20 Junio 2016
ESTOS SON..... Miguel Nievas Escobar, Jorge Serrano, Waldo Brandán y Mario Vera recordaron aquella noche de júbilo. la gaceta / foto de hector peralta
La historia futbolística del “Santo” es una de las más ricas del interior del país. San Martín, como el ave Fénix, supo superar vicisitudes que templaron el alma del hincha de la entidad de La Ciudadela. Pasar de aquella histórica goleada 6-1 a Boca, en la mismísima Bombonera, el 20 de noviembre de 1988, a una de las crisis futbolística, institucionales y económicas más importantes de su historia lo llevó a caer a la Liga local, en la temporada 2003. Esto marca los desniveles que tuvieron los “Santos” en los últimos 30 años.
Pero lejos de rendirse, la familia “Santa” recargó las pilas y silenciosamente inició el “Operativo retorno”. Un año después ganó el torneo liguista y así sucesivamente fue escalando categorías hasta aquel 26 de mayo de 2008, cuando, tras igualar como visitante 2-2 con Chacarita Juniors, logró su tercer ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
Pasaron 2.947 días de aquel día en que San Martín hizo feliz a medio Tucumán y hoy puede empezar a dar el último carreteo que dentro de seis días puede depositarlo en la B Nacional. Lo que es la vida, el 26 de junio de 2011, al igualar 1-1 con Sportivo Desamparados, en La Ciudadela, se perdía la plaza en la B Nacional y en esa fecha, pero cinco años después, esta vez enfrentando a Unión Aconquija, tendrá la posibilidad de regresar a la segunda categoría del fútbol argentino.
LG Deportiva tuvo la posibilidad, café por medio, de mantener una entrevista con Miguel Nievas Escobar, Mario Vera, Waldo Brandán -fueron titulares en el cotejo ante Chacarita- y con Jorge Serrano -no pudo jugar ese cotejo por acumular cinco amonestaciones- quienes formaron parte de plantel que logró el último ascenso de San Martín.
“La vida me dio la chance de militar en varios clubes y de conseguir cosas importantes, pero esa consagración fue algo que superó todo lo imaginable. Lo que pasa que a ese logro primero lo viví como un hincha y luego como jugador”, explicó el “Colo” Nievas Escobar.
“Conseguí dos ascensos con Crucero del Norte y otro con Patronato, pero ninguno de ellos iguala a lo que viví en ese ascenso a Primera. Lo que pasó fue que acá me abrazaba con el hincha y al final lo festejaba como uno más. Por eso, tuvo un sabor muy especial al resto. Aunque vista otra camiseta, en mi corazón siempre llevé la roja y blanca”, acotó el volante que jugó en Sportivo Belgrano.
Brandán, que la temporada 2006-07 había jugado en Atlético, se dio el gusto, en su primer torneo en el club, de ser parte del plantel que le dio la última alegría al hincha. “Aunque no nací en el club, los años que pasé en él me hicieron que viviera de los mejores momentos de mi carrera y de mi vida. Es que allí conocí gente que contribuyó a que mi paso por San Martín fuera imborrable. Por eso, vivo estos días con la misma ansiedad de un hincha más, con ganas que el club pueda recuperar parte del terreno perdido”, dijo el muchacho de La Reducción que hoy integra el plantel de Social Lastenia. A su turno, Vera reconoce que los días previos a jugar esta clase de encuentros decisivos se los vive con una ansiedad distinta al resto. “Lo que ocurre es que a medida que se acerca la hora de jugarlos la adrenalina va en aumento. Se desespera por estar en la cancha y jugarlos. Los nervios son inevitables porque en pocos minutos ponés en juego todo el trabajo de una temporada. Por la necesidad que el hincha tiene de celebrar un ascenso, es un momento excelente para que estos muchachos puedan conseguir el objetivo que desvela a tanta gente”, dijo “Chocolatín”, que también está jugando en Lastenia.
Sabor agridulce
A “Chopi” todavía le dura la amargura de haberse quedado afuera de este cotejo por cinco amarillas. “Aunque no pude jugar por nada del mundo me quería perder lo que presentía iba a ser nuestra consagración. Recuerdo que con Luciano Krikorian, nos fuimos en auto a Buenos Aires para vivirlo como dos hinchas más”, dijo.
