12 Septiembre 2016
REY DE NUEVA YORK. El suizo Wawrinka venció sin atenuantes al N° 1 del mundo, y conquistó el último Gran Slam del año. reuters
NUEVA YORK.- El suizo Stanislas Wawrinka ratificó su gran momento: en un partido que se desarrolló en casi cuatro horas, barrió al serbio Novak Djokovic (6-7 (1-7), 6-4, 7-5 y 6-3), y conquistó el Abierto de tenis de Estados Unidos (EEUU). Con este título, alcanzó su tercer Grand Slam, tras ganar el Abierto de Australia, en 2014, y Roland Garros, en 2015. Curiosamente, a Djokovic le tocó sufrirlo en esos tres torneos: en Australia Wawrinka derrotó al serbio en cuartos de final; en Francia y, ahora, en EEUU, en la final.
Wawrinka, de 31 años y número 3 del ranking mundial, acumula 15 títulos en total, más un oro olímpico (Beijing 2008) y una Copa Davis (2015). Además, se quedó con las últimas 11 finales que disputó; de hecho, no pierde una definición desde el ATP de Hertogenbosch´s, en 2013 (frente al francés Nicolas Mahut).
Hasta hace pocos años, Wawrinka era considerado un jugador talentoso, pero inestable; opacado, además, por el brillo de su compatriota Roger Federer. Con el título de ayer ratificó la impresionante evolución, en una fase avanzada de su carrera.
Con el triunfo de ayer, Wawrinka dejó a Djokovic sin lo que hubiese sido su tercer Gran Slam del año. El suizo, además, privó al número 1 del mundo de alzar su 13° título de Grand Slam de su carrera, y su tercer US Open -incluso, defendía la corona-.
El serbio terminó el partido agotado y deshilachado, pidiendo varias veces la atención del trainer por molestas ampollas. El indestructible Wawrinka mostraba una imagen contraria: fortalecido después de todos los obstáculos que debió superar en el torneo, incluyendo el partido ante el británico Daniel Evans, en el que salvó un matchpoint.
Las molestias del 1
Tras haber logrado el ansiado título en Roland Garros, el balcánico quedó rápidamente eliminado de Wimbledon. Y durante este Abierto de EEUU, al que llegó con algunos problemas físicos en la muñeca y el codo, estuvo lejos de su mejor versión, más allá de haber llegado a la final. Este nuevo Wawrinka, que en cuartos de final había dejado en el camino a Juan Martín del Potro, parece un jugador capaz de todo y lo ratificó ayer, en Nueva York, donde volvió a dar un golpe que sacude al mundo del tenis. Y ayer ni el mejor de todos pudo hacer algo para detenerlo. (DPA)
Wawrinka, de 31 años y número 3 del ranking mundial, acumula 15 títulos en total, más un oro olímpico (Beijing 2008) y una Copa Davis (2015). Además, se quedó con las últimas 11 finales que disputó; de hecho, no pierde una definición desde el ATP de Hertogenbosch´s, en 2013 (frente al francés Nicolas Mahut).
Hasta hace pocos años, Wawrinka era considerado un jugador talentoso, pero inestable; opacado, además, por el brillo de su compatriota Roger Federer. Con el título de ayer ratificó la impresionante evolución, en una fase avanzada de su carrera.
Con el triunfo de ayer, Wawrinka dejó a Djokovic sin lo que hubiese sido su tercer Gran Slam del año. El suizo, además, privó al número 1 del mundo de alzar su 13° título de Grand Slam de su carrera, y su tercer US Open -incluso, defendía la corona-.
El serbio terminó el partido agotado y deshilachado, pidiendo varias veces la atención del trainer por molestas ampollas. El indestructible Wawrinka mostraba una imagen contraria: fortalecido después de todos los obstáculos que debió superar en el torneo, incluyendo el partido ante el británico Daniel Evans, en el que salvó un matchpoint.
Las molestias del 1
Tras haber logrado el ansiado título en Roland Garros, el balcánico quedó rápidamente eliminado de Wimbledon. Y durante este Abierto de EEUU, al que llegó con algunos problemas físicos en la muñeca y el codo, estuvo lejos de su mejor versión, más allá de haber llegado a la final. Este nuevo Wawrinka, que en cuartos de final había dejado en el camino a Juan Martín del Potro, parece un jugador capaz de todo y lo ratificó ayer, en Nueva York, donde volvió a dar un golpe que sacude al mundo del tenis. Y ayer ni el mejor de todos pudo hacer algo para detenerlo. (DPA)
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