Cayó un pedazo de cornisa y generó alerta en el San Martín

Una cinta preventiva cruzaba ayer todo el ancho de la explanada del teatro San Martín. Sobre el suelo, todavía los escombros: rastros de lo ocurrido el viernes, cuando un pedazo de cornisa se desprendió de la fachada y golpeó en la cabeza a un espectador. El incidente no tuvo graves consecuencias -el hombre, Miguel Romano, fue atendido en el hospital Padilla y luego dado de alta-, pero sí despertó el alerta alrededor del estado del edificio, próximo a cumplir 104 años.

Romano sufrió el impacto mientras posaba para una foto, tras la actuación de la Orquesta, el Coro Estable y el Coro de Niños de la Provincia. “Somos una familia en la que hay varios médicos, así que fue atendido rápidamente. Una ambulancia lo trasladó al hospital”, contó Julio Dip, sobrino de Romano. En el lugar estaban también autoridades del Ente Cultural (Martín Ruiz Torres, secretario general; Marilí Bullón, directora de Música y Danza, y el arquitecto Humberto Salazar, administrador del teatro), que presenciaron lo sucedido y se interesaron por el estado del espectador.

Consultado por LA GACETA, Salazar admitió que, por tratarse de una estructura antigua, necesita supervisión permanente. “Ya veníamos trabajando en relevamientos que se actualizan anualmente. Sin embargo, la continuidad de cuatro meses de lluvia demoró las tareas de diagnóstico e incluso de mejoramiento. Estamos monitoreando todo lo que se puede, lo que permite el clima”. El arquitecto indicó también que, incluso antes de este desprendimiento, estaban previstas varias refacciones. “Proyectamos un trabajo integral en el edificio, que incluye la consolidación de las cornisas. También planeamos un sistema de drenaje para el agua que se acumula en la explanada cuando llueve, entre otras cosas, como la reparación de cubierta de techos, ordenamiento del cableado y más”. Por lo pronto, agregó, entre hoy y mañana se evaluará el estado del cornisado perimetral, de modo de prevenir que ocurran nuevas situaciones como la del viernes: “empezaremos por las fachadas más peligrosas, que son las que están en contacto con el público que circula por abajo”.

Ronit Keter, directora del teatro, garantizó que el lugar no presenta mayores problemas estructurales y que las actividades seguirán normalmente.