17 Mayo 2016
TENSIÓN EXTREMA. Si un conductor sufre un desperfecto en su auto queda expuesto a su suerte en esta zona. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO.
Nadie se hace cargo de esta tierra sin dueño, y eso se nota a la luz -o a la oscuridad- del abandono que se observa en el tramo de la autopista de Circunvalación que va desde el distribuidor de la avenida Jujuy, al sur, hasta el distribuidor de San Cayetano. En este último el fin de semana hubo un penoso accidente entre dos motos, en el que perdieron la vida un futbolista y changarín del Mercofrut y un vecino de la zona. Más allá del choque, de la mala suerte o de la eventual imprudencia de los conductores, el trayecto implica un peligro para cualquiera: no hay señalizaciones, el pavimento está en mal estado, es habitual cruzarse con animales sueltos, como perros y caballos, carros y personas que circulan a pie, en moto o bicicleta por la banquina e inclusive en contramano. Y de noche, el peligro se duplica por la oscuridad extrema de la zona.
Nadie se hace cargo. Vialidad Nacional y la Municipalidad capitalina apuntan sus cañones a la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), organismo provincial que hace años hizo la obra de iluminación en esta zona urba, paso obligado de quienes circulan de sur a norte del país. También es uno de los accesos para los turistas que deciden visitar la provincia. La DAU, en tanto, asegura que no es su responsabilidad el mantenimiento de la iluminación. “Nosotros hicimos la obra, es cierto, colocamos postes de luz que ahora quedaron inutilizados porque se robaron todo. Pero no está dentro de nuestras facultades el cuidado permanente de esa obra. Deberían ser Vialidad Nacional -porque es una ruta nacional- o la Municipalidad capitalina, porque las luces se encienden arriba y abajo...”, se desliga Alfredo Quinteros, titular de la DAU.
Jorge Correa, de Vialidad Nacional, también asegura que no es su responsabilidad. “Vialidad no se puede hacer cargo de la iluminación de todas las rutas nacionales, para eso hace convenios con los municipios o las provincias. En el caso del tramo que se encuentra en la zona de Mercufrut, es responsabilidad de la DAU”, aseguró.
La Municipalidad capitalina, representada por su secretario de Relaciones Institucionales, José Luis Avignone, también apunta a la dirección que conduce Quinteros. “Estas obras (la instalación de las columnas de luz) fueron realizadas por la DAU sin ningún consentimiento, conocimiento ni autorización del Municipio. Por ende la responsabilidad corre por cuenta de ese organismo”, dice Avignone en una nota de reclamo enviada en enero de este año a la Defensoria del Pueblo. El viernes pasado, además, el funcionario radical le hizo un reclamo similar al gobernador, Juan Manzur.
En un mes Tucumán será la sede del Congreso Eucarístico Nacional y se espera la llegada de más de 10.000 personas. Otro acontecimiento que traerá a miles de personas a la provincia será el Bicentenario de la Independencia, para el que falta menos de dos meses. Muchas de esas visitas seguramente transitarán por este tramo donde sólo queda encomendarse a la suerte para no tener un accidente u otro contratiempo.
Nadie se hace cargo. Vialidad Nacional y la Municipalidad capitalina apuntan sus cañones a la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), organismo provincial que hace años hizo la obra de iluminación en esta zona urba, paso obligado de quienes circulan de sur a norte del país. También es uno de los accesos para los turistas que deciden visitar la provincia. La DAU, en tanto, asegura que no es su responsabilidad el mantenimiento de la iluminación. “Nosotros hicimos la obra, es cierto, colocamos postes de luz que ahora quedaron inutilizados porque se robaron todo. Pero no está dentro de nuestras facultades el cuidado permanente de esa obra. Deberían ser Vialidad Nacional -porque es una ruta nacional- o la Municipalidad capitalina, porque las luces se encienden arriba y abajo...”, se desliga Alfredo Quinteros, titular de la DAU.
Jorge Correa, de Vialidad Nacional, también asegura que no es su responsabilidad. “Vialidad no se puede hacer cargo de la iluminación de todas las rutas nacionales, para eso hace convenios con los municipios o las provincias. En el caso del tramo que se encuentra en la zona de Mercufrut, es responsabilidad de la DAU”, aseguró.
La Municipalidad capitalina, representada por su secretario de Relaciones Institucionales, José Luis Avignone, también apunta a la dirección que conduce Quinteros. “Estas obras (la instalación de las columnas de luz) fueron realizadas por la DAU sin ningún consentimiento, conocimiento ni autorización del Municipio. Por ende la responsabilidad corre por cuenta de ese organismo”, dice Avignone en una nota de reclamo enviada en enero de este año a la Defensoria del Pueblo. El viernes pasado, además, el funcionario radical le hizo un reclamo similar al gobernador, Juan Manzur.
En un mes Tucumán será la sede del Congreso Eucarístico Nacional y se espera la llegada de más de 10.000 personas. Otro acontecimiento que traerá a miles de personas a la provincia será el Bicentenario de la Independencia, para el que falta menos de dos meses. Muchas de esas visitas seguramente transitarán por este tramo donde sólo queda encomendarse a la suerte para no tener un accidente u otro contratiempo.
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