09 Junio 2016
El represor multicondenado Roberto “El Tuerto” Albornoz está alojado en su casa desde la noche del martes. El imputado en la megacausa “Operativo Independencia” estaba recluido en el penal de Villa Urquiza desde hacía 13 años tras haber sido juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado. Sobre el ex jefe de inteligencia de la Policía, de 86 años, pesan cinco condenas (cuatro a perpetua -dos de ellas firmes- y una a ocho años).
El presidente del Tribunal Oral Federal (TOF), Gabriel Casas, decretó el traslado de Albornoz a su domicilio tras recibir una serie de informes médicos tanto de la cárcel como de peritos oficiales. Durante la última audiencia, el viernes pasado, los defensores oficiales habían pedido que el acusado sea llevado a su casa.
El martes 31, Albornoz había sufrido una descompensación -padece enfermedades cardíacas y respiratorias- y un médico de la cárcel advirtió que estaba en “riesgo de muerte”. Casas había requerido entonces un informe a un forense de la Cámara Federal de Apelaciones. En la respuesta, un profesional recomendó que se provea a Albornoz de un tubo de oxígeno permanente. La cárcel informó que no estaba en condiciones de prestar esa atención. Un forense consideró que Albornoz no podía permanecer allí.
El decreto de Casas, sin embargo, puede ser revisado si es la Fiscalía o las querellas efectúan planteos de reposición.
En 2014, Albornoz había pasado una semana en su domicilio tras el fallo de la Cámara de Casación Penal de la Nación que había resuelto que una treintena de ex militares y policías condenados en 2013 en “Arsenales II-Jefatura II” volvieran a la situación de detención anterior a la del inicio del histórico proceso hasta tanto la condena quede firme. Luego, el TOF hizo lugar a un planteo para que vuelva a la cárcel.
Testigos y víctimas
Hoy, desde las 9, se celebrará en el TOF una nueva audiencia del juicio que determinará las presuntas responsabilidades de 19 imputados en delitos de lesa humanidad contra 271 víctimas. Está previsto que declare el periodista Horacio Verbitsky (mediante videoconferencia desde Buenos Aires); el ex dirigente sindical de la Fotia, Hugo Aldo Santillán y la histórica dirigente de Fadetuc, Virginia Sosa, entre otros testigos-víctima.
El proceso es el más grande dederechos humanos que se celebra en el NOA.
El presidente del Tribunal Oral Federal (TOF), Gabriel Casas, decretó el traslado de Albornoz a su domicilio tras recibir una serie de informes médicos tanto de la cárcel como de peritos oficiales. Durante la última audiencia, el viernes pasado, los defensores oficiales habían pedido que el acusado sea llevado a su casa.
El martes 31, Albornoz había sufrido una descompensación -padece enfermedades cardíacas y respiratorias- y un médico de la cárcel advirtió que estaba en “riesgo de muerte”. Casas había requerido entonces un informe a un forense de la Cámara Federal de Apelaciones. En la respuesta, un profesional recomendó que se provea a Albornoz de un tubo de oxígeno permanente. La cárcel informó que no estaba en condiciones de prestar esa atención. Un forense consideró que Albornoz no podía permanecer allí.
El decreto de Casas, sin embargo, puede ser revisado si es la Fiscalía o las querellas efectúan planteos de reposición.
En 2014, Albornoz había pasado una semana en su domicilio tras el fallo de la Cámara de Casación Penal de la Nación que había resuelto que una treintena de ex militares y policías condenados en 2013 en “Arsenales II-Jefatura II” volvieran a la situación de detención anterior a la del inicio del histórico proceso hasta tanto la condena quede firme. Luego, el TOF hizo lugar a un planteo para que vuelva a la cárcel.
Testigos y víctimas
Hoy, desde las 9, se celebrará en el TOF una nueva audiencia del juicio que determinará las presuntas responsabilidades de 19 imputados en delitos de lesa humanidad contra 271 víctimas. Está previsto que declare el periodista Horacio Verbitsky (mediante videoconferencia desde Buenos Aires); el ex dirigente sindical de la Fotia, Hugo Aldo Santillán y la histórica dirigente de Fadetuc, Virginia Sosa, entre otros testigos-víctima.
El proceso es el más grande dederechos humanos que se celebra en el NOA.
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