El registro de marca le da ingresos a la empresa

El registro de marca le da ingresos a la empresa

Según una especialista, el emprendedor debe iniciar los trámite de patentamiento en el inicio de su proyecto, antes de salir al mercado.

PLANIFICACIÓN. Es recomendable que los emprendedores incluyan las gestiones para registrar la marca en la estructura de costos y en el plan de ventas.  PLANIFICACIÓN. Es recomendable que los emprendedores incluyan las gestiones para registrar la marca en la estructura de costos y en el plan de ventas.
22 Mayo 2016
Poner en marcha un emprendimiento implica, no sólo tener y desarrollar una idea, sino también crear y proteger una marca. Con el nombre resuelto, los emprendedores suelen apresurarse para salir al mercado. El apuro es lógico, pero antes hay que ocuparse de un detalle: registrar la marca. Los agentes de propiedad intelectual recomiendan iniciar las gestiones desde el inicio de la empresa. En promedio, los agentes cobran por un trámite simple e inicial unos $ 2.200 para registrar la marca de un emprendimiento. Y el organismo que se encarga de aprobar la solicitud es el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI).

La especialista María Elvira Márquez Alurralde, explica que este proceso le permite al emprendedor patentar la denominación de su empresa, así como el dominio de internet, otro elemento asociado a la marca, con el cual los consumidores podrán localizarlo en la web. Sin embargo, subrayó que, además de la aprobación del INPI, el emprendedor debe proteger la marca. “Esto implica que hay que estar atento para que nadie utilice en el mercado una marca igual o similar que confunda a los potenciales clientes o consumidores”, recalca Márquez Alurralde, quien también se desempeña como capacitadora de la red de emprendedores Inicia Tucumán.

La importancia de registrar la marca desde el comienzo del emprendimiento, y de protegerla para que nadie más la utilice, radica en que el emprendedor puede agregarle valor simbólico al producto o servicio que ofrece. “También permite que el producto o servicio se diferencie de la competencia”, advierte la especialista, entrevistada por LA GACETA.

Además de la marca, un emprendedor puede fortalecer la identidad de su producto o servicio mediante dos elementos: el modelo industrial y el diseño industrial.

Estos componentes, sostiene Márquez Alurralde, forman parte de la ornamentación distintiva de la marca. Y aquí entran elementos como un jingle publicitario, un embalaje particular y hasta la forma física de un producto. “No sólo es la marca tradicional o denominativas lo que permite al consumidor reconocer a un producto o un servicio, sino también la apariencia de la marca. Aquí también entra en juego el aspecto estético de un local comercial, en caso que el producto o servicio se comercialice en tiendas físicas”, remarca.

“En el concepto de marca no tradicional entran aquellos elementos complementarios a la marca denominativa, que permiten al consumidor reconocer un producto o servicio, por sobre la competencia. Los modelos y diseños industriales acompañan a la marca para posicionarla en el mercado”, agrega la especialista.

Finalmente, Márquez Alurralde sostiene que registrar la marca, los diseños y modelos industriales permiten al emprendedor diferenciarse de la competencia, y obtener prestigio para construir una marca nueva. “También se puede generar ingresos, ya que el emprendedor puede licenciar el derecho para que otra empresa utilice su marca o su modelo industrial. También son requisitos fundamentales para acceder a nuevos mercados dentro del país y en el extranjero”, concluye.

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