17 Julio 2016
García de Luca: “podemos hacer parte del Gobierno a peronistas que comparten esta gestión”
El secretario de Interior de la Nación ratificó la intención del macrismo de sumar peronistas a su alianza de Gobierno. “Si hay personas de otros espacios que sirven en la construcción política, bienvenidos sean”, justificó el funcionario, mano derecha del ministro Rogelio Frigerio. Los cambios electorales
“Estamos dispuestos a hacer parte del Gobierno a muchos sectores del peronismo que sé que comparten el criterio de gestión del presidente Mauricio Macri”. El secretario de Interior de la Nación, Sebastián García de Luca, abrió la posibilidad de incluir a dirigentes del peronismo dentro de la alianza Cambiemos, que el macrismo comparte con la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica-ARI. Pese al guiño al arco peronista, aclaró que el radicalismo seguirá ocupando un lugar central dentro de la alianza que venció al kirchnerismo en las elecciones presidenciales de 2015.
García de Luca, mano derecha del ministro de Interior Rogelio Frigerio, aseguró en una charla con LA GACETA que el kirchnerismo no ha muerto, sino que se encuentra en una etapa de “rediscusión”. Esa apreciación no lo privó de renegar de la forma de gestión del proceso político que encabezaron Néstor Kirchner junto a Cristina Fernández y aclaró que Macri lidera un cambio político. “El kirchnerismo claramente utilizaba la gestión para la cooptación política. Usaba la obra pública y los recursos del Estado para la partidización de su esquema político. Ahora se recuperó el diálogo sin importar los colores políticos y terminará la Argentina donde las obras se definen en una oficina de la ciudad de Buenos Aires”, aseguró el macrista, que fue secretario de Felipe Solá en su etapa como gobernador bonaerense y asesor de Martín Lousteau cuando encabezó el Ministerio de Economía de la Nación.
- ¿Cómo fueron los primeros seis meses de gestión en el Ministerio?
- Encontramos un ministerio relativamente ordenado, sobre todo si lo consideramos respecto a los demás ministerios del Gobierno nacional. Mi área particular como Secretaría de Interior abarca fundamentalmente el Registro Nacional de las Personas y la Dirección de Migraciones. En el cambio de esquema de gobierno del presidente Mauricio Macri respecto a la gestión anterior, a Interior se le sumó Obras Públicas y Vivienda. Lo que fue una incorporación más compleja fue la de Obras Públicas, área que encabezaba Julio De Vido (Planificación). Lo venimos viendo por cómo sus ex funcionarios tiran bolsos con dólares en conventos y otros que pasan por tribunales judiciales. La transparencia es un requisito innegociable para la obra pública y nos demandó mucho tiempo de reordenamiento. Fueron muchos meses de trabajo para poder pagar la enorme deuda que nos dejó el kirchnerismo.
- ¿La demora en el pago de los certificados fue por el reordenamiento?
- Tiene que ver con el compromiso del Presidente de que la obra pública sea transparente. Para eso fue necesario todo un proceso de ordenamiento administrativo de las obras que se llevaban adelante. Ahí encontramos la deuda: el kirchnerismo desde agosto de 2015 no pagó una sola obra pública en el país. Todas las cooperativas, empresas, municipios y gobiernos provinciales que llevaban adelante diferentes obras vieron como se frenó la actividad. Al Estado fundido y quebrado que nos dejaron se sumó que no se pagaba la obra pública.
- ¿A cuánto asciende esa deuda?
- Solamente de deuda impaga en obra pública en cuatro meses, entre agosto y el 10 de diciembre, alcanzó los $ 9.000 millones. Nos insumió cuatro meses más pagar toda esa deuda, para que la obra pública pueda reactivarse. Algunas obras han demorado un tiempo en reiniciarse porque se necesitaban redeterminaciones de precio.
- ¿Cambiarán el cariz de la obra pública?
- Buscamos que la obra pública sea coordinada, con las prioridades que quieren los intendentes y gobernadores. Antes se definían la sobras que eran prioritarias para Lules, Concepción o San Miguel de Tucumán en una oficina de Buenos Aires. Esto nos permitirá delimitar las necesidades y las obligaciones de cada eje de gobierno. En Tucumán aún estamos finalizando las obras del plan Mas Cerca II (en abril se pagó la deuda de ese plan), como polideportivos, cordones cuneta y obras que necesariamente creemos que deben realizar los intendentes, con los recursos acordes para que ellos lo lleven adelante. Por eso tiene sentido la devolución de la coparticipación.
- ¿Cómo es la relación con las provincias?
