El delegado pontificio, el cardenal Giovanni Battista Re, fue el primero en tomar la palabra y habló en nombre del papa Francisco. Mientras que el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, les dio la bienvenida a los cientos de obispos y arzobispos, como así también a los peregrinos, en su mayoría jóvenes.
"La patria es mucho más que el país o la nación; es necesario que los argentinos volvamos a hablar de patria"
— CEN Tucumán 2016 (@centucuman2016) 16 de junio de 2016
Monseñor Zecca #centucuman2016
@centucuman2016 Este es un momento único para todos los argentinos #JesucristoSeñorDeLaHistoriaTeNecesitamos pic.twitter.com/mqp4Wf5BVt
— Juan Luis Manzur (@JuanManzurOK) 16 de junio de 2016
El gobernador Juan Manzur, su vice, Osvaldo Jaldo, y el intendente capitalino, Germán Alfaro, entre otros, participaron de la ceremonia de apertura.
Peregrinos de distintos puntos de la provincia y de Argentina, e incluso de otros países, arribaron a Tucumán en las últimas horas para formar parte de la fiesta de la Eucaristía. Imágenes como las de el Señor de Mailín (Santiago); el Señor y la Virgen del Milagro (Salta); la Virgen del Valle (Catamarca); y Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco (Jujuy) arribaron a Tucumán para las celebraciones, de las que se estiman que participarán 250.000.
En la Ciudad Eucarística, el peregrino encontrará un patio de comidas y stands repartidos en todo el predio, donde se podrá comprar agua y algo para comer. También hay un espacio comercial con recuerdos del Congreso. Hay stands con cada uno de los carismas que integran la Iglesia y una parte histórica (Camino de Emaús) sobre la vida de la fe a lo largo de los 200 años. La Ciudad abrirá todos los días a partir de las 10. Hasta las 17 funcionarán todos los puestos y luego sólo quedarán abiertos el patio de comidas y el sector comercial.
Luego de 27 horas de viaje, arribó esta tarde el "Tren Eucarístico" que partió ayer de Retiro para participar del cónclave de la Iglesia católica. La formación, compuesta por 13 vagones y con una capacidad para 300 pasajeros, está encabezada por el sacerdote Carlos de Morón.
"Fue un viaje espectacular; cantamos juntos y celebramos una misa. Fue una experiencia inolvidable", contó Marcela, una joven oriunda de Rosario.