Radiohead: hermoso y perturbador como siempre

MUY BUENO

PRODUCTOR: Nigel Godrich. GÉNERO: rock alternativo. SELLO: XL.  DURACIÓN: 52 minutos.

El noveno disco de Radiohead, “A moon shaped pool”, se ahorra la introducción y empieza en pleno nudo con “Burn the witch”: una orquesta de cuerdas no baja los decibeles y te mantiene al borde de la silla. De ese pico de estrés pasamos a la triste tranquilidad de “Daydreaming”, protagonizada por un piano y la voz de Thom Yorke. Los grises de este blanco y negro se van experimentando a lo largo de 52 minutos.



Para promocionar el disco, la banda apostó al suspenso. El 1° de mayo, el quinteto británico dejó todas sus plataformas online en blanco; después volvieron con el videoclip de “Burn the witch” y unos días después con el de “Daydreaming”. El domingo 8 se pudo escuchar el disco completo. “A moon shaped pool” reposa por ahora en sitios de descargas online -se lo puede hacer desde la página amoonshapepool.com- o de streaming, como Apple Music. No está en Spotify. Para la versión física habrá que esperar hasta el 17 de junio.

Radiohead se mantiene fiel a su estilo, pero suma mayor complejidad sonora. A los riffs desprolijos, al piano melancólico, a la guitarra acústica y al sintetizador se suman violines, coros y varios instrumentos orquestales, devenidos perfectos compañeros de baile de las letras desgarradoras y apocalípticas a las que ya nos tienen habituados Yorke & Cía. El resultado es una sucesión de piezas llenas de emociones; en su mayoría perturbadoras.

Aunque todo suene a medida en “A moon shape pool”, no todos los temas fueron compuestos para este disco. El caso más emblemático es “True love waits”, tema que la banda toca desde hace unos 20 años. “Full stop” e “Identikit” son de 2012, mientras que “Desert island disk” y “The numbers” sonaban en los recitales que Yorke daba el año pasado. Fechas y orígenes al margen, las canciones destilan esa belleza turbulenta que hace de Radiohead una fuerza irresistible.