"López y De Vido estuvieron en el convento tres veces junto a sus esposas"

BUENOS AIRES.- El obispo de Mercedes, Agustín Radrizzani, visitió este mediodía el convento de General Rodríguez donde fue detenido el martes a la madrugada el ex secretario de Obras Públicas José López. Luego de reunirse con las religiosas que viven en ese edificio, Radrizzani relató ante los periodistas lo que conversó con ellas.

En principio, dijo estar "muy impresionado" por lo que había ocurrido, y contó que las religiosas le contaron que López les había dicho que llegó al lugar a llevar dinero para ayudar en la construcción de las obras que allí se desarrollan, destaca Clarín. También informó que tenía conocimiento de que tanto el ex ministro Julio de Vido como López, “habían estado acá unas dos o tres veces, junto a sus esposas”.

Radrizzani calificó la actitud de López, esa madrugada, como “un acto de desesperación”. Y reconstruyó este diálogo entre López y la Madre Alba: “López le dijo que venía a donarlo, y la madre Alba le dijo que si el dinero era mal habido, no lo quería”. También contó que López le admitió esa madrugada a la madre Alba su temor a ser detenido, y que ésta le dijo: "y bueno, si es así, rezaré por usted".

También explicó que el fallecido monseñor Rubén di Monte no estaba enterrado allí, como era su voluntad, por decisión de sus familiares. “Di Monte tendría que estar en la Catedral, la familia quería la basílica de Luján, y en su testamento dice que él quería estar enterrado acá”. Fue para explicar que las bóvedad fueron pensadas para alojar los restos de Di Monte y, en el futuro, de las religiosas que viven en el convento.

“Me causa impresión el gesto de López y también las fantasías que circulan. Lo de las bóvedas llenas de dinero es una fantasía total. Les aseguro que no es verdad. La madre Alba me dijo que ellas y otras hermanas iban a ser enterrados ahí. Eso lo tengo con certeza.”

Radrizzani reconoció que, según sabía él, De Vido y López habían ido a visitar el convento “tres veces, con sus esposas”, pero que no tenía conocimiento de si llevaban dinero. “Traían café, té, paquetes, esas cosas”, reseñó.