Diferencias de desarrollo teatral entre provincias

Diferencias de desarrollo teatral entre provincias

El representante provincial y secretario general del Instituto Nacional de Teatro destaca el carácter federal del encuentro de elencos y la fuerza de los discursos políticos que se vieron en el festival artístico

SATISFECHO. Ramayo destacó la presencia del país teatral en Tucumán. la gaceta / foto de franco vera SATISFECHO. Ramayo destacó la presencia del país teatral en Tucumán. la gaceta / foto de franco vera
06 Junio 2016
“Siempre una fiesta es positiva. Puede haber más o menos errores en la organización, pueden gustarnos o no las cosas que se presentan, pero es lo más federal que ocurre en el teatro argentino. Lo que estéticamente vemos puede ser mejor o peor, pero es anecdótico: lo esencial es que lo mejor se hizo presente acá”.
José Ramayo le adelanta a LA GACETA su balance de la 31ª Fiesta Nacional del Teatro en la frase precedente, pocas horas antes del acto de cierre que tenía lugar anoche, al cierre de esta edición. Con los discursos oficiales en el teatro San Martín y luego la representación de la propuesta de nuevo circo “ADN-Algo De Nosotros”, se bajó el telón a 10 días de actividad escénica que reunió a 33 elencos de todo el país, más obras invitadas y en adhesión y movilizó a cientos de espectadores por jornada en las salas de la capital, que mayormente funcionaron a platea llena.
El representante tucumano en el Instituto Nacional de Teatro (INT), donde se desempeña como secretario general, resalta que la Fiesta que finalizó anoche es una consecuencia: “cada obra y cada elenco que se presenta comienza su proceso de creación en su distrito, deben ganar su fiesta local y luego llegan al nacional”. “En el acto inaugural se mencionaba que la Declaración de la Independencia comenzó en las provincias, cuando decidieron enviar sus representantes a Tucumán, y ahora ocurrió lo mismo. Por eso quiero poner en valor el trabajo que hacen los representantes provinciales en su lugar”, destaca.
- ¿Cómo evaluás el nivel artístico de las obras presentadas?
- Es siempre subjetivo, de los gustos personales. Lamentablemente no tuve la oportunidad de ver todas las obras, que es mi objetivo cuando voy a otras Fiestas, pero pude ver una o dos por día. Hubo propuestas que me gustaron mucho y otras, muy poco, pero es lo que se da en un muestreo de todo el país. Hay provincias más desarrolladas teatralmente que otras, como es Tucumán, cuyos espectáculos (“La lechera” y “Vertical”) generaron comentarios positivos y otras cuyos espectáculos denotan lo que les falta. Es bueno que se lo vea, porque le permite al INT orientar capacitaciones y proyectos como políticas nacionales.
- ¿Fue fuerte la presencia del teatro político en este festival?
- Lo que vi tenía mucho discurso político, como en “Bufón” y en “Todo piola”, por mencionar dos ejemplos. Siempre el teatro estuvo teñido de contenido político y social, porque está mostrándonos nuestra realidad; si no, no sería arte.
- ¿Sirven estos encuentros para replantear cuestiones puertas adentro del INT?
- Totalmente, se recibe muchísimo de las provincias, porque cada grupo plantea sus puntos de vista, que hacen a la construcción  de la próxima Fiesta. Tendremos diferencias políticas, metodológicas y estéticas, pero eso es lo normal y lo lógico. Hay muchos temas en vista, como el replanteo de la dinámica de las fiestas selectivas provinciales o la realización de los foros regionales de debate para que todos los teatreros presenten sus temas y sus dudas.
- Hay críticas de algunos teatristas tucumanos...
- Hay algunas que son muy positivas porque permiten mejorar la Fiesta, y otras que son maliciosas. Me parece que el cuestionamiento sobre el centralismo porteño es algo a tener en cuenta y para replantearnos la organización. Hay cosas que considero muy positivas, como que todo el personal del INT se puso al hombro esta actividad, y tuvimos la presencia del director de administración, Sebastián Pereira, lo que nos facilitó el manejo del dinero porque es quien recibía las facturas y comprobaba si todo estaba en regla. Nos evitó que un compañero nos pida que le paguemos los honorarios y que después nos mandaba la factura porque se olvidó el talonario, y a veces uno cedía. Muchas veces tuvimos problemas con la rendición, pero esta vez no pasó nada de eso. El dinero lo manejó el INT, no pasó por ninguna ONG ni por la Provincia, lo cual nos da una tranquilidad tremenda.
- ¿No fue demasiada la presencia externa en la organización?
- Hubo actividades que podríamos haber hecho directamente con tucumanos, pero se decidió otra cosa para que los empleados del INT vean, participen y sientan la Fiesta, porque no era algo que lo vivían como propio. Es verdad que faltó presencia local, pero se estuvo con los técnicos, en la parte logística y en otros aspectos. No fue el 100%, habrá sido el 50%, pero hubo muchos tucumanos trabajando. Hay que entender que es la Fiesta de todos, no sólo de Tucumán.
- ¿Cómo evaluás la situación de la sala La Red Lules, que está por cerrar?
- Lamentamos profundamente el cierre de cualquier sala. El INT siempre estuvo con todos los espacios independientes. La Red Lules recibe subsidios del INT prácticamente desde su inicio, y de hecho, el año pasado se le entregaron $ 250.000 para equipamiento, y una cifra parecida en 2014 para infraestructura, la que permitió que se la refaccione, se hagan baños nuevos y se realice un espacio nuevo, con el Templo del Sol. Razones particulares del propietario del local termina en que la sala se venda, lo que nos obliga también a nosotros a rever las condiciones en las que se da el subsidio, porque acrecentamos un patrimonio personal o individual que sale del aprovechamiento artístico del lugar. 
- ¿Puede haber alguna alternativa para este espacio?
- Estamos analizando la carpeta con los pedidos que presentaron Soledad Benegas y José Luis Alves. El tema está en el Consejo de Dirección del INT y quedamos en seguir estudiándolo cuando el cuerpo esté completo, porque le faltan dos vocales, los del quehacer teatral nacional; creemos que a fines de julio se lo podrá retomar, pero se lo seguirá estudiando hasta entonces. Es un tema complejo por el monto del aporte que se debe hacer. Está el antecedente de la sala Apacheta de Buenos Aires, donde se le dio un subsidio de $ 1 millón para comprar el espacio, y el grupo responsable afrontó los otros $ 3 millones que se invirtieron allí.

