Otro enfoque para formar a los educadores

Otro enfoque para formar a los educadores

19 Junio 2016
María Inés Rubí, vicepresidenta del Consejo Nacional de Educación Católica, fue la encargada de cerrar las sesiones plenarias del área Educación, y en su reflexión resonaron también el encuentro y la misericordia. “La ternura de Dios se manifiesta en la educación humanizada”, era el título de lo que empezó con una referencia personal: “sé que Dios dice de mí que soy su hija amada, en quien tiene su complacencia; esa es mi experiencia de su ternura”. “Pero además, ha puesto en mi camino a un montón de otros de sus hijos, también amadísimos, que son mi responsabilidad”, añadió y explicó que tomó como base para esta reflexión un ensayo en el que el filósofo italiano Rocco Buttiglione propone que todos somos al mismo tiempo la bella y la bestia.

“Él explica, además, que las relaciones con los demás las establecemos desde la bestia, porque la bella es frágil y no se muestra”, añadió y se preguntó “¿cómo realizar desde ese lugar nuestro rol de educadores?”. “Tengo que mantener a raya ‘mi bestia’, la que me hace sentirme segura, atrincherarme tras lo que sé, los esquemas, las metodologías. Y pierdo la paciencia, y me enojo... sin pensar que también en mis alumnos Dios tiene su complacencia”, agregó.

“El desafío es dejar salir mi propia fragilidad para dar espacio a que el otro pueda mostrar la suya, y su contingencia; el desafío es salir al encuentro del otro desde esa fragilidad y aceptar encontrarse con lo inesperado”.

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