22 Junio 2016
CONMOVIDOS. Fito Páez repasó sus clásicos durante dos horas para un público extasiado en el teatro Karl Marx. Fito Páez facebook.
El cantante Fito Páez cerró en la noche del lunes su gira de conciertos por el 30° aniversario de su disco “Giros” ante miles de cubanos que entusiasmados llenaron el Teatro Karl Marx de La Habana. Días antes él mismo había advertido que el concierto sería “una bomba” y las más de 5.000 personas que asistieron no se sintieron defraudadas.
Vestido con pantalón negro y una colorida chaqueta, Páez tocó durante más de dos horas canciones como “Gente sin swing”, “Giros” y “Tumbas de la gloria”, que el público coreó una tras otra.
Un sostén para vivir
Uno de los invitados fue el cantante Pablo Milanés, a quien Páez dijo deberle la vida por haberlo llevado por primera vez a La Habana hace 30 años. Recordó que en 1986 él había vivido “un momento brutal” y justo entonces el cubano lo invitó al Festival de Varadero, primero, y a recorrer juntos Cuba, después. “Esa vuelta me salvó la vida. Aquí recibí un abrazo de amor, que hasta el día de hoy es uno de mis sostenes para vivir”, confió. Ambos cantaron “Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Al escenario subieron más músicos vernáculos como Carlos Varela, quien interpretó a dúo con Páez temas del disco “Ey!”, y José Luis Cortés, conocido como “El Tosco”, quien acompañó con su flauta al rosarino en la canción “Un vestido y un amor”.
Tras esto siguió una nueva dedicatoria a Milanés con “Al lado del camino”, un himno que, según dijo, todavía puede “seguir cantando con la frente en alto”. “Ciudad de pobres corazones” y “El amor después del amor” también se escucharon durante el recital marcado por el rock, el pop, el tango, el jazz y sonoridades electrónicas.
Cuando parecía que el concierto ya había terminado, las miles de personas no dejaban de corear “Fito, Fito, Fito...” y él volvió al escenario con varios de sus grandes éxitos, para terminar la actuación con “Y dale alegría a mi corazón”.
La aparición del disco “Giros”, hace 30 años, marcó a una generación de músicos en toda Latinoamérica. El homenaje a este álbum también formará parte del show que Páez dará en Tucumán, el 4 de agosto, en el teatro Mercedes Sosa. Las entradas ya están a la venta.
Vestido con pantalón negro y una colorida chaqueta, Páez tocó durante más de dos horas canciones como “Gente sin swing”, “Giros” y “Tumbas de la gloria”, que el público coreó una tras otra.
Un sostén para vivir
Uno de los invitados fue el cantante Pablo Milanés, a quien Páez dijo deberle la vida por haberlo llevado por primera vez a La Habana hace 30 años. Recordó que en 1986 él había vivido “un momento brutal” y justo entonces el cubano lo invitó al Festival de Varadero, primero, y a recorrer juntos Cuba, después. “Esa vuelta me salvó la vida. Aquí recibí un abrazo de amor, que hasta el día de hoy es uno de mis sostenes para vivir”, confió. Ambos cantaron “Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Al escenario subieron más músicos vernáculos como Carlos Varela, quien interpretó a dúo con Páez temas del disco “Ey!”, y José Luis Cortés, conocido como “El Tosco”, quien acompañó con su flauta al rosarino en la canción “Un vestido y un amor”.
Tras esto siguió una nueva dedicatoria a Milanés con “Al lado del camino”, un himno que, según dijo, todavía puede “seguir cantando con la frente en alto”. “Ciudad de pobres corazones” y “El amor después del amor” también se escucharon durante el recital marcado por el rock, el pop, el tango, el jazz y sonoridades electrónicas.
Cuando parecía que el concierto ya había terminado, las miles de personas no dejaban de corear “Fito, Fito, Fito...” y él volvió al escenario con varios de sus grandes éxitos, para terminar la actuación con “Y dale alegría a mi corazón”.
La aparición del disco “Giros”, hace 30 años, marcó a una generación de músicos en toda Latinoamérica. El homenaje a este álbum también formará parte del show que Páez dará en Tucumán, el 4 de agosto, en el teatro Mercedes Sosa. Las entradas ya están a la venta.
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