› ANGRY BIRDS: LA PELÍCULA
DIRECCIÓN: Clay Kaytis y Fergal Reilly. GUIÓN: Jon Vitti. GÉNERO: animación en 3D. AÑO: 2016. ORIGEN: Estados Unidos/Finlandia. DURACIÓN: 97 minutos. CALIFICACIÓN: apta para todo público.
Hace siete años, una empresa finlandesa creó un juego virtual con un grupo de pájaros muy malhumorados, que descargaban su ira lanzándose violentamente contra construcciones para derrumbarlas y así aplastar a los cerdos que los acosan, aprovechando las leyes de la física.
Rovio Entertainment se transformó velozmente en una firma de referencia en el sector y los Angry Birds se popularizaron: 3.500 millones de descargas en celulares, tablets y computadoras, para luego invadir con diversos productos las góndolas de los negocios en todo el mundo, en especial con su emblema plumífero todo rojo como su estado de ánimo.
Desde su edificio con vista al mar y a 20 minutos de Helsinki, la compañía cede a la seducción de asumirse como los padres de la criatura que les dio fama y dinero (aunque sus utilidades bajaron en el último ejercicio y tuvieron que despedir personal el año pasado). El ingreso está decorado con los pájaros de ceño fruncido que ahora dejan las pantallas pequeñas y llegan hoy a las salas de cine con historia propia (algo que le faltaba en el videojuego), encarada a sus fanáticos de menor edad. Ahora se sabrá por qué las aves están tan enojadas.
Todo se remonta a una paradisíaca isla donde los pájaros están confinados porque no pueden volar, y se sienten protegidos por el único que lo hace, el Águila Todopoderosa, aunque venida a menos. El elenco lo encabeza Red, víctima de burlas desde pequeño por sus cejas superpobladas y eternamente molesto, acompañado por Chuck y Bomb, y atendido por Matilda (su psicoterapeuta para el control de la ira).
Todo se complica en el lugar pacífico cuando llegan unos misteriosos cerdos verdes, cuya máxima aspiración es hacerse de los sabrosos huevos de las aves, que pasan a estar en peligro. El solitario se transforma en el héroe de la comunidad y de repudiado pasa a ser admirado.
El guión le fue confiado a Jon Vitti, conocido escriba de episodios de Los Simpson entre 1990 y 2004, quien es un experto en crear una sucesión de gags. La dirección le fue confiada a los debutantes Clay Kaytis (estuvo involucrado en “Frozen”) y a Fergal Reilly (trabajó en “Lluvia de hamburguesas”).