- Desde el primer minuto el Presidente marcó un camino al andar respecto de la relación entre el PEN y los gobiernos provinciales, con respeto, diálogo y consideración al momento de realizar decisiones y también correcciones en las medidas tomadas. No se trató sólo de una foto cuando el Presidente invitó a los gobernadores a Casa Rosada el 11 de diciembre. En nuestra gestión apostamos por el federalismo, por la reactivación de las economías regionales. En ese marco se encuentra la devolución de la detracción del 15% de forma paulatina de la coparticipación.
- ¿Y con el gobernador Manzur?
- De mucho respeto, de diálogo constante. En el gabinete también tenemos a Domingo Amaya; es otro de los canales de diálogo que tenemos con la Provincia.
- ¿Cuál es la lectura del kirchnerismo y del peronismo?
- El peronismo sigue en su debate por lo que ha pasado y por lo que debe ser. En esto están las discusiones, los contactos y los diálogos con muchos actores, pensando en la construcción del peronismo y la renovación de una nueva camada de dirigentes. Creemos que son en muchos casos buenos gestores, buenas personas de la política y en ese camino nos vamos a encontrar conversando y trabajando en conjunto, más allá de los lugares donde terminen estando los diferentes sectores del peronismo.
- ¿Cómo se tomaron dentro del macrismo las declaraciones de José Alperovich y de Manzur, afirmando que el kirchnerismo es una etapa terminada, que había muerto?
- Ellos han sido parte de ese espacio. Al kirchnerismo no lo doy por muerto. Hay un sector importante de la sociedad, quizás en menor magnitud que antes, por el que sigue existiendo el kirchnerismo. También tendrán un proceso de renovación. En el peronismo se está rediscutiendo quiénes encabezan, quiénes son los perdedores y quiénes han salido ilesos de la elección anterior. Nosotros estamos dispuestos a hacer parte del gobierno a muchos sectores del peronismo que sé que comparten el criterio de gestión del Presidente.
- En la cumbre de la UCR realizada en Tucumán, reafirmaron su posición de sostenerse como columna vertebral de Cambiemos. Rechazaron el ingreso de peronistas con “prontuario”...
- Uno no deja de ser peronista, como tampoco Domingo Amaya deja de ser peronista, ni el radicalismo deja de ser una parte importantísima y vertebral dentro de Cambiemos. Lo que creemos es que si hay personas de otros sectores políticos que sirven en la construcción política, bienvenidos sean. Nadie va a dejar de considerar al radicalismo como columna vertebral dentro de Cambiemos, ni tampoco hace falta cerrar puertas a dirigentes del peronismo que tengan un mismo criterio y objetivo de gestión. Todo eso puede ser parte de nuestro frente, cada uno con sus identidades y sus virtudes.
- ¿Kirchneristas también?
- Lo que nos debe unir, más allá del pasado es la visión del futuro. Es importante compartir la honestidad y el énfasis en la gestión y resolver los problemas de la gente, más allá de que suene a una frase común y que todos los vecinos han escuchado alguna vez.
García de Luca, mano derecha del ministro de Interior Rogelio Frigerio, aseguró en una charla con LA GACETA que el kirchnerismo no ha muerto, sino que se encuentra en una etapa de “rediscusión”. Esa apreciación no lo privó de renegar de la forma de gestión del proceso político que encabezaron Néstor Kirchner junto a Cristina Fernández y aclaró que Macri lidera un cambio político. “El kirchnerismo claramente utilizaba la gestión para la cooptación política. Usaba la obra pública y los recursos del Estado para la partidización de su esquema político. Ahora se recuperó el diálogo sin importar los colores políticos y terminará la Argentina donde las obras se definen en una oficina de la ciudad de Buenos Aires”, aseguró el macrista, que fue secretario de Felipe Solá en su etapa como gobernador bonaerense y asesor de Martín Lousteau cuando encabezó el Ministerio de Economía de la Nación.
- ¿Cómo fueron los primeros seis meses de gestión en el Ministerio?
- Encontramos un ministerio relativamente ordenado, sobre todo si lo consideramos respecto a los demás ministerios del Gobierno nacional. Mi área particular como Secretaría de Interior abarca fundamentalmente el Registro Nacional de las Personas y la Dirección de Migraciones. En el cambio de esquema de gobierno del presidente Mauricio Macri respecto a la gestión anterior, a Interior se le sumó Obras Públicas y Vivienda. Lo que fue una incorporación más compleja fue la de Obras Públicas, área que encabezaba Julio De Vido (Planificación). Lo venimos viendo por cómo sus ex funcionarios tiran bolsos con dólares en conventos y otros que pasan por tribunales judiciales. La transparencia es un requisito innegociable para la obra pública y nos demandó mucho tiempo de reordenamiento. Fueron muchos meses de trabajo para poder pagar la enorme deuda que nos dejó el kirchnerismo.
- ¿La demora en el pago de los certificados fue por el reordenamiento?
