22 Septiembre 2016
Un grupo de efectivos de la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos del sur, a cargo del comisario José Díaz, tenía la misión de entrar a un pasillo del Barrio Terminal de Concepción para allanar un taller mecánico, donde se creía que iban a encontrar una moto robada. Sin embargo, lo que allí hallaron fue cocaína fraccionada.
Con el apoyo de Infantería y Criminalística, los efectivos ingresaron al lugar a las 17.30 del martes. Luego de una larga búsqueda, se dieron cuenta de que allí no estaba la moto robada. Sin embargo, el operativo estaba lejos de terminar.
Es que los efectivos encontraron en el comedor una bolsa plástica abierta que en su interior tenía varios envoltorios con una sustancia blanca, similares a las bochitas de cocaína. En el mismo ambiente encontraron una bolsa de color negra que en su interior tenía una sustancia similar a la fraccionada. Por último, hallaron unos $ 32.000 y cerca de 70 proyectiles de distinto calibre.
Alertados por este descubrimiento, efectivos de la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) llegaron al lugar y solicitaron tres testigos. Uno de ellos eligió uno de los 74 envoltorios, que luego fue abierto. Al ser analizada la sustancia que contenía, dio positivo el resultado por cocaína. Lo mismo ocurrió con la sustancia que estaba compactada.
Por orden del juez federal Fernando Poviña, una mujer de 20 años y un hombre de 26, los dueños del lugar, quedaron detenidos. Sin embargo, antes de quedar tras las rejas, ella se sometió a estudio médicos, ya que se encuentra embarazada.
Con el apoyo de Infantería y Criminalística, los efectivos ingresaron al lugar a las 17.30 del martes. Luego de una larga búsqueda, se dieron cuenta de que allí no estaba la moto robada. Sin embargo, el operativo estaba lejos de terminar.
Es que los efectivos encontraron en el comedor una bolsa plástica abierta que en su interior tenía varios envoltorios con una sustancia blanca, similares a las bochitas de cocaína. En el mismo ambiente encontraron una bolsa de color negra que en su interior tenía una sustancia similar a la fraccionada. Por último, hallaron unos $ 32.000 y cerca de 70 proyectiles de distinto calibre.
Alertados por este descubrimiento, efectivos de la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) llegaron al lugar y solicitaron tres testigos. Uno de ellos eligió uno de los 74 envoltorios, que luego fue abierto. Al ser analizada la sustancia que contenía, dio positivo el resultado por cocaína. Lo mismo ocurrió con la sustancia que estaba compactada.
Por orden del juez federal Fernando Poviña, una mujer de 20 años y un hombre de 26, los dueños del lugar, quedaron detenidos. Sin embargo, antes de quedar tras las rejas, ella se sometió a estudio médicos, ya que se encuentra embarazada.