Panchuquerías, hamburguesas que se mantienen calientes por una fuerte luz en numerosos maxiquioscos; negocios de telas con galpones repletos de mercadería; un enorme mercado de verduras, frutas y carnes; y unos contados edificios y casas de familias que se mezclan con esos locales comerciales. Ese conjunto de edificaciones hacen del microcentro un perfecto caldo de cultivo para el desarrollo de plagas urbanas, como las ratas, según advierten las autoridades municipales y puesteros consultados.
“En la ciudad hay lugares críticos, donde los controles deben hacerse en forma permanente. Todas las manzanas del microcentro son críticas. El comerciante debe tener conciencia de cuál es su situación respecto de las plagas, asesorarse por una empresa y realizar lo que dice la ordenanza municipal: para habilitar un negocio debe tener su respectivo control, que incluye desinfección, desinsectación y desratización”, opinó Oscar Gramajo, titular de la Dirección de Control Ambiental y Bromatología del municipio de San Miguel de Tucumán, a raíz de la viralización de un video en el que se notaban varias ratas en una pizzería en la manzana del Mercado del Norte, sobre Maipú.
Sobre el video, el funcionario municipal indicó que luego de haberse viralizado por la redes sociales inmediatamente ordenó una inspección (el martes a la tarde), que concluyó en la clausura del local comercial. Por otra parte, Gramajo aseguró que también notificó a la empresa que realizó los controles para que les indique qué tipo de trabajos hicieron allí, ya que la pizzería tenía al día el certificado de Saneamiento Ambiental.
“En el área a mi cargo hacemos control de plagas urbanas en los espacios públicos y no en los comercios, que son privados. Ellos deben desratizar o desinsectar con una empresa privada (hay unas 60 habilitadas). Esa empresa luego llega a Control Ambiental con una planilla y un certificado, que incluye fecha y lugar en donde se realizó el trabajo. Si está todo en orden se sella y deben pagar un timbrado. Los negocios que manipulan alimentos deben hacer esos controles cada mes; y los que no tienen alimentos, cada tres meses”, relató Gramajo. Respecto del Mercado del Norte, el funcionario contó que su repartición cada fin de semana hace fumigación en espacios comunes y dejan sebos en lugares ocultos, especialmente cerca de los basureros (los que están ubicados en la calle principal que cruza el Mercado), y que cada puestero debe hacer lo mismo de manera particular.
El sábado 2 de abril la Asociación de Puesteros del Mercado del Norte no abrió las puertas del edificio de Maipú y Mendoza porque allí se realizó una fuerte desinfección, desinsectación y desratización, que les habría costado a los puesteros unos $ 18.000.
Por su parte, Félix Abregú, titular de la mencionada entidad, confirmó que ese trabajo sí se hizo y que tuvo una efectividad de más del 90%. “Haremos otra desratización en los próximos días, porque el tema de las ratas no sólo pasa en el Mercado. Con la Dipsa (ahora Dicab) nos hemos puesto de acuerdo para que todos en la manzana hagan un tratamiento junto con nosotros. Porque si los vecinos no lo hacen, no se acabará con las plagas. Así será 100% efectivo el trabajo. Pero creemos que hay que hacer un cambio profundo, una remodelación, de este mercado. Esperamos que el municipio nos abra las puertas al pedido”, dijo Abregú. Sobre el video, lo calificó como “preocupante” y resaltó que están “en guardia” para exigir que se profundicen los trabajos de desratización en cada negocio.
El propietario del local de comidas clausurado, Alfredo Cortés, aseguró a LA GACETA que su firma “paga $ 1.500 mensuales por un servicio que realmente se efectúa”. “Obviamente, compartimos con el espacio con un montón de locales; o (las ratas) pueden entrar de la calle”, dijo. Y señaló que el juez de Faltas clausuró el local “porque cuando vinieron y abrieron la canilla vieron que no había agua. Y es que justo había un corte en el mercado”. El comerciante añadió que esos cortes de agua son frecuentes. Y, requerida su evaluación sobre el resto del Mercado, respondió que “la comisión se encarga de hacer la desinfección correspondiente, pero la parte de arriba del Mercado, donde antes estaba la Dipasa, o el subsuelo, no veo que allí se haga mantenimiento”.
Daniel Ferraro, propietario de la empresa que fumigó el Mercado el 2 de abril (llamada D&M), contó que trabajaron con un gas ecológico muy efectivo en espacios comunes y en cámaras, además que trabajó de forma particular con algunos puestos. “Fue una gran matanza (sobre las ratas). No pude contar cuántas ratas , pero las vi muertas a los costados del lugar. Hace bastante tiempo que trabajo allí. El Mercado cumple con esos trabajos. La cantidad de ratas varía: por ejemplo, el Mercado venía bastante controlado y ha variado cuando movieron los escombros y desagües de la peatonal. Ahí se ha vuelto a poblar. Pero el Mercado cumple con los controles”, comentó Ferraro.
"La basura está asociada a las plagas urbanas"
“Hay que concientizar a la población acerca de los daños - tanto económicos como sobre la salud pública- que provocan las plagas urbanas. En Tucumán tenemos varios frentes abiertos, tanto por la presencia del mosquito como por los distintos tipos de roedores”, destacó, ante una consulta de LA GACETA, el ingeniero Julio Vallejo, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán.
¿ Hay respuestas correctas frente a esta situación?, se le consultó. “Como Colegio, estamos trabajando en capacitaciones periódicas en el control de plagas urbanas, y estamos trabajando en un proyecto de ordenanza sobre el tema. En San Miguel de Tucumán se está implementando el Plan Basura cero y tiene una brigada de control de plagas urbanas que está trabajando donde se la necesita”, destacó. En ese punto, enfatizó: “La basura está asociada a la plaga urbana. Si hay basura, hay plaga urbana. La basura y los derrames de agua están asociados a la plaga urbana. Hay que ver quién se hace cargo del control de los canales, o del desmalezamiento. ”, ejemplificó.
“Un tema es que hay mucha chatarra que no se elimina. Y lo que hay que hacer es concientizar. La gente debe pensar en esto: si yo corto el pasto, aseguro: 1) que no esté el mosquito oculto; 2) puedo detectar si hay un roedor dejando una huella por donde circula y, 3) elimino la posibilidad de un reservorio de hantavirus. Pasa lo mismo con los derrames de agua, con la basura, con los lavaderos clandestinos. El roedor siempre acompaña al hombre, el tema es que hay que tenerlo bajo control. La educación sanitaria es fundamental. Y está la parte legal: tiene que haber multas para quienes tiren basura, para quien deja un auto abandonado en la vereda. En Salta hay una legislación que habilita al Estado a ingresar a propiedades privadas en caso de que el baldío tenga maleza”, concluyó Vallejo.