12 Agosto 2016
BUENOS AIRES.- El ex secretario de Obras Públicas kirchnerista, José Francisco López, reveló ayer que los casi U$S 9 millones que tenía en su poder la noche en que lo arrestaron en el convento de General Rodríguez no eran suyos sino que “pertenecían a la política”, y confesó que en ese momento pensó en matarse.
También rehusó dar más detalles sobre el origen de esa plata a la espera de estar “más fuerte psíquica y anímicamente”.
López aseguró que la noche que lo arrestaron pensó en suicidarse con un arma que no encontró y que durante esos días se sentía “perseguido”, luego de que un diputado del Frente para la Victoria del Mercosur, le dijo que a él y a otros funcionarios kirchneristas los estaban investigando los servicios de inteligencia.
Hablo así de un estado mental “paranoide”, señaló que esa noche estaba perdido y afirmó que un ejemplo de esa condición mental lo prueba cómo fue que llegó a defenderlo la letrada Fernanda Herrera, conocida como la “abogada hot”.
Igual aclaró que “no soy (Alberto) Nisman”, y ahora “no me voy a suicidar”, según llegó a decir en un tramo de su extensa declaración, al aludir a la confusa muerte del fiscal de la causa AMIA.
López despegó en todo momento tanto a su esposa, María Amelia “Mari” Díaz, y a las monjas del convento y rechazó ser el dueño de la casa de Dique Luján, en el Tigre, que se le atribuye a través a través de testaferros.
Hasta aportó la clave de un teléfono Iphone que tenía en su poder desde su detención, el 14 de junio pasado, y que estaba siendo peritado por la Policía Metropolitana para ver si podían desconfigurarlo.
Con barba candado, traje y 15 kilos menos, López llegó a primera hora de ayer a los tribunales federales de Comodoro Py 2002 desde la cárcel de Ezeiza, y esperó hasta el mediodía para ser llevado ante el juez Daniel Rafecas. La declaración se extendió por cuatro horas, y a López se presentó“entero” en comparación con la primera vez que lo vieron apenas arrestado, según fuentes judiciales.
¿Dónde tenía el dinero?
En otro tramo de la confesión, López señaló: “ahora digo, con plena conciencia de lo que estoy diciendo, que ni mi señora ni mi suegra de 86 años que vive en Río Gallegos, ni ningún miembro de la familia sabía de la existencia de los bolsos con ese dinero, ni del lugar inaccesible en mi casa de Dique Luján donde estaban. Y ese dinero que estaba allí hoy lo tienen ustedes incautado y nunca toqué absolutamente nada”, afirmó.
“Lo que voy a decir por ahora con respecto a ese dinero, es que no me pertenecía; ese dinero pertenecía a la política. Y yo, cuando tenga la fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria, voy a dar todos los detalles sobre ese dinero, y sobre este tema no voy a contestar en este momento ni ninguna otra pregunta”, aseguró.
Tras aclarar que ni él ni su familia se enriquecieron con la función pública, dijo que tiene las mismas propiedades desde 2003 y afirmó: “doy gracias a Dios y pido disculpas a todos aquellos que pude haber agraviado o perjudicado con mi actitud o mi accionar”.
Algunas frases
López dio la impresión de estar muy lúcido para declarar ante el juze, y aclaró que no había consumido “ni drogas, ni alcohol ni pastillas”, dando por sentado lo fantástico de su relato.
Algunas de sus frases son:
-“Estaba fuera de mí (cuando lo capturaron y los días posteriores), no estaba en mi sano juicio, porque ninguna persona en su sano juicio elegiría como defensora a la que dicen que yo elegí; en realidad es que en ese momento no estaba en condiciones de valerme por mis propios actos”.
-“Tengo 17 kilos menos, (pero) me siento con la fortaleza física y psicológica-psiquiátrica y también espiritual de afrontar esta indagatoria”.
-“Un parlamentario (del Parlasur, Alejandro Karlen) me dijo ‘a vos, a mí, a (Agustín) Rossi, y a otros Parlamentarios más, los están investigando’, eso me lo dijeron fuentes allegadas al gobierno, del servicio de Inteligencia. Yo tomé nota de lo que me había dicho”.
-“Luego me apareció el mensaje: ‘éste es el día. Con google no vas a poder’. Me quedé más preocupado de lo que ya estaba”.
-“Ingresé a la casa principal, a ese lugar inaccesible que nadie sabía, en mi habitación en el primer piso, que hay como una ventana por donde se accede al lugar donde está el tanque de agua: allí estaban los bolsos, en un lugar tapados, como en un falso piso. Tomé los bolsos y los bajé”.
-“Quiero aclarar que no había tomado nada. Ni drogas, ni alcohol, ni pastillas. Llevé el arma conmigo, supongo, para defenderme a lo que yo esperaba enfrentarme, no sé qué o quiénes serían. Cuando yo busco la pistola Glock, tenía intenciones de matarme”.
