El grito de “no al paco” regresó a la plaza

Mercedes Nieva comenzó a llorar cuando se paró frente a la Casa de Gobierno. Tenía las manos cruzadas sobre la pechera que dice “no al paco” y que usa cuando marcha junto a La Hermandad de los Barrios (un colectivo de siete villas). “Acá estamos juntas”, intentó contenerla Petrona Pereira, pero las dos lloraron. Nieva y Pereira formaron parte ayer de la ceremonia que La Hermandad hizo junto a las Madres del Pañuelo Negro en la plaza Independencia para recordar a quienes fallecieron ahorcados, por sobredosis o en enfrentamientos con “dealers”.

El acto se convocó porque se cumplió un año de la muerte de Horacio Zamorano, de “El Sifón” (tenía 18 años, se ahorcó en una crisis de abstinencia) y un mes de la fallecimiento de Diego Correa, del barrio Antena -Alderetes- (tenía 29 años, murió por una sobredosis). La actividad había sido programada tras la última manifestación, en la que presentaron un petitorio al Gobierno. La semana pasada, funcionarios los invitaron a una reunión de la Mesa Interministerial contra el narcotráfico y las adicciones, encabezada por el secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin. En el encuentro las autoridades se comprometieron a trabajar en conjunto para resolver sus pedidos e informaron que ya tenían algunas respuestas. Entre ellas, una nueva sala para desintoxicación en el Obarrio y el aumento de camas para el centro de internación masculino Las Moritas.

“Queremos pedirle a la sociedad que se sume a La Hermandad, así todos los barrios con problemas reciban las mismas respuestas que nos prometieron, como grupos de psicólogos que aborden el problema en los barrios. También marchamos para denunciar que unos ‘soldaditos’ de ‘narcos’ amenazaron de muerte a Lía Ene, la madre de Diego Correa”, explicó Ángel Villagrán, referente de La Costanera.

“Apoyamos las manifestaciones democráticas porque es importante que la sociedad se movilice. Vamos a estar a la par de cada uno de nuestros chicos y madres. No nos parece que sea una marcha para dividir. Nos une el mismo reclamo y objetivo”, consideró el secretario de Adicciones, Matías Tolosa. El funcionario aseguró que trabajan con grupos vecinales para dar una respuesta integral al consumo de drogas, y ratificó la reunión programada por la Mesa de mañana en el barrio Perón de Banda del Río Salí.

Nieva explicó que en Villa Urquiza aumentaron los puntos de venta de cocaína y de “paco”. Contó que su hijo, Patricio (19), es adicto al “paco” y que no sabe cómo tratar con él. “Había logrado desintoxicarlo en el Obarrio, y lo trataron excelente, pero recayó”, sollozó. Pereira, de Villa 9 de Julio, la acompañó en el llanto. “Mi Samuel (26) se droga hace 11 años. No sé qué hacer para sacarlo. La Policía Federal no hace nada contra los ‘narcos’. Los chicos de siete años van a comprar pan y entregan la bolsa de la panadería a cambio de dosis de paco”, denunció.

Dora Ibáñez, madre de La Costanera, marchó con la foto de Cristian Villagra, su hijo. Él se ahorcó en 2010. Dos de los 15 nietos de Ibáñez, Cristian (20 años) y Fernando (22), también padecen por el consumo. “El sábado quiso suicidarse Fernando, gracias a Dios pudimos calmarlo”, lamentó Ibáñez.

Las Madres insistieron para que las reciban funcionarios. Ante la negativa, se encadenaron entre sí y se aferraron a la portón principal. Después de una hora, definieron una nueva marcha para la semana que viene.