¡Esto es jugar limpio!

A contramano de su naturaleza brusca, el rugby siempre se enorgulleció de ser, más que un deporte, una escuela de valores aplicables a la vida en general, tales como el compañerismo, el respeto y la honestidad. El fenómeno expansivo de los últimos tiempos trajo consigo no sólo miles de nuevos practicantes, sino también hábitos externos, importados del fútbol, donde impera la picardía criolla y sacar ventaja de un error arbitral forma parte del juego.

Sin embargo, de vez en cuando el espíritu del rugby da muestras de buena salud en ciertos actos o gestos que, aunque debieran ser regla y no excepción, dejan un mensaje ejemplar. Pasó el fin de semana, durante un partido entre divisiones juveniles de Universitario y Lawn Tennis. Los entrenadores del equipo “Benjamín”, ubicados justo detrás de la hache, vieron que el penal hacia los palos ejecutado por el pateador de la “U” había certero, pese a que ninguno de los líneas había levantado su bandera. Cuando el árbitro ya había marcado salida de 25, los entrenadores del “Tennis” le informaron lo sucedido y le pidieron que convalidara los tres puntos para el rival, pese a que ello terminaría costándoles la derrota y prácticamente bajándolos de la pelea, ya que “Uni” ganó por un punto. Un gesto similar al de Sergio “Cachito” Vigil, entrenador de Las Leonas, quien durante un amistoso contra Alemania, en Tucumán, hizo convalidar un gol que el árbitro no había cobrado. Al final, Alemania ganó 2-1 y Argentina perdió un invicto de más de 20 partidos.

“Es un gesto que no se puede dejar pasar, porque habla de la lealtad y la honestidad, que son valores fundamentales del rugby”, destacó Federico Puerari, uno de los entrenadores de la M17 de Universitario. “Esa actitud hoy en día lamentablemente no es común en casi ningún aspecto de la vida. Hoy todo el mundo quiere sacar ventaja de donde puede. Eso que hicieron ellos representan los valores del deporte que amo”, resaltó Puerari.

Bernabé Alzabé, uno de los entrenadores de Lawn Tennis que hizo convalidar el penal, señaló: “no sabría decir si otros hubieran hecho lo mismo en nuestro lugar, pero me parece que de eso se trata el espíritu del rugby. De jugar limpiamente. Es importante dejar un mensaje, sobre todo en juveniles. Como entrenador, podés enseñar muchas cosas sobre el juego, pero las más importantes, las que realmente quedan, son estas. Porque más que jugadores, el rugby trata de formar hombres de bien”.