06 Agosto 2016
DESAHOGO. La gestión de Alfaro tendrá un alivio financiero, con el acuerdo alcanzado con el gobernador Manzur. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo)
Uno de los resultados de la cercanía política entre el gobernador Juan Manzur, y el intendente de la capital, Germán Alfaro, quedó al desnudo: el Poder Ejecutivo (PE) refinanció $ 296 millones de deuda municipal a 20 años. El acuerdo pone fin al conflicto político iniciado durante las gestiones del ex gobernador José Alperovich (ahora senador nacional) y del ex intendente Domingo Amaya (ahora secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación).
El convenio era motivo de análisis desde hace un mes en el Concejo Deliberante. Los concejales bisbisearon por semanas las posibilidades del acuerdo con miras a las elecciones nacionales del año que viene (están en juego cuatro bancas en la Cámara de Diputados). Los funcionarios de Casa de Gobierno y de la Municipalidad se manejaron con hermetismo ese tiempo.
Desde el Ministerio de Economía, que encabeza Eduardo Garvich, finalmente confirmaron a LA GACETA que el PE y la Intendencia llegaron a un acuerdo por una parte de las deudas cruzadas que ambas administraciones se endilgaban desde 2014. El convenio, que está en vigencia hace 10 días, contempla el financiamiento de $ 296 millones correspondientes al Fondo Fiduciario, pagaderos en 240 cuotas. Desde la Secretaría de Hacienda del municipio -a cargo de Cristian Abel- confirmaron que el compromiso firmado prevé un año de gracia (en 2016 el municipio no deberá abonar ninguna cuota), más la posibilidad de prorrogar un año más el inicio del pago de las cuotas con el común acuerdo de las partes.
A pesar del convenio, continúa la negociación por otros ítems. Desde el Ciudad reclaman a la Provincia una deuda de $ 304 millones. Esa suma está compuesta en gran medida por el Fondo de Financiamiento Educativo, que alcanza los $ 275 millones. La Municipalidad pretende compensar esos $ 304 millones con otras deudas que le reclama, por su parte, la Provincia, por lo que las reuniones entre los equipos económicos de las dos administraciones continúan.
Consultado en su recorrida matutina, el gobernador se refirió ayer escuetamente al convenio y admitió, antes de retirarse, que ya había sido firmado. “Nos estamos poniendo de acuerdo sobre la deuda entre la Municipalidad y la Provincia; estamos en la última instancia. Lo que quiero es que a todos les vaya bien, coordinar acciones y pensar hacia adelante. Por eso es que estamos acá, en el sur de la Capital, trabajando para los vecinos del sector”, aclaró Manzur luego de supervisar tareas de limpieza del Canal Sur.
Hace tres semanas, cuando Alfaro visitó al presidente del Concejo Javier Aybar para brindarle su apoyo luego del accidente de tránsito que protagonizó (el fiscal Washington Navarro Dávila abrió una pesquisa por el hecho), este diario le consultó sobre las negociaciones por la deuda cruzada. “Dejame que me tome estos días y habrá novedades”, se excusó con una sonrisa antes de ausentarse cinco días por licencia médica. La visita de Manzur al despacho de Alfaro la semana pasada, un encuentro inédito al menos durante los 12 años de alperovichismo, terminó de sellar la cercanía política forjada durante los festejos del Bicentenario. Manzur y Alfaro, consultados por este diario, volvieron a rehuir la consulta y alegaron que continuaban los trabajos. “Dentro de poco tendremos novedades”, se había excusado Alfaro.
Tras el alejamiento político entre Amaya y Alperovich, en 2014 la Provincia le exigió a la Intendencia una deuda de $ 600 millones, de los que la Municipalidad sólo reconocía $ 267 millones. En 2015, el PE le descontó $ 35 millones mensuales a la Ciudad para saldar parte de la deuda. Amaya había denunciado condicionamiento político. Desde la Municipalidad habían ordenado al Concejo modificar por ordenanza los uso del Fondo Municipal del Bicentenario, con el que se abonaron planillas salariales el año pasado, según había indicado el entonces titular de Hacienda municipal, Silvio Bellomío (actual legislador del bloque Peronismo del Bicentenario).
