28 Agosto 2016
RECONOCIDA. Verónica Schoj lidera la lucha contra el tabaco en el país. Captura de video.
La epidemia de tabaquismo está desplazándose de los hombres hacia las mujeres y de los ricos a los pobres. Además, cada vez más chicos empiezan a fumar a los 11 años. La que hace el diagnóstico es Verónica Schoj, directora de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC-Argentina). Pide que se tomen nuevas medidas de salud pública para contrarrestar el avance del cigarrillo entre los menores. “Los niños hoy están en la mira de la industria tabacalera, que utiliza todo tipo de tácticas de marketing para atraparlos”, señala la profesional, que encabeza la lucha para que haya cada vez más ambientes 100% libres del humo del tabaco en el país. En una entrevista con LA GACETA, habló sobre los desafíos que tiene Tucumán.
-¿Cuál es el impacto que tienen las normas antitabáquicas que se vienen tomando en el país?
- Las normativas tienen alto impacto porque reducen las muertes relacionadas al consumo de tabaco y a la exposición al humo ajeno. Hicimos un estudio con mozos a tres meses de los bares libres de humo. Nos sorprendimos: en ese corto tiempo la capacidad respiratoria de estos trabajadores mejoró notablemente. Otra investigación hecha en Santa Fe demostró que a tres años de la entrada en vigencia de la ley bajaron un 25% las internaciones por eventos coronarios.
- ¿Cuáles son los lugares más difíciles de controlar, en los que hoy se sigue fumando?
- Las salas de juego, la administración pública y algunas discos o fiestas nocturnas.
- ¿Cuál es la deuda que tenemos en esta lucha antitabáquica que lleva adelante Tucumán?
- La prohibición de publicidad en quioscos y la exhibición de productos. Hubiera sido bueno incluir esto en la nueva ley. Muchas provincias la tienen; es fundamental para proteger a los chicos. Está demostrado que la publicidad en quioscos inicia a los menores en el tabaquismo. Es adonde apuntan hoy las estrategias de las tabacaleras. Por eso, lanzan cigarrillos saborizados, con packaging llamativo, que se exhiben cerca de las golosinas.
- ¿Está bueno prohibir la venta a menores de 18?
- Es importante porque vemos que los chicos empiezan a fumar cada vez a más temprana edad. Sin embargo, de todas las prohibiciones esta es la más difícil de hacer cumplir; no podés poner un inspector en cada quiosco.
- ¿Se fuma mucho en el país?
- Sigue fumando el 25% de la población. Es una cifra altísima, lo cual nos indica que aún resta mucho por hacer. Hay 44.000 argentinos que mueren cada año a causa del tabaco. La mayoría son muertes prematuras, evitables. En el mundo anualmente fallecen 600.000 personas por exposición al humo ajeno; el 25% son niños. Pese a las leyes el humo persiste en las casas causando graves daños a los pequeños.
- ¿Está bien cercar cada vez más a los fumadores?
- Que la ley haya avanzado es muy bueno. Está comprobado que el humo de los sectores semicerrados suele entrar al cerrado. Estas prohibiciones tienen buenos resultados: ayuda a la gente -aunque no mucho- a dejar de fumar e incide en el inicio de los chicos. Si ellos ven que cada vez hay menos lugares disponibles para encender cigarrillos aprenden que fumar no es socialmente aceptable. Además, previene infartos, enfermedades respiratorias y protege al fumador pasivo.
- ¿Qué le preocupa hoy?
- La introducción del cigarrillo electrónico, que sabemos que es acción de las tabacaleras. Con esto quieren volver a naturalizar la práctica de fumar, que vuelva a ser socialmente aceptada. En Argentina no está permitida la venta de este cigarro y por lo tanto tampoco se puede usarlo. El cigarrillo electrónico sí contiene tóxicos. Otra preocupación son las mujeres. El consumo está bajando en toda la población, menos en las jóvenes. Hablamos de la feminización del consumo del tabaco, un fenómeno que seguramente impactará en los niveles de mortalidad femenina. Otro grupo vulnerable son los que tienen nivel socioeconómico más bajo.
-¿Cuál es el impacto que tienen las normas antitabáquicas que se vienen tomando en el país?
- Las normativas tienen alto impacto porque reducen las muertes relacionadas al consumo de tabaco y a la exposición al humo ajeno. Hicimos un estudio con mozos a tres meses de los bares libres de humo. Nos sorprendimos: en ese corto tiempo la capacidad respiratoria de estos trabajadores mejoró notablemente. Otra investigación hecha en Santa Fe demostró que a tres años de la entrada en vigencia de la ley bajaron un 25% las internaciones por eventos coronarios.
- ¿Cuáles son los lugares más difíciles de controlar, en los que hoy se sigue fumando?
- Las salas de juego, la administración pública y algunas discos o fiestas nocturnas.
- ¿Cuál es la deuda que tenemos en esta lucha antitabáquica que lleva adelante Tucumán?
- La prohibición de publicidad en quioscos y la exhibición de productos. Hubiera sido bueno incluir esto en la nueva ley. Muchas provincias la tienen; es fundamental para proteger a los chicos. Está demostrado que la publicidad en quioscos inicia a los menores en el tabaquismo. Es adonde apuntan hoy las estrategias de las tabacaleras. Por eso, lanzan cigarrillos saborizados, con packaging llamativo, que se exhiben cerca de las golosinas.
- ¿Está bueno prohibir la venta a menores de 18?
- Es importante porque vemos que los chicos empiezan a fumar cada vez a más temprana edad. Sin embargo, de todas las prohibiciones esta es la más difícil de hacer cumplir; no podés poner un inspector en cada quiosco.
- ¿Se fuma mucho en el país?
- Sigue fumando el 25% de la población. Es una cifra altísima, lo cual nos indica que aún resta mucho por hacer. Hay 44.000 argentinos que mueren cada año a causa del tabaco. La mayoría son muertes prematuras, evitables. En el mundo anualmente fallecen 600.000 personas por exposición al humo ajeno; el 25% son niños. Pese a las leyes el humo persiste en las casas causando graves daños a los pequeños.
- ¿Está bien cercar cada vez más a los fumadores?
- Que la ley haya avanzado es muy bueno. Está comprobado que el humo de los sectores semicerrados suele entrar al cerrado. Estas prohibiciones tienen buenos resultados: ayuda a la gente -aunque no mucho- a dejar de fumar e incide en el inicio de los chicos. Si ellos ven que cada vez hay menos lugares disponibles para encender cigarrillos aprenden que fumar no es socialmente aceptable. Además, previene infartos, enfermedades respiratorias y protege al fumador pasivo.
- ¿Qué le preocupa hoy?
- La introducción del cigarrillo electrónico, que sabemos que es acción de las tabacaleras. Con esto quieren volver a naturalizar la práctica de fumar, que vuelva a ser socialmente aceptada. En Argentina no está permitida la venta de este cigarro y por lo tanto tampoco se puede usarlo. El cigarrillo electrónico sí contiene tóxicos. Otra preocupación son las mujeres. El consumo está bajando en toda la población, menos en las jóvenes. Hablamos de la feminización del consumo del tabaco, un fenómeno que seguramente impactará en los niveles de mortalidad femenina. Otro grupo vulnerable son los que tienen nivel socioeconómico más bajo.