El microcentro tucumano despertó gris y no fue únicamente por el día invernal. El ascenso de San Martín, miles de fanáticos y un festejo que terminó con incidentes, sorprendió a varios comerciantes del microcentro -para mal-. Anoche, durante los festejos, hinchas rompieron al menos 10 locales y robaron mercadería.
Por el hecho, la Policía detuvo a cinco simpatizantes del "Santo", según confirmó el fiscal Washington Navarro Dávila. Los dueños de estos comercios se mostraron desconsolados tras lo ocurrido. Con teléfono en mano, tratando de comunicarse con una vidriería, Jorge, encargado de un negocio ubicado en la esquina de las calles Muñecas y 24 de Septiembre, opinó: "nadie se imaginó que podría pasar esto. No le veo el sentido a que se festeje rompiendo y delinquiendo. Obviamente, no fueron todos los hinchas, pero los que lo hicieron aprovecharon el momento".
Frente al negocio en el que trabaja Jorge, otro local amaneció con sus vidrieras rotas. "No nos robaron nada, fueron daños, nada más. Está todo destruido", dijo uno de los dueños, quien prefirió no decir su apellido. "Te da bronca e impotencia porque nosotros nos levantamos todas las mañanas a trabajar y aparecen estos inadaptados; no digo que todos lo sean. Es un bajón empezar la semana así. Por cómo están las cosas, sumarle algo más es muy difícil", lamentó mientras los empleados juntaban los vidrios.
"Llegamos a trabajar y nos dimos con esto. Vimos los vidrios rotos. Hay cámaras de seguridad pero sólo muestran la rotura. No robaron nada", contó Rodolfo, auxiliar de un comercio de pinturas ubicado por 24 de Septiembre.
Antoni, uno de los dueños de un restaurante de comida vegetariana que se encuentra en la calle 9 de Julio primera cuadra, relató: "nos enteramos porque un amigo nos mandó una foto a la página del bar. Un desastre. No nos robaron nada, por suerte". El comerciante denunció que durante los incidentes no había policías en el lugar.
"Uno paga impuesto para recibir protección y no la recibe. La Policía tiene gran parte de la responsabilidad. Deberían haber venido como cuando van a la Casa de Gobierno a defender a los políticos en las manifestaciones", finalizó. Justo en ese momento llegó una de sus empleadas. "Buen día", le dijo. Antoni respondió: "es un buen día porque estamos vivos".