“Siempre una fiesta es positiva. Puede haber más o menos errores en la organización, pueden gustarnos o no las cosas que se presentan, pero es lo más federal que ocurre en el teatro argentino. Lo que estéticamente vemos puede ser mejor o peor, pero es anecdótico: lo esencial es que lo mejor se hizo presente acá”.

José Ramayo le adelanta a LA GACETA su balance de la 31ª Fiesta Nacional del Teatro en la frase precedente, pocas horas antes del acto de cierre que tenía lugar anoche, al cierre de esta edición. Con los discursos oficiales en el teatro San Martín y luego la representación de la propuesta de nuevo circo “ADN-Algo De Nosotros”, se bajó el telón a 10 días de actividad escénica que reunió a 33 elencos de todo el país, más obras invitadas y en adhesión y movilizó a cientos de espectadores por jornada en las salas de la capital, que mayormente funcionaron a platea llena.

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El representante tucumano en el Instituto Nacional de Teatro (INT), donde se desempeña como secretario general, resalta que la Fiesta que finalizó anoche es una consecuencia: “cada obra y cada elenco que se presenta comienza su proceso de creación en su distrito, deben ganar su fiesta local y luego llegan al nacional”. “En el acto inaugural se mencionaba que la Declaración de la Independencia comenzó en las provincias, cuando decidieron enviar sus representantes a Tucumán, y ahora ocurrió lo mismo. Por eso quiero poner en valor el trabajo que hacen los representantes provinciales en su lugar”, destaca.

