“A los rockeros no se les cae una idea para ayudar, pero sí para irse a vivir al exterior”

No hay que andarse con muchas presentaciones a la hora de escribir sobre Hugo Lobo. Conviene, más bien, cederle la palabra a él, que tiene varias cosas para decir y, sobre todo, el atrevimiento para hacerlo. Dice Lobo, por ejemplo: “me parece una burrada que sólo se preste atención a las bandas que están residiendo en la Capital. En todos los años que llevo de carrera he visto a un montón de colegas dejar trabajo y familia, e invertir plata y tiempo en venirse a vivir a Buenos Aires. Aquí el circuito está más que cerrado, es chocarse la cabeza contra la pared”.

Ese tema, precisamente, es uno de los que el líder y creador de Dancing Mood habla y discute con músicos de las provincias, cada vez que los visita. “Hace casi dos años que estoy haciendo una movida por la que viajo a todos los pueblos y ciudades del país, y reúno a seis o siete colegas. No sólo toco con ellos -así es como he ido presentando mi disco solista, “Street feeling”, en cada lugar- sino que, principalmente, mi idea es fomentar la cantidad y calidad de músicos independientes”. Ese espíritu lo traerá hoy nuevamente a Tucumán, por cuarta vez con este proyecto.

“El objetivo es hacer respetar a los músicos. Que los músicos locales cobren cada vez que toquen y no sean ellos los que paguen para tocar. Hay un montón de colegas en lugares como Venado Tuerto o San Nicolás que no tienen donde presentarse y terminan trabajando de otra cosa, abandonando sus instrumentos. Por otro lado, muchos anhelan estar en los medios, sonar en las radios y tocar en lugares de nombre, y la única salida para eso es firmar con una compañía discográfica, con el maltrato que eso conlleva. Entonces mi intención es avisparlos, mostrarles que hay otra alternativa, que es la independencia, aunque sea un camino más largo. Y también contagiarlos para que miremos adentro del país”.

La libertad para hacer de Lobo se refleja en su libertad para decir. Cuando se le pregunta quién le despertó esa conciencia que ahora disemina entre sus compañeros, responde: “los hijos de puta me hicieron ver este camino. Me motivaron a hacer lo contrario a ellos. Esto nace por la cantidad de músicos que se cagan en todo, a los que sólo les importa ir a una ventanilla de Sadaic a cobrar. Por suerte, tengo esta ideología desde que empecé a tocar y a armar Dancing Mood. Lo mismo sucede con mi proyecto de las orquestas para chicos. Son cosas que no he visto hacer a ningún músico de rock; tampoco hay rockeros que tengan comedores infantiles. No se les cae ni una idea para ayudar, pero sí para comprarse estudios de grabación o irse a vivir al exterior”.

Así y todo, Lobo asegura que lo que él obtiene de iniciativas como esta es mucho más de lo que entrega. “Imaginate que llevo más de 150 shows con este proyecto y en cada uno toco con seis o siete músicos. Uno aprende tocando al lado de otro, escuchando diferentes maneras de interpretar tu música -admite-. Me encuentro con pibes que saben hacer de todo, con unos valores increíbles”.

HOY, DESDE LAS 23

• En Magic Music Box (José Colombres 427). Tocan con él Skaces y Selecthor T.