El caso de Serrano es muy especial, porque su hermano Rolando es el lateral derecho del actual equipo. “No se puede imaginar lo que vive mi familia esta posibilidad cierta de que ‘Roly’ pueda entrar en la historia grande del club. Nuestras historias futbolísticas son casi idénticas, porque a ambos nos costó demasiado consolidarnos en el equipo. Cierro los ojos, y me imagino a mi hermano dando la vuelta olímpica en Andalgalá y devolviendo a San Martín al lugar que nunca debió abandonar”, señaló “Chopi”.
Pero lejos de rendirse, la familia “Santa” recargó las pilas y silenciosamente inició el “Operativo retorno”. Un año después ganó el torneo liguista y así sucesivamente fue escalando categorías hasta aquel 26 de mayo de 2008, cuando, tras igualar como visitante 2-2 con Chacarita Juniors, logró su tercer ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
Pasaron 2.947 días de aquel día en que San Martín hizo feliz a medio Tucumán y hoy puede empezar a dar el último carreteo que dentro de seis días puede depositarlo en la B Nacional. Lo que es la vida, el 26 de junio de 2011, al igualar 1-1 con Sportivo Desamparados, en La Ciudadela, se perdía la plaza en la B Nacional y en esa fecha, pero cinco años después, esta vez enfrentando a Unión Aconquija, tendrá la posibilidad de regresar a la segunda categoría del fútbol argentino.
LG Deportiva tuvo la posibilidad, café por medio, de mantener una entrevista con Miguel Nievas Escobar, Mario Vera, Waldo Brandán -fueron titulares en el cotejo ante Chacarita- y con Jorge Serrano -no pudo jugar ese cotejo por acumular cinco amonestaciones- quienes formaron parte de plantel que logró el último ascenso de San Martín.
“La vida me dio la chance de militar en varios clubes y de conseguir cosas importantes, pero esa consagración fue algo que superó todo lo imaginable. Lo que pasa que a ese logro primero lo viví como un hincha y luego como jugador”, explicó el “Colo” Nievas Escobar.
“Conseguí dos ascensos con Crucero del Norte y otro con Patronato, pero ninguno de ellos iguala a lo que viví en ese ascenso a Primera. Lo que pasó fue que acá me abrazaba con el hincha y al final lo festejaba como uno más. Por eso, tuvo un sabor muy especial al resto. Aunque vista otra camiseta, en mi corazón siempre llevé la roja y blanca”, acotó el volante que jugó en Sportivo Belgrano.
Brandán, que la temporada 2006-07 había jugado en Atlético, se dio el gusto, en su primer torneo en el club, de ser parte del plantel que le dio la última alegría al hincha. “Aunque no nací en el club, los años que pasé en él me hicieron que viviera de los mejores momentos de mi carrera y de mi vida. Es que allí conocí gente que contribuyó a que mi paso por San Martín fuera imborrable. Por eso, vivo estos días con la misma ansiedad de un hincha más, con ganas que el club pueda recuperar parte del terreno perdido”, dijo el muchacho de La Reducción que hoy integra el plantel de Social Lastenia. A su turno, Vera reconoce que los días previos a jugar esta clase de encuentros decisivos se los vive con una ansiedad distinta al resto. “Lo que ocurre es que a medida que se acerca la hora de jugarlos la adrenalina va en aumento. Se desespera por estar en la cancha y jugarlos. Los nervios son inevitables porque en pocos minutos ponés en juego todo el trabajo de una temporada. Por la necesidad que el hincha tiene de celebrar un ascenso, es un momento excelente para que estos muchachos puedan conseguir el objetivo que desvela a tanta gente”, dijo “Chocolatín”, que también está jugando en Lastenia.
Sabor agridulce
A “Chopi” todavía le dura la amargura de haberse quedado afuera de este cotejo por cinco amarillas. “Aunque no pude jugar por nada del mundo me quería perder lo que presentía iba a ser nuestra consagración. Recuerdo que con Luciano Krikorian, nos fuimos en auto a Buenos Aires para vivirlo como dos hinchas más”, dijo.
El caso de Serrano es muy especial, porque su hermano Rolando es el lateral derecho del actual equipo. “No se puede imaginar lo que vive mi familia esta posibilidad cierta de que ‘Roly’ pueda entrar en la historia grande del club. Nuestras historias futbolísticas son casi idénticas, porque a ambos nos costó demasiado consolidarnos en el equipo. Cierro los ojos, y me imagino a mi hermano dando la vuelta olímpica en Andalgalá y devolviendo a San Martín al lugar que nunca debió abandonar”, señaló “Chopi”.
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