05 Septiembre 2016
MACRI Y XI JINPING. El presidente chino elogió la administración de Mauricio Macri. DYN
El presidente Mauricio Macri estimó hoy que la economía crecerá 3,5 % el año próximo y minimizó las críticas por la lentitud en la recuperación del país. Lo hizo con una ironía: "magos a Las Vegas, que está (David) Copperfield".
En declaraciones a radio Mitre desde China, adonde participó de la cumbre del G-20, el mandatario dijo además que la inflación de agosto será "uno coma algo" y se mostró a favor de seguir haciendo pactos sociales, económicos, por sectores. "La sumatoria de ellos va a ir confluyendo a que cada vez tengamos una agenda común más importante", aclaró.
"La Argentina estaba en recesión hace más de seis meses, estancada hace más de cuatro años. Pensar que íbamos a sincerar la economía y, a la vez, crecer inmediatamente, es un imposible", enfatizó el mandatario.
"Los líderes del mundo elogian lo que hemos hecho, porque consideran casi un milagro haber hecho el sinceramiento que se ha hecho, evitando la crisis económica a la cual iba la Argentina, y teniendo perspectivas positivas para el futuro. Las cosas, como lo dije el primer día, iban a ser secuenciales", expresó.
"En cada momento, dudaron de las cosas a las que me comprometí. Me comprometí a salir del cepo, y se salió a la semana; a cerrar el tema holdouts en semanas, y lo cerramos antes de marzo, cuando el consenso era que se necesitaba un año y medio; nos comprometimos a liberar las exportaciones, y se hizo; a cerrar el tema de los jubilados y lo hicimos", repasó.
En ese contexto, recordó que también se comprometió a que "en el segundo semestre iba a bajar drásticamente la inflación. Después se llegó a decir que dije que en el segundo semestre iba a haber una fiesta. Nunca dije eso, pero me comprometí y casi ninguno creía que en agosto íbamos a tener este índice de inflación que estamos por tener, que va a ser uno coma algo, o menos".
"Son secuencias. El haber dejado de caer y empezar a ver atisbos de recuperación en algunos sectores, como el campo, que está en una ebullición de inversión, la obra pública, que la logramos poner en marcha y hoy está a niveles cada mes mejores que el anterior, nos hace prever, y esto es el consenso de todos los economistas, sean oficialistas o de otros partidos, que el año que viene volvemos a crecer. Nosotros creemos que 3,5, otros más optimistas dicen más", subrayó.
"Este es el ciclo natural. Haber pensado que se iba a lograr algo distinto, me parece un poco creer en la magia y siempre dije: 'magos, a Las Vegas que ahí está Copperfield. Nosotros vamos a trabajar mucho, con criterio, honestidad y las cosas van a funcionar".
"Si uno se pone un año atrás y pensaba que íbamos a estar en este lugar, con los avances que hemos logrado tener, diría 'que increíble, me parecía imposible'; ahora, si te ponés a pensar en lo que nos falta, sentís una enorme necesidad y ansiedad, porque falta muchísimo. Hay que valorar lo que hemos hecho, y ojalá podamos seguir haciendo pactos sociales, económicos, por sector por lo menos", sostuvo.
A nivel general, el Presidente sostuvo que el país asiste "no a un cambio económico, sino a un cambio de valores, un cambio cultural, y se reafirma todos los días, depende de lo que hagamos cada uno. El cambio es mi responsabilidad liderarlo, pero todos nos tenemos que ir convenciendo de que se acabó la época de los atajos, la avivada y los líderes mesiánicos".
"Lo que cabe es que cada uno haga su máximo esfuerzo, la vida se construye de eso. Ese cambio cultural, frente a una década donde primó el facilismo, la negación, el destruir la cultura del trabajo, no se da de un día para el otro, pero noto un cambio de actitud en una mayoría importante de los argentinos; por supuesto hay otro grupo que no, que insiste en que el vivo gana, y si el vivo gana, perdemos todos", completó.
En declaraciones a radio Mitre desde China, adonde participó de la cumbre del G-20, el mandatario dijo además que la inflación de agosto será "uno coma algo" y se mostró a favor de seguir haciendo pactos sociales, económicos, por sectores. "La sumatoria de ellos va a ir confluyendo a que cada vez tengamos una agenda común más importante", aclaró.
"La Argentina estaba en recesión hace más de seis meses, estancada hace más de cuatro años. Pensar que íbamos a sincerar la economía y, a la vez, crecer inmediatamente, es un imposible", enfatizó el mandatario.
"Los líderes del mundo elogian lo que hemos hecho, porque consideran casi un milagro haber hecho el sinceramiento que se ha hecho, evitando la crisis económica a la cual iba la Argentina, y teniendo perspectivas positivas para el futuro. Las cosas, como lo dije el primer día, iban a ser secuenciales", expresó.
"En cada momento, dudaron de las cosas a las que me comprometí. Me comprometí a salir del cepo, y se salió a la semana; a cerrar el tema holdouts en semanas, y lo cerramos antes de marzo, cuando el consenso era que se necesitaba un año y medio; nos comprometimos a liberar las exportaciones, y se hizo; a cerrar el tema de los jubilados y lo hicimos", repasó.
En ese contexto, recordó que también se comprometió a que "en el segundo semestre iba a bajar drásticamente la inflación. Después se llegó a decir que dije que en el segundo semestre iba a haber una fiesta. Nunca dije eso, pero me comprometí y casi ninguno creía que en agosto íbamos a tener este índice de inflación que estamos por tener, que va a ser uno coma algo, o menos".
"Son secuencias. El haber dejado de caer y empezar a ver atisbos de recuperación en algunos sectores, como el campo, que está en una ebullición de inversión, la obra pública, que la logramos poner en marcha y hoy está a niveles cada mes mejores que el anterior, nos hace prever, y esto es el consenso de todos los economistas, sean oficialistas o de otros partidos, que el año que viene volvemos a crecer. Nosotros creemos que 3,5, otros más optimistas dicen más", subrayó.
"Este es el ciclo natural. Haber pensado que se iba a lograr algo distinto, me parece un poco creer en la magia y siempre dije: 'magos, a Las Vegas que ahí está Copperfield. Nosotros vamos a trabajar mucho, con criterio, honestidad y las cosas van a funcionar".
"Si uno se pone un año atrás y pensaba que íbamos a estar en este lugar, con los avances que hemos logrado tener, diría 'que increíble, me parecía imposible'; ahora, si te ponés a pensar en lo que nos falta, sentís una enorme necesidad y ansiedad, porque falta muchísimo. Hay que valorar lo que hemos hecho, y ojalá podamos seguir haciendo pactos sociales, económicos, por sector por lo menos", sostuvo.
A nivel general, el Presidente sostuvo que el país asiste "no a un cambio económico, sino a un cambio de valores, un cambio cultural, y se reafirma todos los días, depende de lo que hagamos cada uno. El cambio es mi responsabilidad liderarlo, pero todos nos tenemos que ir convenciendo de que se acabó la época de los atajos, la avivada y los líderes mesiánicos".
"Lo que cabe es que cada uno haga su máximo esfuerzo, la vida se construye de eso. Ese cambio cultural, frente a una década donde primó el facilismo, la negación, el destruir la cultura del trabajo, no se da de un día para el otro, pero noto un cambio de actitud en una mayoría importante de los argentinos; por supuesto hay otro grupo que no, que insiste en que el vivo gana, y si el vivo gana, perdemos todos", completó.
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