12 Mayo 2016
BUEN CLIMA. El Presidente saluda a Arancedo, arzobispo de Santa Fe. dyn
BUENOS AIRES.- El presidente Mauricio Macri recibió ayer en la residencia de Olivos a la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que le entregó por “cortesía” un documento sobre el Bicentenario que será presentado hoy públicamente, para evitar interpretaciones erróneas, y coincidieron en la necesidad de trabajar en conjunto por la “educación y la unidad de los argentinos”.
“Fue una reunión muy cordial, en la que se entabló un muy lindo diálogo, en el que no hubo reclamos ni se expresaron preocupaciones de ningún tipo”, dijeron fuentes oficiales tras el encuentro que duró aproximadamente unos 45 minutos en la residencia presidencial de Olivos, en el que se coincidió en la necesidad de que el Gobierno y la Iglesia trabajen juntos en la “unidad de los argentinos y la educación”.
De la reunión participaron el presidente de la CEA y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo; el vicepresidente primero y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli; y el secretario general del organismo y obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, mientras que el vicepresidente segundo Mario Cargnello no pudo concurrir porque se encuentra fuera del país.
Acompañando a Macri se encontraban el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario de Culto, Santiago de Estrada; y el subsecretario Alfredo Albriani.
La audiencia -la segunda que la Iglesia mantiene con Macri desde que asumió hace 5 meses- había sido solicitada por los obispos para invitar formalmente al mandatario al Congreso Eucarístico Nacional que se desarrollará en San Miguel de Tucumán del 16 al 19 de junio, bajo el lema “Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos” y que se enmarca en los festejos por el Bicentenario de la Independencia. En la reunión, el Presidente aceptó la invitación y confirmó su participación que probablemente sea el domingo 19 para la clausura del encuentro, del que participarán miles de fieles de todo el país.
Durante la reunión, los obispos también le entregaron a Macri una copia del documento “El Bicentenario. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos”, que será presentado hoy en el marco de una conferencia de prensa en la sede de la CEA en el barrio porteño de Retiro.
La intención de los obispos fue adelantarle el texto del documento al gobierno por “cortesía” y para evitar interpretaciones erróneas o mediaciones equivocadas a través de los títulos periodísticos una vez que el texto se presente públicamente.
Es que el Episcopado busca que el texto no sea leído como una crítica al Ejecutivo sino como un aporte para “estimular el diálogo a partir de un hecho histórico que nos interpela a pensar que país queremos ser”.
Si bien los obispos debatieron sobre la oportunidad de difundirlo para que no quedara ‘atado’ a la coyuntura política, el mensaje no dejará de ser leído en un contexto de conflictividad social, despidos y “creciente inflación”, tal como señaló días atrás monseñor Arancedo, lo que se suma a las cifras de la Universidad Católica Argentina (UCA) que advirtieron sobre el aumento de la pobreza en los primeros meses del año.
En el mensaje -que se presenta como un documento programático- la Iglesia hace un renovado llamado al diálogo y la reconciliación nacional, y traza los desafíos sociales y políticos que enfrenta el país de cara a los próximos años, con referencias históricas y un “mensaje de esperanza” dirigido al pueblo argentino.
El texto fue aprobado por la asamblea plenaria de obispos en abril y contiene una serie de reflexiones pastorales para “dar gracias por el legado que nos dejaron nuestros mayores, interpretar nuestro presente a la luz de nuestra fe y decir una palabra esperanzadora, siempre iluminada por el Evangelio”, dijeron fuentes episcopales. (Télam)
“Fue una reunión muy cordial, en la que se entabló un muy lindo diálogo, en el que no hubo reclamos ni se expresaron preocupaciones de ningún tipo”, dijeron fuentes oficiales tras el encuentro que duró aproximadamente unos 45 minutos en la residencia presidencial de Olivos, en el que se coincidió en la necesidad de que el Gobierno y la Iglesia trabajen juntos en la “unidad de los argentinos y la educación”.
De la reunión participaron el presidente de la CEA y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo; el vicepresidente primero y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli; y el secretario general del organismo y obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, mientras que el vicepresidente segundo Mario Cargnello no pudo concurrir porque se encuentra fuera del país.
Acompañando a Macri se encontraban el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario de Culto, Santiago de Estrada; y el subsecretario Alfredo Albriani.
La audiencia -la segunda que la Iglesia mantiene con Macri desde que asumió hace 5 meses- había sido solicitada por los obispos para invitar formalmente al mandatario al Congreso Eucarístico Nacional que se desarrollará en San Miguel de Tucumán del 16 al 19 de junio, bajo el lema “Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos” y que se enmarca en los festejos por el Bicentenario de la Independencia. En la reunión, el Presidente aceptó la invitación y confirmó su participación que probablemente sea el domingo 19 para la clausura del encuentro, del que participarán miles de fieles de todo el país.
Durante la reunión, los obispos también le entregaron a Macri una copia del documento “El Bicentenario. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos”, que será presentado hoy en el marco de una conferencia de prensa en la sede de la CEA en el barrio porteño de Retiro.
La intención de los obispos fue adelantarle el texto del documento al gobierno por “cortesía” y para evitar interpretaciones erróneas o mediaciones equivocadas a través de los títulos periodísticos una vez que el texto se presente públicamente.
Es que el Episcopado busca que el texto no sea leído como una crítica al Ejecutivo sino como un aporte para “estimular el diálogo a partir de un hecho histórico que nos interpela a pensar que país queremos ser”.
Si bien los obispos debatieron sobre la oportunidad de difundirlo para que no quedara ‘atado’ a la coyuntura política, el mensaje no dejará de ser leído en un contexto de conflictividad social, despidos y “creciente inflación”, tal como señaló días atrás monseñor Arancedo, lo que se suma a las cifras de la Universidad Católica Argentina (UCA) que advirtieron sobre el aumento de la pobreza en los primeros meses del año.
En el mensaje -que se presenta como un documento programático- la Iglesia hace un renovado llamado al diálogo y la reconciliación nacional, y traza los desafíos sociales y políticos que enfrenta el país de cara a los próximos años, con referencias históricas y un “mensaje de esperanza” dirigido al pueblo argentino.
El texto fue aprobado por la asamblea plenaria de obispos en abril y contiene una serie de reflexiones pastorales para “dar gracias por el legado que nos dejaron nuestros mayores, interpretar nuestro presente a la luz de nuestra fe y decir una palabra esperanzadora, siempre iluminada por el Evangelio”, dijeron fuentes episcopales. (Télam)
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