18 Julio 2016
BUENOS AIRES.- El ex empresario farmacéutico, Ibar Pérez Corradi, volverá a Tribunales durante la feria judicial que se inicia hoy para seguir declarando sobre su rol en la red de tráfico de efedrina que integró hace más de un lustro y en el Triple Crimen de General Rodríguez, de agosto de 2008.
Acusado de ser el “autor intelectual del asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina”, para eliminarlos de la competencia en el mercadeo de esa droga, requerida por los carteles mexicanos, Pérez Corradi lleva casi 30 horas de indagatoria desde su extradición de Paraguay, el 5 de julio, pero aún no habló de ese crimen, cuya responsabilidad niega.
En cambio, admitió y comenzó a describir operaciones de compra y venta del precursor de drogas sintéticas, aunque los datos que ha volcado hasta acá distan de constituir la incriminación categórica de ex funcionarios kirchneristas que prometieron sus abogados y algún funcionario, cuando descontaron que iba a “apuntar para arriba”.
“El miércoles dijo que al ‘número uno’ de la Sedronar había que pagarle U$S 50.000 por cada embarque de 1.000 kilos de efedrina que entraba al país, pero nunca estuvo con él ni lo vio sino que dice que se lo dijeron”. Hablaba de José Ramón Granero, quien ya fue procesado hace dos años como “partícipe necesario” de la introducción de esa droga al país por la jueza María Servini.
En la primera jornada, Pérez Corradi había afirmado que “la Morsa” que mencionó Martín Lanatta cuando ya estaba condenado por los tres homicidios era Aníbal Fernández, pero aseguró que eso se lo había contado Forza, lo que generó el primer desencanto en Comodro Py. (Télam)
Acusado de ser el “autor intelectual del asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina”, para eliminarlos de la competencia en el mercadeo de esa droga, requerida por los carteles mexicanos, Pérez Corradi lleva casi 30 horas de indagatoria desde su extradición de Paraguay, el 5 de julio, pero aún no habló de ese crimen, cuya responsabilidad niega.
En cambio, admitió y comenzó a describir operaciones de compra y venta del precursor de drogas sintéticas, aunque los datos que ha volcado hasta acá distan de constituir la incriminación categórica de ex funcionarios kirchneristas que prometieron sus abogados y algún funcionario, cuando descontaron que iba a “apuntar para arriba”.
“El miércoles dijo que al ‘número uno’ de la Sedronar había que pagarle U$S 50.000 por cada embarque de 1.000 kilos de efedrina que entraba al país, pero nunca estuvo con él ni lo vio sino que dice que se lo dijeron”. Hablaba de José Ramón Granero, quien ya fue procesado hace dos años como “partícipe necesario” de la introducción de esa droga al país por la jueza María Servini.
En la primera jornada, Pérez Corradi había afirmado que “la Morsa” que mencionó Martín Lanatta cuando ya estaba condenado por los tres homicidios era Aníbal Fernández, pero aseguró que eso se lo había contado Forza, lo que generó el primer desencanto en Comodro Py. (Télam)
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