María Cecilia Jerez vio todo. Vio cuando su primo entró corriendo a la casa, apurado por el miedo. Vio cuando otro joven lo alcanzó con un cuchillo en la mano. Y vio cuando el homicida lo apuñaló en el pecho. También vio cuando el asesino salió enfurecido de la casa y desde la calle lanzaba amenazas mientras se alejaba. Por eso ayer, cuando velaban a Juan Marcelo Jerez, ella estaba petrificada. No podía creer que todo eso hubiera sucedido ante sus propios ojos.
Juan Marcelo se había ido con su hermana al centro de Lules, el miércoles a la tarde. Volvieron a su casa del barrio Colonia III alrededor de las 19. “Este chico (el homicida) se estaba drogando en la esquina. Cuando pasó mi primo, le pidió plata para comprar más droga. Mi primo le dijo que no y primero lo empujó y lo tiró al piso; después lo empezó a perseguir con un cuchillo en la mano; era un cuchillo muy grande”, describió la prima de la víctima.
Asustado por la furia del joven que lo perseguía, Juan Marcelo intentó refugiarse en la casa de su prima, que era la más cercana. “Estaba en el comedor cuando entraron los dos corriendo. Él (por el homicida) no le dijo nada: vino y lo apuñaló ahí, delante mío. Mi primo se fue a la pieza de mi mamá y no llegó ni a la cama, se cayó en el piso”, contó María Cecilia.
Aterrorizada, la joven le exigió al agresor que saliera de la casa. “Lo saqué afuera pero desde la calle me gritaba y me amenazaba, me decía que todos la íbamos a pasar mal”, contó la prima de la víctima. Ella y su hermano cargaron a Juan Marcelo en un taxi y lo llevaron al hospital de Lules. Había perdido mucha sangre porque lo hirieron en el pecho. Media hora después, los médicos les comunicaron su muerte.
Prófugo
A Juan Marcelo lo velaron en su casa. El cuerpo llegó ayer a la mañana, después de haber estado toda la noche en la morgue para que se practicara la autopsia. Cuando llegó el vehículo que traía sus restos, todos los vecinos se acercaron a recibirlo.
El joven tenía 23 años, vivía con sus padres en una vivienda humilde y trabajaba como ayudante de albañil. “Ahora estaba con una obra en Yerba Buena”, comentó su prima. Según sus palabras, el homicida ya había amenazado con matarlo en varias oportunidades. “A todo el mundo le anda pidiendo plata para comprar droga, en el barrio todos le tenemos miedo porque ya apuñaló a varias personas, pero así como entra a la cárcel sale”, agregó una vecina que se había acercado a darle el pésame a la familia. Esa versión fue confirmada por fuentes de la investigación, que ratificaron: “es verdad, ya había apuñalado a dos personas”.
El homicida, según coincidieron los vecinos con fuentes policiales, sería Diego Eduardo Ruiz. Tiene 20 años y vive en la esquina de la casa de la víctima. Ayer, mientras se desarrollaba el velorio, varios policías recorrían el barrio: intentaban atraparlo antes de que saliera de la provincia.
La Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, dirigida por Claudio Bonari, le encargó a la división Homicidios de la Policía que se hiciera cargo de la investigación del caso. Personal policial se encarga de esa tarea bajo las directivas de los comisarios Hugo Cabeza y Sergio Juárez.