Highton: “no tengo pensado jubilarme”

Dos temas la obsesionaron. Primero, el color de las puertas de la Casa Histórica: para ella y para su infancia, eran verdes (ver texto destacado). Segundo, que todos los congresales de 1816 fueron varones. Estos comentarios quizá desnuden la personalidad de Elena Highton de Nolasco, vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ayer en la Casa Histórica ratificó sus ganas de seguir trabajando, pese a que está próxima a cumplir los 74.

“Por ahora no tengo pensado jubilarme. Como dije recién, siento que me queda mucho por hacer”, declaró después de encabezar el homenaje de la Justicia al Congreso de las Provincias Unidas. Highton también evaluó que por ahora no es posible incorporar más mujeres al máximo tribunal del país, como pretende un sector de la oposición. “La Corte está completa. Es una expresión de deseo que haya más mujeres, pero no hay posibilidades”, opinó.

-Los movimientos de la Justicia están siendo observados y criticados en lo que respecta a la investigación de los casos de corrupción vinculados al Gobierno anterior. ¿Usted cree que corresponde hacer algún tipo de autocrítica?

-Bueno, todo es susceptible de mejora, siempre hay críticas y autocríticas, pero tratamos de superarnos.

-Se percibe la necesidad de que los funcionarios públicos sean investigados mientras ejercen el poder. ¿Está la Justicia a la altura de esa necesidad?

-No quiero opinar porque los juicios están en trámite y hay que ver cómo seguimos adelante. Esto no se puede decir en general. Cada caso es diferente y en el futuro seguramente nos llegará alguno, de modo que no hay nada que comentar al respecto.

-Estamos en la Casa de la Independencia. ¿Este valor necesita ser reforzado en la Justicia argentina?

-No hay duda de que la independencia debe ser vivenciada y real. Los jueces necesitamos actuar con independencia de los poderes políticos, de la prensa y de la opinión pública. La independencia se vive en el ámbito de la convicción que un magistrado se forma sobre el conflicto que ha de juzgar, dentro de su leal saber y entender.

-¿Cuál sería, según su criterio, la situación que más atenta hoy contra la autonomía de la judicatura?

-En este momento el poder político está dejando actuar con independencia a los jueces, aunque siempre existen... Bueno, los comentarios son libres, siempre y cuando no tengan la forma de indicación y de exigencia. En este momento no podemos quejarnos de ninguna manera por la falta de independencia de parte de los poderes políticos. Y pienso que en general los jueces no se dejan influenciar por la prensa aunque a veces las opiniones son duras. Cuando alguien ha sido condenado previamente en los medios de comunicación, todo el mundo espera la confirmación en la Justicia. Y si eso no ocurre, porque en el expediente no hay pruebas suficientes, aparece la desilusión y la sensación de que el juez actuó mal. Y esto a veces resulta muy fuerte: la sociedad espera muchas cosas que no pueden surgir de la realidad judicial.

-Alberto Lebbos rogó justicia aquí, en este este acto de homenaje de los jueces a la Declaración de la Independencia. ¿Qué sintió al escucharlo?

-La verdad es que no lo conozco. Sólo oí que se estaba quejando y que pedía a los jueces que estemos a la altura de la situación. Francamente no pude escuchar su petición.