01 Agosto 2016
Una llamada los despertó en la madrugada del domingo. Del otro lado del teléfono, una voz balbuceante que identificaron como la de su hijo les dijo que lo tenían secuestrado. Desesperados, siguieron las instrucciones de los supuestos captores y, antes de que amanezca, pagaron una cuantiosa suma de dinero. Unas horas más tarde, el joven los llamó para decirles que había pasado la noche en un boliche. Habían sido víctimas de un secuestro virtual.
Un matrimonio domiciliado en Barrio Norte denunció ayer que fue engañado por un hombre "con tonada cordobesa", que les dijo que tenían privado de la libertad a su hijo y que sí querían volver a verlo con vida apagaran todos los celulares y siguieran las instrucciones.
La pareja fue sorprendida mientras dormía. Entre la somnolencia y el desconocimiento, cayó en el juego propuesto por el supuesto captor, que mediante una serie de llamadas les dijo que sabía que tenían dinero en casa y les pidió que se lo entregaran. Fue así como dejaron U$D 4.500 y 600 euros en la esquina de las calles Salta y Corrientes.
Una vez pagado el rescate se comunicaron con el captor quien les dijo que no tenía a su hijo. Fue así que decidieron llamarlo y descubrieron que el joven había pasado la noche en un boliche de Yerba Buena, ajeno a todo lo que le comentaron sus padres.
La modalidad de llamar por teléfono y, mediante engaños, conseguir una suma de dinero se volvió cada vez más común aunque son pocos los casos registrados en los últimos meses en Tucumán. Los investigadores sospechan que se trataría de una banda de otra provincia, sobre todo por el dato aportado por las víctimas.
Un matrimonio domiciliado en Barrio Norte denunció ayer que fue engañado por un hombre "con tonada cordobesa", que les dijo que tenían privado de la libertad a su hijo y que sí querían volver a verlo con vida apagaran todos los celulares y siguieran las instrucciones.
La pareja fue sorprendida mientras dormía. Entre la somnolencia y el desconocimiento, cayó en el juego propuesto por el supuesto captor, que mediante una serie de llamadas les dijo que sabía que tenían dinero en casa y les pidió que se lo entregaran. Fue así como dejaron U$D 4.500 y 600 euros en la esquina de las calles Salta y Corrientes.
Una vez pagado el rescate se comunicaron con el captor quien les dijo que no tenía a su hijo. Fue así que decidieron llamarlo y descubrieron que el joven había pasado la noche en un boliche de Yerba Buena, ajeno a todo lo que le comentaron sus padres.
La modalidad de llamar por teléfono y, mediante engaños, conseguir una suma de dinero se volvió cada vez más común aunque son pocos los casos registrados en los últimos meses en Tucumán. Los investigadores sospechan que se trataría de una banda de otra provincia, sobre todo por el dato aportado por las víctimas.
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