“Llama subsuelo a lo que son dos pisos”

Un papel le sirve para explicar su postura. El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, sostiene una hoja entre sus manos e insta a su interlocutor a que imagine que se trata de un lote. “Cuando un empresario lo compra, dice: ‘yo quiero construir en todo el papel, porque es mío’. Si todos hacen lo mismo, llegamos al lugar en el que nos encontramos hoy”, prosigue. Y ese lugar -a decir suyo- es una ciudad sin calles públicas, con espacios comunes descuidados y donde se levantan edificios que excede el cemento permitido.

Campero acude a ese ejemplo para referirse a la clausura de un emprendimiento habitacional frente a la rotonda de Horco Molle. “Estamos sacando varios fallos así; esa no es la única obra clausurada. Pero sí causa sorpresa debido a su envergadura. La construcción ha sido girada. Y el empresario le llama subsuelo a lo que, en realidad, son dos pisos. Aquí había mucho desorden”, añade.

Hace unos días, el Tribunal de Faltas municipal clausuró la torre “Casonas del Corte”, localizada al final de la avenida Perón. En el acta se consigna que el edificio ha sido girado 180° y que la superficie relevada no coincide con la carpeta aprobada, entre otras observaciones. Desde la vereda contraria, el empresario Miguel de la Cruz Grandi refutó los cuestionamientos, pues le dijo a este diario, en esa ocasión, que, si bien “espejó” el edificio, lo hizo manteniendo el lugar y la superficie originales. Además -prosiguió-, la Municipalidad objeta que no se hayan cavado los subsuelos, como se consignaba en el proyecto. Explicó que no hubo demasiada excavación porque el terreno ya estaba hundido, pues era una cortadera de ladrillos. “Esta obra no tiene ningún misterio; no escondimos nada ni hubo mentiras. Estamos construyendo tal cual lo que habíamos consignado en los planos”, aseguró.

Campero dice que la obra está por encima de lo que establece el Código de Ordenamiento Urbano. “Les pedí a mis funcionarios que hagan cumplir las leyes”, expresa.