12 Abril 2016
EN DEBATE. Los consejeros deberán resolver la situación del postulante y del representante en YMAD. la gaceta / foto de hector peralta
El nombre del biólogo Alfredo Grau vuelve a la mesa del Consejo Superior de la UNT. La rectora, Alicia Bardón, propondrá su nombre para que represente a la institución en el directorio de la empresa interestatal, YMAD. Hoy, a partir de las 17, los consejeros superiores deberán tomar una decisión durante la sesión. Si aprueban la designación de Grau, entonces ocupará el lugar que el ex rector, Juan Alberto Cerisola, dejará vacante el 30 de abril.
Hace dos años, en septiembre de 2014, el biólogo ya había sido designado como representante ante YMAD. Su nombre había sido propuesto por la rectora y aprobado por los consejeros. Pero apenas trascendió esto, el ex rector impugnó la designación.
Lo que había ocurrido es que unos meses antes la rectora había designado también a Cerisola. Lo hizo luego de que se produjera la vacante de Fernando Valdez, que había renunciado en mayo, para asumir su banca como legislador. Aquella designación respondía a un pedido que YMAD le había formulado a la rectora para que “disponga la cobertura del cargo hasta completar el mandato que (Valdez) hubiera debido cumplir”. La resolución de Bardón (0031/2014) expresaba que la designación de Cerisola iba a ser “transitoria” y adelantaba que luego sería el Consejo Superior quien nombrara a los directores permanentes. Esto no sucedió, ya que después de la sesión extraordinaria de septiembre de 2014, el caso fue judicializado.
El tema quedó cerrado cuando el directorio de YMAD reconoció la legitimidad de Cerisola. Consideró inválida la designación de los consejeros superiores y ratificó al ex rector en su cargo hasta completar el período que le correspondía a Valdez. Nada se pudo hacer, ya que la Ley N° 14.771 (creación de YMAD) prevé que solo el directorio puede remover a sus miembros y no los órganos que lo designaron. El cargo de Cerisola había sido muy resistido. La causa por irregularidades en el manejo de fondos provenientes de YMAD ya tenía varios años en la justicia federal. Incluso el fiscal, Carlos Brito, había pedido la indagatoria de Cerisola y de otros ex funcionarios universitarios.
El argumento de los que se oponían era que alguien sospechado por el manejo de los dineros que YMAD le giraba a la UNT no podía ser parte, justamente, del directorio de esa empresa.
Los dichos de Gómez
En lo que va de 2016 el Consejo Superior ha sesionado dos veces, y no le han faltado condimento a esos encuentros. El martes pasado la mayoría votó que la UNT actúe como querellante en la causa por malversación de fondos provenientes de YMAD.
En plena sesión irrumpió el fiscal federal, Antonio Gustavo Gómez, los felicitó por la decisión, pero acto seguido les dio un consejo que a muchos les cayó como piedra: que no se comportaran como una “querella pintada”.
Pero además, a la rectora le dejó en claro que no había pasado a saludarla antes de la sesión porque él no acostumbraba a saludar a personas que “podrían ser imputadas”. Su intervención fue, según los consejeros, innecesaria y violenta.
“Es inadmisible que nuestra Universidad y la señora Rectora tengan que soportar las falsas acusaciones y los excesos de un Fiscal de la Nación”, expresó José Hugo Saab, secretario de Políticas y Comunicación Institucional. Agregó que no permitirán tal bajeza de “quienes intentan ver en esta causa una oportunidad para denostar a nuestra Rectora bajo la apariencia de proteger a la Universidad”.
En ese momento, algunos consejeros repudiaron los dichos del fiscal y sugirieron que se le exija un pedido de disculpas. No se descarta un planteo de este tipo durante la sesión.
Hace dos años, en septiembre de 2014, el biólogo ya había sido designado como representante ante YMAD. Su nombre había sido propuesto por la rectora y aprobado por los consejeros. Pero apenas trascendió esto, el ex rector impugnó la designación.
Lo que había ocurrido es que unos meses antes la rectora había designado también a Cerisola. Lo hizo luego de que se produjera la vacante de Fernando Valdez, que había renunciado en mayo, para asumir su banca como legislador. Aquella designación respondía a un pedido que YMAD le había formulado a la rectora para que “disponga la cobertura del cargo hasta completar el mandato que (Valdez) hubiera debido cumplir”. La resolución de Bardón (0031/2014) expresaba que la designación de Cerisola iba a ser “transitoria” y adelantaba que luego sería el Consejo Superior quien nombrara a los directores permanentes. Esto no sucedió, ya que después de la sesión extraordinaria de septiembre de 2014, el caso fue judicializado.
El tema quedó cerrado cuando el directorio de YMAD reconoció la legitimidad de Cerisola. Consideró inválida la designación de los consejeros superiores y ratificó al ex rector en su cargo hasta completar el período que le correspondía a Valdez. Nada se pudo hacer, ya que la Ley N° 14.771 (creación de YMAD) prevé que solo el directorio puede remover a sus miembros y no los órganos que lo designaron. El cargo de Cerisola había sido muy resistido. La causa por irregularidades en el manejo de fondos provenientes de YMAD ya tenía varios años en la justicia federal. Incluso el fiscal, Carlos Brito, había pedido la indagatoria de Cerisola y de otros ex funcionarios universitarios.
El argumento de los que se oponían era que alguien sospechado por el manejo de los dineros que YMAD le giraba a la UNT no podía ser parte, justamente, del directorio de esa empresa.
Los dichos de Gómez
En lo que va de 2016 el Consejo Superior ha sesionado dos veces, y no le han faltado condimento a esos encuentros. El martes pasado la mayoría votó que la UNT actúe como querellante en la causa por malversación de fondos provenientes de YMAD.
En plena sesión irrumpió el fiscal federal, Antonio Gustavo Gómez, los felicitó por la decisión, pero acto seguido les dio un consejo que a muchos les cayó como piedra: que no se comportaran como una “querella pintada”.
Pero además, a la rectora le dejó en claro que no había pasado a saludarla antes de la sesión porque él no acostumbraba a saludar a personas que “podrían ser imputadas”. Su intervención fue, según los consejeros, innecesaria y violenta.
“Es inadmisible que nuestra Universidad y la señora Rectora tengan que soportar las falsas acusaciones y los excesos de un Fiscal de la Nación”, expresó José Hugo Saab, secretario de Políticas y Comunicación Institucional. Agregó que no permitirán tal bajeza de “quienes intentan ver en esta causa una oportunidad para denostar a nuestra Rectora bajo la apariencia de proteger a la Universidad”.
En ese momento, algunos consejeros repudiaron los dichos del fiscal y sugirieron que se le exija un pedido de disculpas. No se descarta un planteo de este tipo durante la sesión.
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