Lo que escribe en Tucumán hace reír también en España

Lo que escribe en Tucumán hace reír también en España

El dramaturgo cuenta cómo funciona su humor reflexivo en otros escenarios.

LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO.- LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO.-
22 Junio 2016

› ocho obras 
“Los autoiluminados”, “Medio Pueblo”, “Disección”, “Freak show (Circo de fenómenos)”, “Oniria (Versión libre de una pesadilla)”, “75 puñaladas (El caso de un sospechoso suicidio)”, “Terapia (Comedia en tres sesiones y un diagnóstico) y “Verduras imaginarias” son las obras de Giner que subieron a escena. 
›OCHO OBRAS
“Los autoiluminados”, “Medio Pueblo”, “Disección”, “Freak show (Circo de fenómenos)”, “Oniria (Versión libre de una pesadilla)”, “75 puñaladas (El caso de un sospechoso suicidio)”, “Terapia (Comedia en tres sesiones y un diagnóstico) y “Verduras imaginarias” son las obras de Giner que subieron a escena. 



Persevera en el teatro independiente, y le va bien. Las obras de Martín Giner toman en escena acentos de Argentina, Chile, Paraguay, México y España. De allí acaba de volver, adonde fue invitado por segundo año.

Estuvo en Barcelona, Madrid, Cartagena y Murcia. Dio talleres en escuelas de teatro; en la Universidad de Murcia dictó dramaturgia humorística; en la Escuela de Danzas de Madrid dio un taller para artistas escénicos, y de ahí salieron varias posibilidades de trabajo.

El grupo Bon jour mon amour estrenó su obra “75 puñaladas (El caso de un sospechoso suicidio)”. “La hicieron muy bien y quieren estrenar otra obra mía”, se entusiasma.

Explica que en España deben asegurar la exclusividad de las obras porque las estrenan, hacen dos o tres funciones y salen a representarlas en otras ciudades. A diferencia de acá, donde con suerte una obra se mantiene en cartel dos o tres meses en una sola ciudad.

Sobre los talleres, informa: “estoy trabajando mucho sobre la dramaturgia y diferentes formas de enseñarla, sobre aspectos de la escritura interesantes para enseñar (dramaturgia; dramaturgia para actores, de humor; escritura humorística; talleres de guión para artistas escénicos o sólo para artistas de circo o bailarines)”.

Cómo estableció los contactos en España es una historia larga que se remonta a su obra “Terapia”: un grupo la llevó a Buenos Aires y allá le pidieron los textos.

Desde entonces varias de sus obras viajaron a escenarios españoles, siendo dirigidas, entre otros, por Juan Carlos Santos, actor de TV muy conocido de series populares, que está haciendo dos películas (y todo indica que va nominado a los Goya).

De vuelta

Giner vuelve a Argentina y retoma su trabajo: “dando talleres, montando una obra (Un tonto en una caja) que montaré en Jujuy, y doy cursos”.

Ha estado viendo teatro en España y son inevitables las comparaciones: “realmente no tenemos nada que envidiarles. Habrá cuestiones de infraestructura, pero podríamos llevar con toda dignidad muchos trabajos que se hacen en Tucumán. Acá hay trabajos que están a mucho más nivel de los que vi”.

Mientras tanto, se imagina llevando “Medio pueblo” a España en 2017. “Es un unipersonal al que le tengo mucho cariño; funcionó muy bien; son 50 muñecos de trapo en el escenario”, recuerda

Obliga a la pregunta de cómo se maneja con el idioma y los códigos culturales españoles. “Tengo alguien que me filtra las expresiones, me traduce. Lo interesante es lo de los códigos. Trato de trabajar un humor universal y atemporal. Evidentemente eso ha funcionado -señala-. He podido ver muchas versiones de obras mías, pero siempre las puse yo primero. Te encontrás con otras cosas; pero reconozco otras formas de trabajo. Es un aprendizaje para uno”.

Chistes gallegos

“El humor para ellos es más directo en algún punto. Trabajo en capas: el que pagó una entrada se tiene que ir con algo sí o sí. Y de ahí hay capas más profundas para compartir con diferentes personas. Tengo chistes que sé que van a funcionar y otros que van a una tercera capa (son los que a mí me gustan). Me ha pasado que funcionaron las tres capas”, dice satisfecho.

También en México le tocó ver obras propias en un festival, con el choque cultura-idioma: “tengo la satisfacción de decir ‘es mi obra’, pero ya es de ellos”.

La dramaturgia

La línea de escritura de Giner es seguir investigando y probando cosas nuevas, viendo siempre el contexto, los mecanismos, y ante todo, evitar ir a lo seguro. “Ahora estoy en tratar de escribir cosas que a mí me movilicen, siempre tratando de mantener los niveles (no creo en quien escribe para él y sus amigos). Y de ahí que los temas vayan variando. Me dejo influenciar por lo que pasa. No escribo sobre lo mediato, que en tres meses pierde interés; escribo sobre lo que me genera lo que pasa en mi entorno, que tiene más que ver con lo humano. Si vibra por ese lado es probable que me conecte con esas personas, sin importar el lugar”, apunta.

Scketches en la iglesia

Escritor de scketches desde chico, en la iglesia que frecuentaba de niño, al estudiar teatro en la facultad reafirmó que lo suyo era la dirección y gestar la dramaturgia.

En el eterno contexto de crisis, reconoce: “acá parece que no se está haciendo nada y que las cosas no es mueven. En realidad uno no tiene idea de cómo repercute lo que hace, o cuándo sale”. Tiene 41 años; lleva la mitad de su vida creando teatro; es exigente: “estoy haciendo lo que quería, pero todavía no está funcionando como quisiera que funcione”.

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