no somos un equipo que no ha jugado bien o uno a los que los rivales lo hayan pasado por encima. Entonces eso da la pauta de que el equipo responde, tiene muchas ganas, se lo ve bien y cuando ve adversidad se recupera e intenta dar vuelta las cosas lo más rápido posible. Eso es positivo, mucho más en este momento. Pero tenemos que aprovechar esos pasajes de los partidos en donde somos superiores a nuestro rival. Esa es la manera de comenzar a ganar.
Sin victorias luego de cuatro fechas jugadas y con dos derrotas en fila en las últimas dos presentaciones, el equipo dirigido por Diego Cagna parece haber ingresado en la nebulosa luego de lograr el ascenso desde el Federal y derrotar categóricamente a Atlético en los clásicos de invierno por la “Copa Bicentenario”.
El “Santo” aún no encontró el rumbo en la nueva categoría. Nunca logró el equilibrio que todo equipo necesita para ser protagonista de un torneo y lo pagó carísimo. Tuvo altas y bajas en su rendimiento durante los 360 minutos que lleva disputados; y la situación se tornó algo dramática, porque la presión que ejerce entre sus hinchas el último lugar de las posiciones y la tabla de promedios así lo genera.
Sin embargo, de acuerdo a lo que se dice puertas adentro en La Ciudadela, el crédito sigue abierto. Así lo dejó en claro el entrenador en un mano a mano con LG Deportiva luego de la práctica de ayer.
Aprovechando el inesperado receso en el fútbol en la categoría debido al paro de los clubes, Cagna y sus pupilos podrán corregir detalles para tratar de enderezar la nave, de una vez por todas, y transformarse en un equipo protagonista del torneo.
- ¿En qué momento llegó este parate? ¿Es positivo o negativo para el equipo?
- Tiene pros y contras, pero no podemos hacer nada. Hablamos un montón de veces del caos que es el fútbol argentino y siguen sucediendo este tipo de cosas. Hay que aceptarlas; no queda otra.
- Con la mente más fría luego de la última derrota, ¿pudo encontrar el por qué de un arranque que, me imagino, es inesperado?
- Lo que pasa es que no logramos una regularidad y lo pagamos. Hubo momentos en los que jugamos bien, creamos situaciones pero concretamos muy poco. Para colmo tuvimos otros momentos en los que no jugamos bien; por ejemplo los primeros tiempos con Argentinos y Chacarita, y el complemento en Misiones, donde tuvimos siete minutos fatales con dos goles en contra (uno en off-side) y una expulsión. Ese tipo de cosas hicieron que el equipo se descontrolara. Es cierto que es algo que no tiene que sucedernos, pero lamentablemente lo sufrimos.
- ¿La idea es volver al nivel mostrado en los clásicos de pretemporada?
- Es que en algunos pasajes logramos ese nivel. Con Argentinos pudimos levantar un partido que estaba muy cuesta arriba. En el segundo tiempo del partido con Chacarita los superamos claramente, pero fallamos en el último toque y después terminamos perdiendo 2 a 0 en una contra. A Instituto lo superamos todo el encuentro y no pudimos ganarle. Además, creo que el primer tiempo contra Crucero fue muy bueno, tuvimos cuatro o cinco jugadas clarísimas para convertir pero fallamos. Eso demuestra que no es que jugamos mal todos los partidos. Tuvimos un buen partido contra Instituto y después tiempos buenos y malos con el resto de los equipos. Debemos encontrar una regularidad. Hubo momentos en los que jugamos bien, así que no es que somos un desastre. Hay que mantener el buen nivel por más tiempo y cuando se presentan las chances para convertir, debemos concretarlas. Porque si no, se hace muy difícil.
- ¿Cómo se corrige este mal arranque?
- Con una victoria. Es esencial ganar, importantísimo, mucho más en este momento. Creo que hasta diría que hay que ganar sin importar cómo se juegue. Igualmente creo que si lo hacemos como en el partido contra Instituto o como en esos pasajes buenos que hicimos, vamos a tener muchas más chances de conseguir una victoria. Pero ahora sólo tenemos que pensar en sumar de a tres. No queda otra alternativa.
- ¿La confianza es lo último que pierde? ¿Sigue el crédito y la confianza abierta con sus jugadores?
- Totalmente. Aparte no somos un equipo que no ha jugado bien o uno a los que los rivales lo hayan pasado por encima. Entonces eso da la pauta de que el equipo responde, tiene muchas ganas, se lo ve bien y cuando ve adversidad se recupera e intenta dar vuelta las cosas lo más rápido posible. Eso es positivo, mucho más en este momento. Pero tenemos que aprovechar esos pasajes de los partidos en donde somos superiores a nuestro rival. Esa es la manera de comenzar a ganar.
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