05 Septiembre 2016
CONVENIO. Manzur observa la documentación que luego firmó, junto con Alicia Kirchner (Santa Cruz) y el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli. Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda
Apenas la Legislatura aprobó la ampliación presupuestaria por $ 3.310 millones, el Poder Ejecutivo recibió novedades desde la Casa Rosada: la gestión del presidente Mauricio Macri le transfirió cerca de $ 1.350 millones que corresponden a un 6% de la devolución -a modo de crédito- de los fondos de coparticipación federal retenidos por cuestiones previsionales. La acreditación fue confirmada por el Ministerio de Economía, que aclaró que aún debe esperarse la disponibilidad efectiva del dinero federal.
Con estos fondos, el gobernador Juan Manzur pretende generar un fondo de reservas para contingencias que servirá, particularmente, para abonar las obligaciones salariales hasta fines de año. En la última semana de agosto, el Gobierno nacional ya había transferido a Tucumán la primera remesa del 3% de coparticipación a pagar en este ejercicio. Ese acuerdo había sido firmado por los gobernadores con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y en el caso provincial comprometía el giro de unos $ 670 millones a lo largo del año. La primera cuota girada fue de unos $ 50 millones, de acuerdo con lo informado por la cartera que conduce Eduardo Garvich.
Las transferencias de fondos coparticipables (incluyendo leyes nacionales) fueron de $ 2.245 millones durante agosto, un incremento interanual del 32%, de acuerdo con las planillas difundidas por la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las provincias.
Sin embargo, el giro de recursos federales está muy por debajo de lo que se prevía, a principios de año, en cada una de las provincias. “Se advierte una fuerte caída en el segundo trimestre explicada en parte por la desaceleración de los tributos ligados al nivel de actividad, junto al impacto de las modificaciones introducidas en el impuesto a las Ganancias, a la vez que en el primer trimestre de 2016, la recaudación por Ganancias se había disparado debido a las retenciones sobre dólar futuro”, puntualizó Economía & Regiones en uno de sus últimos reportes fiscales.
En el Gobierno tucumano sostiene que, por el momento, no se prevé una menor inyección de dinero nacional que lo previsto originalmente; de tal manera, que la gestión de Manzur no tendrá contratiempos financieros para atender los casi $ 45.000 millones que implica el gasto total de la provincia durante el presente ejercicio. No obstante, en los últimos meses, el Ministerio de Economía viene percibiendo una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la recaudación del impuesto a los Ingresos Brutos, debido a la recesión económica que atraviesa el país y que golpea a todas las actividades.
De los casi $ 6.500 millones proyectados como recaudación de impuestos provinciales para el período enero-agosto, unos $ 5.100 millones corresponden a la percepción de Ingresos Brutos que, en los últimos tres meses, ha mostrado una baja de casi dos puntos y medio porcentuales respecto de los meses anteriores. Como contrapartida, la moratoria ha compensado aquella reducción, del lado de los impuestos patrimoniales (Inmobiliario y Automotor).
De todas maneras, la dependencia de la provincia del giro de recursos federales es notable: $ 7 de cada $ 10 que ingresan al erario tucumano son aportados por la Nación por la coparticipación.
Con todo, la gestión del gobernador Manzur contará con una inyección adicional que alcanza a los $ 2.000 por la devolución de coparticipación hasta fines de año. Una parte será redistribuida entre los municipios. Gran parte quedará en el fondo de contingencia, un plazo fijo que el Poder Ejecutivo habilitará para atesorar los millones que necesitará para cerrar el año a pleno consumo, con el pago de dos sueldos y medio. Esto es una inyección dineraría cercana a los $ 5.000 millones en los últimos 30 días de este 2016, una costumbre heredada de la gestión gubernamental de José Alperovich.
Con estos fondos, el gobernador Juan Manzur pretende generar un fondo de reservas para contingencias que servirá, particularmente, para abonar las obligaciones salariales hasta fines de año. En la última semana de agosto, el Gobierno nacional ya había transferido a Tucumán la primera remesa del 3% de coparticipación a pagar en este ejercicio. Ese acuerdo había sido firmado por los gobernadores con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y en el caso provincial comprometía el giro de unos $ 670 millones a lo largo del año. La primera cuota girada fue de unos $ 50 millones, de acuerdo con lo informado por la cartera que conduce Eduardo Garvich.
Las transferencias de fondos coparticipables (incluyendo leyes nacionales) fueron de $ 2.245 millones durante agosto, un incremento interanual del 32%, de acuerdo con las planillas difundidas por la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las provincias.
Sin embargo, el giro de recursos federales está muy por debajo de lo que se prevía, a principios de año, en cada una de las provincias. “Se advierte una fuerte caída en el segundo trimestre explicada en parte por la desaceleración de los tributos ligados al nivel de actividad, junto al impacto de las modificaciones introducidas en el impuesto a las Ganancias, a la vez que en el primer trimestre de 2016, la recaudación por Ganancias se había disparado debido a las retenciones sobre dólar futuro”, puntualizó Economía & Regiones en uno de sus últimos reportes fiscales.
En el Gobierno tucumano sostiene que, por el momento, no se prevé una menor inyección de dinero nacional que lo previsto originalmente; de tal manera, que la gestión de Manzur no tendrá contratiempos financieros para atender los casi $ 45.000 millones que implica el gasto total de la provincia durante el presente ejercicio. No obstante, en los últimos meses, el Ministerio de Economía viene percibiendo una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la recaudación del impuesto a los Ingresos Brutos, debido a la recesión económica que atraviesa el país y que golpea a todas las actividades.
De los casi $ 6.500 millones proyectados como recaudación de impuestos provinciales para el período enero-agosto, unos $ 5.100 millones corresponden a la percepción de Ingresos Brutos que, en los últimos tres meses, ha mostrado una baja de casi dos puntos y medio porcentuales respecto de los meses anteriores. Como contrapartida, la moratoria ha compensado aquella reducción, del lado de los impuestos patrimoniales (Inmobiliario y Automotor).
De todas maneras, la dependencia de la provincia del giro de recursos federales es notable: $ 7 de cada $ 10 que ingresan al erario tucumano son aportados por la Nación por la coparticipación.
Con todo, la gestión del gobernador Manzur contará con una inyección adicional que alcanza a los $ 2.000 por la devolución de coparticipación hasta fines de año. Una parte será redistribuida entre los municipios. Gran parte quedará en el fondo de contingencia, un plazo fijo que el Poder Ejecutivo habilitará para atesorar los millones que necesitará para cerrar el año a pleno consumo, con el pago de dos sueldos y medio. Esto es una inyección dineraría cercana a los $ 5.000 millones en los últimos 30 días de este 2016, una costumbre heredada de la gestión gubernamental de José Alperovich.