- ¿Cómo evaluás el nivel artístico de las obras presentadas?
- Es siempre subjetivo, de los gustos personales. Lamentablemente no tuve la oportunidad de ver todas las obras, que es mi objetivo cuando voy a otras Fiestas, pero pude ver una o dos por día. Hubo propuestas que me gustaron mucho y otras, muy poco, pero es lo que se da en un muestreo de todo el país. Hay provincias más desarrolladas teatralmente que otras, como es Tucumán, cuyos espectáculos (“La lechera” y “Vertical”) generaron comentarios positivos y otras cuyos espectáculos denotan lo que les falta. Es bueno que se lo vea, porque le permite al INT orientar capacitaciones y proyectos como políticas nacionales.

- ¿Fue fuerte la presencia del teatro político en este festival?
- Lo que vi tenía mucho discurso político, como en “Bufón” y en “Todo piola”, por mencionar dos ejemplos. Siempre el teatro estuvo teñido de contenido político y social, porque está mostrándonos nuestra realidad; si no, no sería arte.

- ¿Sirven estos encuentros para replantear cuestiones puertas adentro del INT?
- Totalmente, se recibe muchísimo de las provincias, porque cada grupo plantea sus puntos de vista, que hacen a la construcción  de la próxima Fiesta. Tendremos diferencias políticas, metodológicas y estéticas, pero eso es lo normal y lo lógico. Hay muchos temas en vista, como el replanteo de la dinámica de las fiestas selectivas provinciales o la realización de los foros regionales de debate para que todos los teatreros presenten sus temas y sus dudas.

- Hay críticas de algunos teatristas tucumanos...
- Hay algunas que son muy positivas porque permiten mejorar la Fiesta, y otras que son maliciosas. Me parece que el cuestionamiento sobre el centralismo porteño es algo a tener en cuenta y para replantearnos la organización. Hay cosas que considero muy positivas, como que todo el personal del INT se puso al hombro esta actividad, y tuvimos la presencia del director de administración, Sebastián Pereira, lo que nos facilitó el manejo del dinero porque es quien recibía las facturas y comprobaba si todo estaba en regla. Nos evitó que un compañero nos pida que le paguemos los honorarios y que después nos mandaba la factura porque se olvidó el talonario, y a veces uno cedía. Muchas veces tuvimos problemas con la rendición, pero esta vez no pasó nada de eso. El dinero lo manejó el INT, no pasó por ninguna ONG ni por la Provincia, lo cual nos da una tranquilidad tremenda.

- ¿No fue demasiada la presencia externa en la organización?

- Hubo actividades que podríamos haber hecho directamente con tucumanos, pero se decidió otra cosa para que los empleados del INT vean, participen y sientan la Fiesta, porque no era algo que lo vivían como propio. Es verdad que faltó presencia local, pero se estuvo con los técnicos, en la parte logística y en otros aspectos. No fue el 100%, habrá sido el 50%, pero hubo muchos tucumanos trabajando. Hay que entender que es la Fiesta de todos, no sólo de Tucumán.

- ¿Cómo evaluás la situación de la sala La Red Lules, que está por cerrar?
- Lamentamos profundamente el cierre de cualquier sala. El INT siempre estuvo con todos los espacios independientes. La Red Lules recibe subsidios del INT prácticamente desde su inicio, y de hecho, el año pasado se le entregaron $ 250.000 para equipamiento, y una cifra parecida en 2014 para infraestructura, la que permitió que se la refaccione, se hagan baños nuevos y se realice un espacio nuevo, con el Templo del Sol. Razones particulares del propietario del local termina en que la sala se venda, lo que nos obliga también a nosotros a rever las condiciones en las que se da el subsidio, porque acrecentamos un patrimonio personal o individual que sale del aprovechamiento artístico del lugar. 

- ¿Puede haber alguna alternativa para este espacio?
- Estamos analizando la carpeta con los pedidos que presentaron Soledad Benegas y José Luis Alves. El tema está en el Consejo de Dirección del INT y quedamos en seguir estudiándolo cuando el cuerpo esté completo, porque le faltan dos vocales, los del quehacer teatral nacional; creemos que a fines de julio se lo podrá retomar, pero se lo seguirá estudiando hasta entonces. Es un tema complejo por el monto del aporte que se debe hacer. Está el antecedente de la sala Apacheta de Buenos Aires, donde se le dio un subsidio de $ 1 millón para comprar el espacio, y el grupo responsable afrontó los otros $ 3 millones que se invirtieron allí.

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