El miedo está latente. La incertidumbre se nota en los rostros de los vecinos. El hecho de enfrentarse a una enfermedad desconocida como el hantavirus genera desconfianza. Un equipo de médicos y técnicos del Siprosa llegó ayer a la mañana a la comuna de La Ramada de Arriba para exponer en público sobre este virus transmitido por roedores.
La sala del Centro Integral Comunitario (CIC) estaba repleta. En su mayoría eran directoras de escuelas, algunos delegados comunales, representantes barriales, y vecinos. Dos especialistas médicos expusieron sobre los síntomas, las medidas de prevención, y las formas de actuar en caso de contraer hantavirus. Las preguntas del público dejaron a la vista de todos la incertidumbre, los temores y la preocupación que hay sobre esta enfermedad.
Así lo admitió la doctora Verónica Alí, integrante de la Dirección de Red de Servicios del Siprosa, quien fue una de las expositoras. “La preocupación es buena en el sentido de que no se transforme en pánico y para eso estamos acá, para evitar eso, para brindarle información a la gente y para que la gente sepa cómo actuar”, remarcó.
Durante la charla, las preguntas del público apuntaban a si es posible el contagio de un humano a otro, por ejemplo. Otro interrogante era si los análisis clínicos y médicos podrían estar más rápido, porque se habló de un período de 15 días hasta obtener los resultados.
Las directoras de escuela recibieron las respuestas de los médicos del Siprosa. “No es posible el contagio de una persona a otra persona”, afirmó Verónica Alí. De algún modo, esa respuesta dejó un halo de tranquilidad en el auditorio. Entre el público estaba Miguel Blasco, un productor agropecuario de la zona de Virginia, en La Ramada de Abajo. El 17 de febrero murió su hermana, Adriana Blasco, de 24 años. Nunca se confirmó, pero su hermano cree que ella falleció como consecuencia del hantavirus. “Ella manifestó la misma sintomatología que tuvo tiempo después Paula Calleri: problema pulmonar y respiratorio”, dijo.
Blasco aprovechó la charla de los expertos del Siprosa para informarse. “Hay mucho miedo. Cuando esto empezó a salir en los medios, yo escuché a varias mamás desesperadas, que decían: cerremos la escuela, el agua está contaminada, que hay ratones por todos lados, que estamos poniendo veneno donde hay chicos. Pero en realidad hay que esperar los informes sobre los focos infecciosos”, resaltó. Sin embargo, Blasco insistió en que el Gobierno debería prestar atención al predio de Monte Redondo, donde se hace el depósito de los residuos sólidos urbanos.
“Nosotros vivimos en Virginia, a tan solo ocho kilómetros del predio de Monte Redondo; a la distancia se puede ver la montaña de basura y eso puede ser un foco infeccioso”, advirtió.
El diagnóstico
La joven tucumana, Paula Calleri, de 23 años, falleció el miércoles 13 de abril, mientras estaba internada en grave estado en la Capital Federal. A esa situación se sumó otro caso reconocido, el de un niño de cinco años, y otros de muerte dudosa, en los que no hubo un diagnóstico preciso; en especial en El Chañar y otras zonas aledañas.
¿Es posible que aparezcan nuevos casos de hantavirus?, se le consultó a la doctora Alí. “Es probable. No puedo corroborar eso. Existe la probabilidad como en cualquier otra enfermedad. Lo que sí puedo garantizar es la vigilancia permanente y la asistencia médica para quienes lo requieran”, destacó.
La especialista resaltó la necesidad de informarse para enfrentar el problema. “Estamos en una situación en que la gente encontró el espacio y sabe que puede preguntar, y entiende que las autoridades pueden responder esas preguntas y tenemos un compromiso de trabajar para eso”, aseguró.