- Tiene que ver con el compromiso del Presidente de que la obra pública sea transparente. Para eso fue necesario todo un proceso de ordenamiento administrativo de las obras que se llevaban adelante. Ahí encontramos la deuda: el kirchnerismo desde agosto de 2015 no pagó una sola obra pública en el país. Todas las cooperativas, empresas, municipios y gobiernos provinciales que llevaban adelante diferentes obras vieron como se frenó la actividad. Al Estado fundido y quebrado que nos dejaron se sumó que no se pagaba la obra pública.
- ¿A cuánto asciende esa deuda?
- Solamente de deuda impaga en obra pública en cuatro meses, entre agosto y el 10 de diciembre, alcanzó los $ 9.000 millones. Nos insumió cuatro meses más pagar toda esa deuda, para que la obra pública pueda reactivarse. Algunas obras han demorado un tiempo en reiniciarse porque se necesitaban redeterminaciones de precio.
- ¿Cambiarán el cariz de la obra pública?
- Buscamos que la obra pública sea coordinada, con las prioridades que quieren los intendentes y gobernadores. Antes se definían la sobras que eran prioritarias para Lules, Concepción o San Miguel de Tucumán en una oficina de Buenos Aires. Esto nos permitirá delimitar las necesidades y las obligaciones de cada eje de gobierno. En Tucumán aún estamos finalizando las obras del plan Mas Cerca II (en abril se pagó la deuda de ese plan), como polideportivos, cordones cuneta y obras que necesariamente creemos que deben realizar los intendentes, con los recursos acordes para que ellos lo lleven adelante. Por eso tiene sentido la devolución de la coparticipación.
- ¿Cómo es la relación con las provincias?
- Desde el primer minuto el Presidente marcó un camino al andar respecto de la relación entre el PEN y los gobiernos provinciales, con respeto, diálogo y consideración al momento de realizar decisiones y también correcciones en las medidas tomadas. No se trató sólo de una foto cuando el Presidente invitó a los gobernadores a Casa Rosada el 11 de diciembre. En nuestra gestión apostamos por el federalismo, por la reactivación de las economías regionales. En ese marco se encuentra la devolución de la detracción del 15% de forma paulatina de la coparticipación.
- ¿Y con el gobernador Manzur?
- De mucho respeto, de diálogo constante. En el gabinete también tenemos a Domingo Amaya; es otro de los canales de diálogo que tenemos con la Provincia.
- ¿Cuál es la lectura del kirchnerismo y del peronismo?
- El peronismo sigue en su debate por lo que ha pasado y por lo que debe ser. En esto están las discusiones, los contactos y los diálogos con muchos actores, pensando en la construcción del peronismo y la renovación de una nueva camada de dirigentes. Creemos que son en muchos casos buenos gestores, buenas personas de la política y en ese camino nos vamos a encontrar conversando y trabajando en conjunto, más allá de los lugares donde terminen estando los diferentes sectores del peronismo.
- ¿Cómo se tomaron dentro del macrismo las declaraciones de José Alperovich y de Manzur, afirmando que el kirchnerismo es una etapa terminada, que había muerto?
- Ellos han sido parte de ese espacio. Al kirchnerismo no lo doy por muerto. Hay un sector importante de la sociedad, quizás en menor magnitud que antes, por el que sigue existiendo el kirchnerismo. También tendrán un proceso de renovación. En el peronismo se está rediscutiendo quiénes encabezan, quiénes son los perdedores y quiénes han salido ilesos de la elección anterior. Nosotros estamos dispuestos a hacer parte del gobierno a muchos sectores del peronismo que sé que comparten el criterio de gestión del Presidente.
- En la cumbre de la UCR realizada en Tucumán, reafirmaron su posición de sostenerse como columna vertebral de Cambiemos. Rechazaron el ingreso de peronistas con “prontuario”...
- Uno no deja de ser peronista, como tampoco Domingo Amaya deja de ser peronista, ni el radicalismo deja de ser una parte importantísima y vertebral dentro de Cambiemos. Lo que creemos es que si hay personas de otros sectores políticos que sirven en la construcción política, bienvenidos sean. Nadie va a dejar de considerar al radicalismo como columna vertebral dentro de Cambiemos, ni tampoco hace falta cerrar puertas a dirigentes del peronismo que tengan un mismo criterio y objetivo de gestión. Todo eso puede ser parte de nuestro frente, cada uno con sus identidades y sus virtudes.
- ¿Kirchneristas también?
- Lo que nos debe unir, más allá del pasado es la visión del futuro. Es importante compartir la honestidad y el énfasis en la gestión y resolver los problemas de la gente, más allá de que suene a una frase común y que todos los vecinos han escuchado alguna vez.
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