06 Agosto 2016
ABSURDA. Chabela Díaz compone a una extraña directora de escuela.
Un padre llega tarde a la escuela a buscar a su hijo, que va al jardín de infantes. No lo encuentra y, ante la desesperación, una particular directora le ofrece un canje con la ayuda de su secretaria. Sobre este evento gira “Pater”, la comedia delirante de Pablo Albarello, que el grupo La Teoría del Gran JA! estrenará hoy a las 21.30, en El Árbol de Galeano (Virgen de la Merced 435), con dirección de Benjamín Tannuré Godward, y actuaciones suyas y de Chabela Díaz y Julio Chacana .
“Parte de un episodio de ‘Cuatro obras sanitarias’, que pusimos el año pasado y que el autor reelaboró para convertirla en una obra independiente. Bajo la impronta de la parodia y el absurdo, de la caricatura y el melodrama, es una crítica al sistema educativo y a una sociedad de consumo, donde la mercantilización del ser humano llega a un extremo descontrolado y se pasa por el maltrato, la seducción y una solución absurda e inesperada con mecanismos avalado por los máximos estamentos de la enseñanza preescolar”, advierte el director.
- ¿Qué te interesó de la obra?
- Ya el texto original me había encantando por lo disparatado de la propuesta. El autor la amplió para no dejar detalles al azar o sin resolver, dotó de más relevancia a la directora como instrumento del aparato educativo y el personaje de la secretaria se ve potenciado y con mayor protagonismo. Hay una excelente química en el escenario entre Díaz y Chacana, los protagonistas de la historia.
- ¿Por qué buceás en el absurdo?
- Las obras que me interesaron por la temática piden una puesta con humor absurdo, ya que proponen situaciones disparatadas o incoherentes. Pero hay proyectos por venir que abordan otros temas y otras estéticas. Por el momento me siento cómodo en este género. Más allá de los gags y de los chistes, el texto pone algo muy cierto y real en evidencia.
- ¿Qué se puede hacer para cambiar el sistema educativo?
- Lo primordial es que los padres vuelvan a tomar las riendas de la educación de sus hijos en el seno familiar, en los aspectos que a ellos corresponde, y no dejar todo en manos de los maestros y profesores, para aparecer a reclamar solo cuando es conveniente. Que la escuela enseñe, y la familia eduque para la vida.
“Parte de un episodio de ‘Cuatro obras sanitarias’, que pusimos el año pasado y que el autor reelaboró para convertirla en una obra independiente. Bajo la impronta de la parodia y el absurdo, de la caricatura y el melodrama, es una crítica al sistema educativo y a una sociedad de consumo, donde la mercantilización del ser humano llega a un extremo descontrolado y se pasa por el maltrato, la seducción y una solución absurda e inesperada con mecanismos avalado por los máximos estamentos de la enseñanza preescolar”, advierte el director.
- ¿Qué te interesó de la obra?
- Ya el texto original me había encantando por lo disparatado de la propuesta. El autor la amplió para no dejar detalles al azar o sin resolver, dotó de más relevancia a la directora como instrumento del aparato educativo y el personaje de la secretaria se ve potenciado y con mayor protagonismo. Hay una excelente química en el escenario entre Díaz y Chacana, los protagonistas de la historia.
- ¿Por qué buceás en el absurdo?
- Las obras que me interesaron por la temática piden una puesta con humor absurdo, ya que proponen situaciones disparatadas o incoherentes. Pero hay proyectos por venir que abordan otros temas y otras estéticas. Por el momento me siento cómodo en este género. Más allá de los gags y de los chistes, el texto pone algo muy cierto y real en evidencia.
- ¿Qué se puede hacer para cambiar el sistema educativo?
- Lo primordial es que los padres vuelvan a tomar las riendas de la educación de sus hijos en el seno familiar, en los aspectos que a ellos corresponde, y no dejar todo en manos de los maestros y profesores, para aparecer a reclamar solo cuando es conveniente. Que la escuela enseñe, y la familia eduque para la vida.
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