26 Agosto 2016
COMPLETO. La plantación de marihuana tenía un espantapájaros.
Todos le tenían miedo porque aseguraban que era una persona violenta y con muchos contactos, pero no fue tan así. El sospechado de ser líder Los Coreofos, la facción más importante de la barra de Deportivo Aguilares, fue detenido por la Policía Federal durante un allanamiento que se realizó en su domicilio y donde se secuestró un kilo de cocaína, unos 50.000 pesos en efectivo, sustancias para estirar la droga, una plantación de marihuana y una escopeta calibre 22 recortada.
La medida, ordenada por el juez Federal Daniel Bejas, se concretó a media mañana en Roca 1.146 del barrio Independencia de Aguilares. Hasta ese lugar, el personal de la división Drogas Peligrosas de la fuerza nacional, al mando del subcomisario Jorge Luján, supervisados por el comisario Rubén Hernández, fueron en busca de un quiosco, pero por las pruebas que encontraron, sospechan que se trata de una organización que tendría varios puestas de venta en esa y otras ciudades del sur tucumano.
Los investigadores llegaron a esta conclusión por varias razones. En primer lugar el detenido, que es conocido como “Castells”, no sólo tenía una cantidad importante de cocaína, sino que además tenía casi cinco kilos de una sustancia para estirar la droga, por lo que sospechan que el hombre recibía la sustancia, la preparaba y luego la distribuía en otros puestos de venta.
También comprobaron que el barrbrava utilizaba varios domicilios para realizar el negocio. En uno, donde fue capturado, tenía la droga. En otro, según los investigadores, había lugares diseñados para que los compradores pudieran consumir la sustancia que compraban. En un terreno vecino, el perro de la fuerza descubrió, en una especie de huerta que tenía hasta un espantapájaros, una plantación de marihuana.
Por último, los miembros de la Federal, en el interior de una de las viviendas, encontraron más de $ 50.000 en billetes de baja denominación. La mayor cantidad de efectivo estaba preservado en bolsa de cierre hermético, según confiaron las fuentes.
Un hombre de temer
“Aquí todas las noches desfilaban chicos y adultos y suponíamos que se vendía droga. Los fines de semana el movimiento era incesante hasta la madrugada. A veces ni se podía dormir”, contó un lugareño que prefirió no identificarse para evitar represalias.
“Castells”, según confiaron varias fuentes, figuraría como empleado de la municipalidad de esa ciudad. Lo mismo ocurre con su esposa, que pese a los trascendidos, no fue detenida por esta causa.
Sus contactos políticos y la cantidad de miembros que forman parte de Los Coreofos, lo transformaron en un hombre muy peligroso. “Muchos de los problemas que había en el pueblo eran por él. No quería que nadie lo pase por encima y por eso muchas veces andaba armado por la calle como si nada”, destacó otro vecino.
Esa información también manejaban los miembros de la Policía Federal. Por ese motivo, del operativo participó un cuerpo de asalto de la fuerza que está especialmente preparado para este tipo de allanamientos. No hizo falta: “Castells” fue atrapado cuando intentaba huir saltando la tapia del fondo de su vivienda, ubicada a unos 200 metros del ingenio Aguilares. Al parecer, fue descubierto con la droga. Voceros de la fuerza coincidieron en señalar que la investigación comenzó hace poco más de dos meses por las denuncias anónimas que realizaron varios vecinos.
“En nuestra tarea de combatir el narcotráfico es vital la colaboración de los vecinos que tienen el resguardo del anonimato cada vez que se deciden a revelar algunos lugares sospechados de que venden drogas”, sostuvo Luján en una charla con LA GACETA.
“Era hora que las autoridades hicieran algo. Los jóvenes están destruyéndose con la basura que venden los porquerías estos. Esperemos que este no sea el único procedimiento que se haga”, reclamó María del Carmen de Herrera.
El operativo despertó la atención de los habitantes de la ciudad. “Este puede ser una buena señal. Se les acabó la impunidad a varios”, agregó la mujer.
La medida, ordenada por el juez Federal Daniel Bejas, se concretó a media mañana en Roca 1.146 del barrio Independencia de Aguilares. Hasta ese lugar, el personal de la división Drogas Peligrosas de la fuerza nacional, al mando del subcomisario Jorge Luján, supervisados por el comisario Rubén Hernández, fueron en busca de un quiosco, pero por las pruebas que encontraron, sospechan que se trata de una organización que tendría varios puestas de venta en esa y otras ciudades del sur tucumano.
Los investigadores llegaron a esta conclusión por varias razones. En primer lugar el detenido, que es conocido como “Castells”, no sólo tenía una cantidad importante de cocaína, sino que además tenía casi cinco kilos de una sustancia para estirar la droga, por lo que sospechan que el hombre recibía la sustancia, la preparaba y luego la distribuía en otros puestos de venta.
También comprobaron que el barrbrava utilizaba varios domicilios para realizar el negocio. En uno, donde fue capturado, tenía la droga. En otro, según los investigadores, había lugares diseñados para que los compradores pudieran consumir la sustancia que compraban. En un terreno vecino, el perro de la fuerza descubrió, en una especie de huerta que tenía hasta un espantapájaros, una plantación de marihuana.
Por último, los miembros de la Federal, en el interior de una de las viviendas, encontraron más de $ 50.000 en billetes de baja denominación. La mayor cantidad de efectivo estaba preservado en bolsa de cierre hermético, según confiaron las fuentes.
Un hombre de temer
“Aquí todas las noches desfilaban chicos y adultos y suponíamos que se vendía droga. Los fines de semana el movimiento era incesante hasta la madrugada. A veces ni se podía dormir”, contó un lugareño que prefirió no identificarse para evitar represalias.
“Castells”, según confiaron varias fuentes, figuraría como empleado de la municipalidad de esa ciudad. Lo mismo ocurre con su esposa, que pese a los trascendidos, no fue detenida por esta causa.
Sus contactos políticos y la cantidad de miembros que forman parte de Los Coreofos, lo transformaron en un hombre muy peligroso. “Muchos de los problemas que había en el pueblo eran por él. No quería que nadie lo pase por encima y por eso muchas veces andaba armado por la calle como si nada”, destacó otro vecino.
Esa información también manejaban los miembros de la Policía Federal. Por ese motivo, del operativo participó un cuerpo de asalto de la fuerza que está especialmente preparado para este tipo de allanamientos. No hizo falta: “Castells” fue atrapado cuando intentaba huir saltando la tapia del fondo de su vivienda, ubicada a unos 200 metros del ingenio Aguilares. Al parecer, fue descubierto con la droga. Voceros de la fuerza coincidieron en señalar que la investigación comenzó hace poco más de dos meses por las denuncias anónimas que realizaron varios vecinos.
“En nuestra tarea de combatir el narcotráfico es vital la colaboración de los vecinos que tienen el resguardo del anonimato cada vez que se deciden a revelar algunos lugares sospechados de que venden drogas”, sostuvo Luján en una charla con LA GACETA.
“Era hora que las autoridades hicieran algo. Los jóvenes están destruyéndose con la basura que venden los porquerías estos. Esperemos que este no sea el único procedimiento que se haga”, reclamó María del Carmen de Herrera.
El operativo despertó la atención de los habitantes de la ciudad. “Este puede ser una buena señal. Se les acabó la impunidad a varios”, agregó la mujer.
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