Temer analiza vender las empresas del Estado

Temer analiza vender las empresas del Estado

El abultado déficit fiscal y la carencia de fondos suficientes para atender los gastos, llevarían al Gobierno a privatizar sus activos. El presidente interino enfrenta un problema que ya fue advertido por Rousseff, que no logró un aumento del Presupuesto.

MIRADA AL FUTURO. El gran desafío de Temer es lograr que la economía brasileña recupere su fortaleza. reuters MIRADA AL FUTURO. El gran desafío de Temer es lograr que la economía brasileña recupere su fortaleza. reuters
16 Mayo 2016
RÍO DE JANEIRO.- El Gobierno de Brasil está considerando vender participaciones en empresas controladas por el Estado incluyendo la compañía de correos así como tenencias en firmas de transporte, energía y seguros, en un intento por levantar capital y reducir el sector público, reportó un periódico local.

El gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, está trabajando con una lista de empresas y sectores que serían los primeros objetivos, si se concreta la idea de desmantelar las tenencias del Estado, dijo el diario O’Globo de Río de Janeiro, citando -sin identificar- a miembros del equipo económico de Temer.

Esa maniobra fue utilizada ampliamente durante la década de 1990 e inicios de los 2000, pero los gobiernos de izquierda del Partido de los Trabajadores (PT) la revirtieron posteriormente durante sus 13 años en el poder bajo el ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva y su sucesora Dilma Rousseff.

Rousseff fue suspendida como Presidenta la semana pasada, después de que el Senado aprobó someterla a un juicio político por cargos de violar leyes presupuestarias. La mandataria fue reemplazada entonces de manera inmediata por Temer, un político de centro, miembro del partido más grande de Brasil.

Recesión

Brasil enfrenta una profunda recesión económica marcada por un creciente desempleo, una inflación de casi dos dígitos y una debilitada confianza de los consumidores y empresarios. El Gobierno tiene, además, un fuerte déficit fiscal.

O’Globo dijo que el Gobierno está considerando la venta parcial de su participación en Correios, la empresa de correos de Brasil, y en la Casa de Moneda.

También podría revivir esfuerzos por vender participaciones en la unidad de seguros de Caixa Economica Federal, un gran prestamista público, y varios operadores de puertos a lo largo de Brasil en los que el Gobierno Federal tiene intereses.

Otras privatizaciones que están siendo consideradas, de acuerdo al reporte, incluyen la venta parcial del operador de aeropuertos Infraero, tenencias en más de 200 pequeñas empresas eléctricas controladas por la estatal Eletrobras y varios activos controlados a través de BndesPar, el brazo de inversión del banco de desarrollo Bndes (Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social).

Una portavoz del Ministerio de Hacienda de Brasil declinó realizar comentarios sobre el reporte, diciendo que el nuevo ministro Henrique Meirelles entregaría más detalles sobre los planes económicos del Gobierno en los próximos días.

El diario no dio referencias de fechas para eventuales privatizaciones, pero dijo que las ventas dependerían de las condiciones operacionales y financieras de cada participación, además de las condiciones regulatorias y del mercado.

Urgencias

El gobierno provisorio de Temer enfrenta esta semana una tremenda emergencia: necesita que el Congreso le vote un proyecto que permita cuadruplicar el déficit fiscal previsto para este año. Si eso no ocurre antes del viernes próximo, se paraliza por completo la maquinaria estatal. No habrá recursos siquiera para las actividades esenciales.

Rousseff y sus ministros sabían, ya, de esta bomba de tiempo. Y enviaron al Parlamento una iniciativa para ampliar el déficit de U$S 7.000 millones a U$S 27.000 millones. Pero el proceso de impeachment (juicio político) bloqueó todas las votaciones de los congresistas que no tuvieran relación con el enjuiciamiento. Ahora, el drama se les avecina y tendrán que lograr en seis días lo que Dilma no consiguió en cinco meses. Es más, según adelantó el nuevo ministro de Planificación, Romero Jucá, las cifras podrán ser superiores a aquella impulsada por los parlamentarios del PT. Sucede que deberán ser incluidos ahora, dentro de ese voluminoso déficit, los gastos derivados de la refinanciación de las deudas de los estados provinciales.

Se podría suponer que todo queda opacado, ante el preanuncio de esa tragedia. Esto explica las indefiniciones de Meirelles y el equipo de Temer al tratar de exhibir un panorama menos inmediatista. Nada se dice de cómo se hará para recuperar una tasa de inversiones que viene en caída libre desde hace dos años y medio. (Reuters-Especial)

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