Los poemas de Atahualpa Yupanqui florecen en “Semilla del aire”

Los poemas de Atahualpa Yupanqui florecen en “Semilla del aire”

Llega a Tucumán tras una gira por México.

CUERPO EN MOVIMIENTO. Alejandra Valdés interpreta “Semilla del aire”. Prensa “Semilla del aire”.- CUERPO EN MOVIMIENTO. Alejandra Valdés interpreta “Semilla del aire”. Prensa “Semilla del aire”.-
08 Septiembre 2016

ACTÚAN HOY
• A las 22
en La Sodería (Juan Posse 1.141).

La magnífica obra de Atahualpa Yupanqui llega ahora a los escenarios como el eje dramático desde el que parte el Grupo Escaleno, de Rosario, para construir su espectáculo “Semilla del aire”. Hoy estará en La Sodería para ofrecer su producción, aplaudida recientemente en una gira por México tras haber recorrido casi toda la Argentina.

“Es un trabajo de danza teatro con una impronta identitaria. Se arribó a este producto desde una investigación minuciosa tanto de las partituras corporales, sonoras y visuales como del vestuario, las luces y los objetos para realizar una puesta que apele a la multiplicidad de sentidos. A partir de ahí, invitamos al público a los paisajes de lo sensible y de lo austero. Cada presentación nutre nuestra investigación continua, ya que es una obra permeable a los aportes del lugar”, precisa la directora Alicia Boggián, que condujo a la bailarina Alejandra Valdés en el proceso y que cuenta con música original de Alexis Perepelycia.

La inspiración original fue el poema de Yupanqui “Tiempo del hombre”, que remite “a la constante transformación en convivencia con el cosmos, habitando sus ciclos naturales”, señala Boggián. “Muchos filósofos y poetas tratan este tema, pero la cosmovisión del tiempo universal que aborda don Ata me pareció el apropiado para la investigación que veníamos haciendo. Cómo habitamos el tiempo era la pregunta. Al escribir el guión dramatúrgico me encontraba haciendo un laboratorio con un maestro japonés Atsuhi Takenuchi; lo escuchaba en sus exposiciones y me dije ‘todo esto ya lo se lo he escuchado a don Ata’. En las visiones de nuestras culturas ancestrales con las del Oriente había interesantes similitudes, como la idea de la humanidad como parte del universo y en permanente mutación con los elementos que la componen, lo que propone un enfoque ideológico”, añade.

Entre los componentes más fuertes aparece “el pasado en comunión con el presente y con el futuro y la natural transformación en convivencia con los elementos que habitan el cosmos, que fueron mojones de conceptos tomados del poema para trabajar con material histórico, recuerdos y vivencias de Valdés y su vinculación con los elementos naturales”, sostiene.


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