Una fiesta terminó con tiros, heridos y detenidos

Cientos de disparos, siete heridos, vehículos golpeados, vidrios rotos, una puerta acribillada, tres aprehendidos y armas policiales secuestradas fueron el resultado de una violenta madrugada que se vivió en varios puntos de la zona norte de la capital tucumana.

“Mi hijo de 16 años había ido a una fiesta en 12 de Octubre y pasaje Chazarreta. A las 5 de la mañana nos escribió para decirnos que no podía salir porque afuera había gente de La Bombilla que lo querían atacar. Nos subimos a la camioneta y nos fuimos hasta ahí. Cuando llegamos, ya estaba la Policía”, señaló Carlos Bachi, desde su casa de la Diagonal Alejandro Heredia. El informe policial, por su parte, señala que los efectivos del 911 llegaron hasta el lugar porque había un “desorden de gran magnitud”.

Lo cierto es que Bachi, según su versión, se volvió a subir a la camioneta montado en cólera. Alguien le había pasado el dato de que los agresores de su hijo estaban en Ramírez de Velazco y República del Líbano.

“Fuimos hasta ahí y reconocí a una que le dicen “La Colo” y la increpé por las amenazas ya agresiones a mi hijo. Ella sacó un cuchillo y me apuñaló en el pecho -dijo mientras se abría la camisa y dejaba al descubierto la sangre seca de una herida superficial pero extensa-. Ya me voy a bañar y después me voy a hacer ver esto en un hospital. Lo cierto es que de repente llegó la Policía a los tiros. Yo me subí corriendo, tenía miedo. Mi hijo iba en la caja. Nos siguieron hasta mi casa y nunca dejaron de tirarnos”, agregó Bachi.

Tiros a la madrugada

Al llegar a la vivienda, los Bachi habrían bajado corriendo. Uno de ellos cerró la puerta. Luego comenzaron los disparos. Según la versión policial, los balazos comenzaron desde adentro. “Eso es mentira. No tenemos armas nosotros. Ellos nos tiraron con balazos de goma y también vimos algunas 9 milímetros. Acá hubo abuso de autoridad y yo voy a denunciar a los policías”, denunció el dueño de casa mientras mostraba los vidrios rotos y la puerta llena de impactos.

Finalmente, los efectivos lograron vencer la resistencia de los dueños de casa que se encontraban atrás de la puerta y pasaron. Allí aprehendieron a dos hombres que viven allí (Juan Carlos Bachi y Ramón Ignacio Ruiz) y un vecino que los acompañaba (Miguel Leiva). LA GACETA accedió a fotografías en las que se ve que los tres se encuentran golpeados, con heridas de balazos de goma, marcas de latigazos y ojos morados. No fueron los únicos: Marcelo Bachi recibió balazos de goma en las piernas y a Cristian Emanuel Bachi le saltaron pedazos de vidrios en ambos ojos. Todos ellos se sumaron a Carlos Bachi, quien había recibido una puñalada en el pecho. Por el lado de la Policía, un efectivo terminó golpeado por un botellazo. Como si todo esto fuera poco, al menos cinco motos -todas de los Bachi- y unas dos patrullas terminaron con destrozos.

La fiscalía de turno solicitó el secuestro de las armas de los policías involucrados.

La respuesta

Una alta autoridad del 911 -quien pidió reserva de identidad para evitar problemas con la Justicia- dio la versión de la fuerza sobre esta madrugada violenta.

“Era incontrolable la que pasaba en esa fiesta. Nos recibieron con pedradas y botellazos. En esos lugares a veces tienen su propia ley. Nos empezaron a disparar con armas de fuego y nosotros respondimos pero con balazos de goma. Nunca dijimos que no disparamos, pero lo hicimos con esos proyectiles. La situación era tan violenta que tuvimos que pedir refuerzos de Infantería y Grupo Cero. Siempre dijimos la verdad y está todo documentado. Además, de motu propio entregamos a la Justicia las Ithacas”, se defendió.

Anoche, a última hoira, fueron, liberados todos aprehendidos.