03 Septiembre 2016
Tras la marcha, amenazan con un paro nacional
Los dirigentes sindicales advirtieron al Gobierno de Mauricio Macri que se les acaba la paciencia y reclamaron medidas para los trabajadores. “Empezó la cuenta regresiva”, alertó Yasky, titular de la CTA. Micheli, en tanto, sostuvo que la lucha “recién comienza”.
DOS DÍAS DE MOVILIZACIÓN. Dirigentes sindicales y sociales partieron desde distintos puntos del país el miércoles, y confluyeron ayer en la Capital Federal. dyn
El Gobierno nacional sufrió ayer su primera gran movilización pública en ocho meses de mandato. Agrupaciones políticas, sociales y gremiales cerraron durante la tarde la “Marcha Federal”, y dejaron en claro que a partir de ese momento se iniciaba una cuenta regresiva que desembocará en un paro nacional en caso de que no se cambie el rumbo de la gestión.
“Empezó la cuenta regresiva de ese paro nacional convocado por todas las centrales sindicales del país para decirle al Gobierno que hasta acá llegó el ajuste, y a partir de acá discutimos la agenda de los trabajadores”, sostuvo el jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, durante el acto de cierre en Plaza de Mayo.
En tanto, el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, sostuvo que si “no hay respuestas” de la administración de Mauricio Macri, “va a haber paro nacional más temprano que tarde”, al advertir: “O cambia la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo, con paros y movilizaciones”. Del cierre de la movilización, que fue convocada por las dos fracciones de la CTA y comenzó el 31 de agosto en distintos puntos del país, participaron también sindicatos de la CGT unificada, organismos de Derechos Humanos, agrupaciones políticas, legisladores y dirigentes opositores.
Durante el acto no hubo sólo críticas al Gobierno sino también llamados a la unidad por parte de los jefes de la CTA, quienes se mostraron dispuestos a avanzar en un proceso conjunto en línea con la reunificación de la CGT.
“Si ellos nos logran dividir, van a lograr dominarnos”, advirtió Yasky en referencia al macrismo, y amplió: “Si construimos la unidad con la convicción de que es para la lucha por la liberación y emancipación social, somos invencibles”.
En esa línea, remarcó además que “la unidad entre la CGT y la CTA crece y se hace fuerte”, lo que “permite decir que estamos en camino de la construcción del sujeto colectivo que va a poner la agenda social que el Gobierno se niega a discutir”. Al respecto, Micheli exhortó a “hacer lo que piden los compañeros en cada asamblea y barrio, dejarse de joder con el sectarismo y el interés individual o corporativo y pensar en la patria y nuestro pueblo sin perder identidad”. “Esta diversidad nos tiene que dar la madurez suficiente para decir: ‘O estamos juntos y venceremos o hay desunión y nos derrotan’”, alertó.
Entre las críticas al Gobierno, Yasky señaló que Macri “suele padecer de un prolongado estado de ceguera y sordera”, por lo que le pidió que “no siga leyendo el diario de Yrigoyen” y “lea la realidad de lo que hay en al calle: hambre, desazón, tristeza y miedo al futuro como hace mucho que no teníamos en este país”. Además, alertó que “si no se reabren” las paritarias, “la economía del país se va a seguir hundiendo”.
La movilización fue la reedición de una modalidad similar que se realizó en 1994 durante el gobierno de Carlos Menem.
“Empezó la cuenta regresiva de ese paro nacional convocado por todas las centrales sindicales del país para decirle al Gobierno que hasta acá llegó el ajuste, y a partir de acá discutimos la agenda de los trabajadores”, sostuvo el jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, durante el acto de cierre en Plaza de Mayo.
En tanto, el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, sostuvo que si “no hay respuestas” de la administración de Mauricio Macri, “va a haber paro nacional más temprano que tarde”, al advertir: “O cambia la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo, con paros y movilizaciones”. Del cierre de la movilización, que fue convocada por las dos fracciones de la CTA y comenzó el 31 de agosto en distintos puntos del país, participaron también sindicatos de la CGT unificada, organismos de Derechos Humanos, agrupaciones políticas, legisladores y dirigentes opositores.
Durante el acto no hubo sólo críticas al Gobierno sino también llamados a la unidad por parte de los jefes de la CTA, quienes se mostraron dispuestos a avanzar en un proceso conjunto en línea con la reunificación de la CGT.
“Si ellos nos logran dividir, van a lograr dominarnos”, advirtió Yasky en referencia al macrismo, y amplió: “Si construimos la unidad con la convicción de que es para la lucha por la liberación y emancipación social, somos invencibles”.
En esa línea, remarcó además que “la unidad entre la CGT y la CTA crece y se hace fuerte”, lo que “permite decir que estamos en camino de la construcción del sujeto colectivo que va a poner la agenda social que el Gobierno se niega a discutir”. Al respecto, Micheli exhortó a “hacer lo que piden los compañeros en cada asamblea y barrio, dejarse de joder con el sectarismo y el interés individual o corporativo y pensar en la patria y nuestro pueblo sin perder identidad”. “Esta diversidad nos tiene que dar la madurez suficiente para decir: ‘O estamos juntos y venceremos o hay desunión y nos derrotan’”, alertó.
Entre las críticas al Gobierno, Yasky señaló que Macri “suele padecer de un prolongado estado de ceguera y sordera”, por lo que le pidió que “no siga leyendo el diario de Yrigoyen” y “lea la realidad de lo que hay en al calle: hambre, desazón, tristeza y miedo al futuro como hace mucho que no teníamos en este país”. Además, alertó que “si no se reabren” las paritarias, “la economía del país se va a seguir hundiendo”.
La movilización fue la reedición de una modalidad similar que se realizó en 1994 durante el gobierno de Carlos Menem.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular