20 Abril 2016
Las disputas por el sillón que dejó vacío Julio Grondona convirtieron a la Asociación del Fútbol Argentino en un campo de batalla en el que todas las semanas se tejen alianzas, candidaturas y hasta una posible Súper Liga Argentina. El proyecto, que cuenta con el aval de los cuatro clubes más grandes, comenzó a tomar forma como resistencia a la candidatura de Claudio Tapia, el principal candidato a quedarse con la presidencia de la AFA.
1- Con las figura de Marcelo Tinelli y Luis Segura cada vez más borrosas, "Chiqui" Tapia tomó la delantera y ya contaría con el apoyo de los asambleístas del interior del país. Con ese panorama, el actual presidente de Barracas Central deberá cumplir su promesa de campaña y federalizar los torneos y, sobre todo, los ingresos por televisión.
2- Ante la amenaza de que Tapia sea el heredero de Grondona, los presidentes de River, Boca, San Lorenzo, Racing apuntalarían una lista de unidad, que estaría encabezada por Nicolás Russo, representante de Lanús. Todos, afines al macrismo, tendrían el apoyo del Gobierno nacional para discutir la creación de una nueva Súper Liga, que emularía los modelos empleados en Europa, donde la Liga de España, la Liga Premier y la Bundesliga son controladas por los clubes. Esto les daría la posibilidad de discutir nuevos contratos por la televisación de los partidos y evitar así repartir los ingresos con las demás instituciones.
3- En caso de conformarse la Súper Liga, los clubes deberán conseguir separarse de la AFA, a la que le quedarían para explotar los torneos de ascenso y la Selección.
4- Aunque el proyecto aún está en una etapa de gestación, se rumorea que no contaría con más de 20 equipos y que se elegiría a los clubes que mejor miden en el rating. Nada se sabe sobre el futuro de los equipos tucumanos, aunque sí tendrían aseguradas sus plazas los cordobeses (Belgrano y Talleres), los rosarinos (Newell's y Central) y los de la capital santafesina (Unión y Colón).
Las elecciones del 30 de junio definirán no sólo al nuevo presidente de la AFA sino también los destinos del fútbol en el país. Con el certificado de defunción firmado para el Fútbol Para Todos, los clubes -como siempre- con las cuentas en rojo y sin Grondona, nuevos actores tomarán las riendas del deporte más popular y la amenaza más firme es que sea para pocos.
1- Con las figura de Marcelo Tinelli y Luis Segura cada vez más borrosas, "Chiqui" Tapia tomó la delantera y ya contaría con el apoyo de los asambleístas del interior del país. Con ese panorama, el actual presidente de Barracas Central deberá cumplir su promesa de campaña y federalizar los torneos y, sobre todo, los ingresos por televisión.
2- Ante la amenaza de que Tapia sea el heredero de Grondona, los presidentes de River, Boca, San Lorenzo, Racing apuntalarían una lista de unidad, que estaría encabezada por Nicolás Russo, representante de Lanús. Todos, afines al macrismo, tendrían el apoyo del Gobierno nacional para discutir la creación de una nueva Súper Liga, que emularía los modelos empleados en Europa, donde la Liga de España, la Liga Premier y la Bundesliga son controladas por los clubes. Esto les daría la posibilidad de discutir nuevos contratos por la televisación de los partidos y evitar así repartir los ingresos con las demás instituciones.
3- En caso de conformarse la Súper Liga, los clubes deberán conseguir separarse de la AFA, a la que le quedarían para explotar los torneos de ascenso y la Selección.
4- Aunque el proyecto aún está en una etapa de gestación, se rumorea que no contaría con más de 20 equipos y que se elegiría a los clubes que mejor miden en el rating. Nada se sabe sobre el futuro de los equipos tucumanos, aunque sí tendrían aseguradas sus plazas los cordobeses (Belgrano y Talleres), los rosarinos (Newell's y Central) y los de la capital santafesina (Unión y Colón).
Las elecciones del 30 de junio definirán no sólo al nuevo presidente de la AFA sino también los destinos del fútbol en el país. Con el certificado de defunción firmado para el Fútbol Para Todos, los clubes -como siempre- con las cuentas en rojo y sin Grondona, nuevos actores tomarán las riendas del deporte más popular y la amenaza más firme es que sea para pocos.