El convenio era motivo de análisis desde hace un mes en el Concejo Deliberante. Los concejales bisbisearon por semanas las posibilidades del acuerdo con miras a las elecciones nacionales del año que viene (están en juego cuatro bancas en la Cámara de Diputados). Los funcionarios de Casa de Gobierno y de la Municipalidad se manejaron con hermetismo ese tiempo.
Desde el Ministerio de Economía, que encabeza Eduardo Garvich, finalmente confirmaron a LA GACETA que el PE y la Intendencia llegaron a un acuerdo por una parte de las deudas cruzadas que ambas administraciones se endilgaban desde 2014. El convenio, que está en vigencia hace 10 días, contempla el financiamiento de $ 296 millones correspondientes al Fondo Fiduciario, pagaderos en 240 cuotas. Desde la Secretaría de Hacienda del municipio -a cargo de Cristian Abel- confirmaron que el compromiso firmado prevé un año de gracia (en 2016 el municipio no deberá abonar ninguna cuota), más la posibilidad de prorrogar un año más el inicio del pago de las cuotas con el común acuerdo de las partes.
A pesar del convenio, continúa la negociación por otros ítems. Desde el Ciudad reclaman a la Provincia una deuda de $ 304 millones. Esa suma está compuesta en gran medida por el Fondo de Financiamiento Educativo, que alcanza los $ 275 millones. La Municipalidad pretende compensar esos $ 304 millones con otras deudas que le reclama, por su parte, la Provincia, por lo que las reuniones entre los equipos económicos de las dos administraciones continúan.
Consultado en su recorrida matutina, el gobernador se refirió ayer escuetamente al convenio y admitió, antes de retirarse, que ya había sido firmado. “Nos estamos poniendo de acuerdo sobre la deuda entre la Municipalidad y la Provincia; estamos en la última instancia. Lo que quiero es que a todos les vaya bien, coordinar acciones y pensar hacia adelante. Por eso es que estamos acá, en el sur de la Capital, trabajando para los vecinos del sector”, aclaró Manzur luego de supervisar tareas de limpieza del Canal Sur.
Hace tres semanas, cuando Alfaro visitó al presidente del Concejo Javier Aybar para brindarle su apoyo luego del accidente de tránsito que protagonizó (el fiscal Washington Navarro Dávila abrió una pesquisa por el hecho), este diario le consultó sobre las negociaciones por la deuda cruzada. “Dejame que me tome estos días y habrá novedades”, se excusó con una sonrisa antes de ausentarse cinco días por licencia médica. La visita de Manzur al despacho de Alfaro la semana pasada, un encuentro inédito al menos durante los 12 años de alperovichismo, terminó de sellar la cercanía política forjada durante los festejos del Bicentenario. Manzur y Alfaro, consultados por este diario, volvieron a rehuir la consulta y alegaron que continuaban los trabajos. “Dentro de poco tendremos novedades”, se había excusado Alfaro.
Tras el alejamiento político entre Amaya y Alperovich, en 2014 la Provincia le exigió a la Intendencia una deuda de $ 600 millones, de los que la Municipalidad sólo reconocía $ 267 millones. En 2015, el PE le descontó $ 35 millones mensuales a la Ciudad para saldar parte de la deuda. Amaya había denunciado condicionamiento político. Desde la Municipalidad habían ordenado al Concejo modificar por ordenanza los uso del Fondo Municipal del Bicentenario, con el que se abonaron planillas salariales el año pasado, según había indicado el entonces titular de Hacienda municipal, Silvio Bellomío (actual legislador del bloque Peronismo del Bicentenario).
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