-“Salí en el auto, llevaba la carabina descargada en el asiento del acompañante, y la primera sensación que tuve es que cuando abriera el portón iba a encontrar a las 50 personas que había visto a la mañana”. (DyN-Télam)
También rehusó dar más detalles sobre el origen de esa plata a la espera de estar “más fuerte psíquica y anímicamente”.
López aseguró que la noche que lo arrestaron pensó en suicidarse con un arma que no encontró y que durante esos días se sentía “perseguido”, luego de que un diputado del Frente para la Victoria del Mercosur, le dijo que a él y a otros funcionarios kirchneristas los estaban investigando los servicios de inteligencia.
Hablo así de un estado mental “paranoide”, señaló que esa noche estaba perdido y afirmó que un ejemplo de esa condición mental lo prueba cómo fue que llegó a defenderlo la letrada Fernanda Herrera, conocida como la “abogada hot”.
Igual aclaró que “no soy (Alberto) Nisman”, y ahora “no me voy a suicidar”, según llegó a decir en un tramo de su extensa declaración, al aludir a la confusa muerte del fiscal de la causa AMIA.
López despegó en todo momento tanto a su esposa, María Amelia “Mari” Díaz, y a las monjas del convento y rechazó ser el dueño de la casa de Dique Luján, en el Tigre, que se le atribuye a través a través de testaferros.
Hasta aportó la clave de un teléfono Iphone que tenía en su poder desde su detención, el 14 de junio pasado, y que estaba siendo peritado por la Policía Metropolitana para ver si podían desconfigurarlo.
Con barba candado, traje y 15 kilos menos, López llegó a primera hora de ayer a los tribunales federales de Comodoro Py 2002 desde la cárcel de Ezeiza, y esperó hasta el mediodía para ser llevado ante el juez Daniel Rafecas. La declaración se extendió por cuatro horas, y a López se presentó“entero” en comparación con la primera vez que lo vieron apenas arrestado, según fuentes judiciales.
¿Dónde tenía el dinero?
En otro tramo de la confesión, López señaló: “ahora digo, con plena conciencia de lo que estoy diciendo, que ni mi señora ni mi suegra de 86 años que vive en Río Gallegos, ni ningún miembro de la familia sabía de la existencia de los bolsos con ese dinero, ni del lugar inaccesible en mi casa de Dique Luján donde estaban. Y ese dinero que estaba allí hoy lo tienen ustedes incautado y nunca toqué absolutamente nada”, afirmó.
“Lo que voy a decir por ahora con respecto a ese dinero, es que no me pertenecía; ese dinero pertenecía a la política. Y yo, cuando tenga la fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria, voy a dar todos los detalles sobre ese dinero, y sobre este tema no voy a contestar en este momento ni ninguna otra pregunta”, aseguró.
Tras aclarar que ni él ni su familia se enriquecieron con la función pública, dijo que tiene las mismas propiedades desde 2003 y afirmó: “doy gracias a Dios y pido disculpas a todos aquellos que pude haber agraviado o perjudicado con mi actitud o mi accionar”.
Algunas frases
López dio la impresión de estar muy lúcido para declarar ante el juze, y aclaró que no había consumido “ni drogas, ni alcohol ni pastillas”, dando por sentado lo fantástico de su relato.
Algunas de sus frases son:
-“Estaba fuera de mí (cuando lo capturaron y los días posteriores), no estaba en mi sano juicio, porque ninguna persona en su sano juicio elegiría como defensora a la que dicen que yo elegí; en realidad es que en ese momento no estaba en condiciones de valerme por mis propios actos”.
-“Tengo 17 kilos menos, (pero) me siento con la fortaleza física y psicológica-psiquiátrica y también espiritual de afrontar esta indagatoria”.
-“Un parlamentario (del Parlasur, Alejandro Karlen) me dijo ‘a vos, a mí, a (Agustín) Rossi, y a otros Parlamentarios más, los están investigando’, eso me lo dijeron fuentes allegadas al gobierno, del servicio de Inteligencia. Yo tomé nota de lo que me había dicho”.
-“Luego me apareció el mensaje: ‘éste es el día. Con google no vas a poder’. Me quedé más preocupado de lo que ya estaba”.
-“Ingresé a la casa principal, a ese lugar inaccesible que nadie sabía, en mi habitación en el primer piso, que hay como una ventana por donde se accede al lugar donde está el tanque de agua: allí estaban los bolsos, en un lugar tapados, como en un falso piso. Tomé los bolsos y los bajé”.
-“Quiero aclarar que no había tomado nada. Ni drogas, ni alcohol, ni pastillas. Llevé el arma conmigo, supongo, para defenderme a lo que yo esperaba enfrentarme, no sé qué o quiénes serían. Cuando yo busco la pistola Glock, tenía intenciones de matarme”.
-“Salí en el auto, llevaba la carabina descargada en el asiento del acompañante, y la primera sensación que tuve es que cuando abriera el portón iba a encontrar a las 50 personas que había visto a la mañana”. (DyN-Télam)
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